El Gobierno nacional creó la Unidad de Inteligencia Artificial Aplicada a la Seguridad (UIASS). La misma buscará prevenir, detectar, investigar y perseguir los ciberdelitos y sus conexiones mediante el uso de la IA.
Así funcionará en la Dirección de Ciberdelito y Asuntos Cibernéticos, dependiente de la Unidad de Gabinete de Asesores.
Se trata de un nuevo organismo que estará encabezado por el Director de Ciberdelito y Asuntos Cibernéticos e integrado por las áreas de las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales competentes en la materia. Sus representantes serán designados por la autoridad máxima de cada una de esas fuerzas.
Según se publicó en el decreto 710/2024 se destaca que la implentación de la inteligencia artificial “puede mejorar de manera significativa la eficiencia de las diferentes áreas del Ministerio de Seguridad y las fuerzas policiales y de seguridad federales, ayudándoles a responder con rapidez y mayor precisión a las amenazas y situaciones de emergencia”.
En ese sentido, subraya que “EE.UU., China, Reino Unido, Israel, Francia, Singapur y la India son pioneros en la utilización de la Inteligencia Artificial en sus áreas de gobierno y Fuerzas de Seguridad”. Y luego agrega: “Estos países están a la vanguardia en la integración de tecnologías de inteligencia artificial para fortalecer la seguridad y protección de sus ciudadanos, mejorando su eficiencia y efectividad”.
Nuevo organismo
Entre otras tareas, la UIASS tendrá a su cargo “patrullar las redes sociales abiertas, aplicaciones y sitios de internet, así como la llamada ‘Internet profunda’ o ‘Dark-Web’, en orden a la investigación de delitos e identificación de sus autores”.
También se dedicará a “la detección de situaciones de riesgo grave para la seguridad, en el marco de la Constitución Nacional y legislación vigente”.
Servirá además para “identificar y comparar imágenes en soporte físico o virtual”; “analizar imágenes de cámaras de seguridad en tiempo real a fin de detectar actividades sospechosas o identificar personas buscadas utilizando reconocimiento fácil”; y “utilizar algoritmos de aprendizaje automático a fin de analizar datos históricos de crímenes y de ese modo predecir futuros delitos y ayudar a prevenirlos”.
Otra de sus funciones será “identificar patrones inusuales en las redes informáticas y detectar amenazas cibernéticas antes de que se produzcan ataques. Esto incluye la identificación de malware, phishing y otras formas de ciberataque“. Además, procesará “grandes volúmenes de datos de diversas fuentes para extraer información útil y crear perfiles de sospechosos o identificar vínculos entre diferentes casos”.
También se encargará de “analizar actividades en redes sociales para detectar amenazas potenciales, identificar movimientos de grupos delictivos o prever disturbios“; así como de “detectar transacciones financieras sospechosas o comportamientos anómalos que podrían indicar actividades ilegales”.