Sociedad

Homenaje y recuerdo

Familiares y colegas realizaron un homenaje a Cabezas en Pinamar

Familiares y colegas de José Luis Cabezas realizaron en Pinamar una serie de homenajes en honor al reportero gráfico asesinado en 1997 mientras realizaba una cobertura periodística para la Revista Noticias, de la editorial Perfil.

El primer homenaje del día se produjo en La Cava de Pinamar, donde la hermana del fotógrafo, Gladys Cabezas, encabezó el acto de inauguración de una escultura de hierro realizada por el grupo cultural Vallese. En ese acto, al cumplirse 17 años del asesinato de su hermano, Gladys Cabezas manifestó que «el compromiso está intacto» y continuó: «Aunque ya no se puede hacer más nada con respecto a la causa (judicial), vamos a seguir a los asesinos de José Luis siempre». «Aunque la justicia no los quiera meter presos, vamos a seguir señalándonos estén donde estén porque son asesinos que caminan junto a nosotros», dijo ante los medios presentes. Gladys Cabezas también alzó su voz contra el accionar de la editorial que dirige Jorge Fontevecchia al reclamar por los fotógrafos despedidos en Perfil y repudiar a esa empresa mediática «por no cuidar a su gente como no lo hicieron con José Luis». Allí estuvieron presentes el ex intendente de Pinamar Roberto Porretti y Gabriel Michi, el periodista que trabajó con el fotógrafo durante la temporada en la que fue asesinado. En el espacio en el que fueron colgadas una bandera argentina con la leyenda «Madres y Padres en lucha por la vida», y un cartel que dice «los pinamerenses no nos olvidamos jamás de José Luis Cabezas, los que tenemos memoria no nos olvidamos», Michi recordó a Cabezas como «un tipo con buen humor, un cabrón y un tipo que amaba su trabajo». En diálogo con Télam, Michi aseguró que «el crimen de José Luis Cabezas fue el peor atentado luego de la vuelta de la democracia, ya que no hubo ni antes ni después un hecho igual», y agregó: «Yo podría haber sido la víctima, fue sólo por una circunstancia de la vida que no lo haya sido, ya que me retiré antes de la fiesta de Oscar Andreani, donde luego secuestraron a José Luis». «Trabajar después de eso fue trabajar con miedo y mucho dolor -siguió-. Valoro el compromiso y apoyo de los colegas en todo el país donde han puesto el nombre de José Luis Cabezas en calles, en parques y en plazas de toda la Argentina». Por último, manifestó que «la justicia tiene una gran deuda porque ha cambiado el fallo y dejaron en libertad de los asesinos». El acto central se realizó minutos más tarde en la entrada a Pinamar y contó también con la participación de familiares, amigos, colegas y de un gran un gran número de guardavidas y turistas.  Allí el presidente de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), Raúl Ferrari, sostuvo: «Desde el primer momento pusimos el lema `no se olviden de Cabezas´ y siempre lo recordamos con mucha alegría, por eso este homenaje es con música y lleno de vida». El titular de ARGRA también pidió la reincorporación de los fotógrafos despedidos en Perfil y fustigó: «Si Cabezas estuviese vivo, estaría en la lucha junto a los compañeros reporteros gráficos». A partir de las 21.30, se realizará un festival de música en donde actuarán bandas locales para recordar a Cabezas «como a él le hubiese gustado, con música y amigos», dijeron los familiares del fotógrafo asesinado.

 

10 hitos del caso Cabezas que no hay que olvidar

El crimen del fotógrafo José Luis Cabezas, un verano de hace 17 años, quebró algo para siempre en el país: las mafias del poder detrás del trono ejecutaban a un periodista para mantener su rostro en las sombras

25 de enero de 1997. Aparece, dentro de un Ford Fiesta alquilado por la revista Noticias, el cuerpo carbonizado, esposado y con dos tiros en la nuca del reportero gráfico José Luis Cabezas, en una cava de General Madariaga, a 11 kilómetros de Pinamar. El crimen fue un encargo del empresario postal Alfredo Yabrán luego de que Cabezas le tomara una foto que fue tapa de la revista en una investigación sobre posibles casos de corrupción. “Me tiraron un cadáver», dijo el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde. El escándalo político que desató el caso resultó un factor clave para sepultar sus aspiraciones presidenciales en 1999.

16 de mayo de 1998. El juez José Luis Macchi ordenó la detención del empresario Alfredo Yabrán por considerarlo el presunto instigador del crimen. La investigación judicial había determinado que al fotógrafo lo habían matado por la investigación contra el empresario postal. Cuatro días después, el 20 de mayo, arrinconado por la policía en su estancia San Ignacio, Entre Ríos, Don Alfredo se suicidó con un disparo de escopeta en la boca.

Diciembre de 1998. El juez se instrucción Machi cierra la instrucción de la causa y la eleva a juicio oral.

14 de diciembre de 1999 – 2 de febrero de 2000. Juicio oral: son condenados a prisión perpetua Los Horneros -una banda de delincuentes del barrio platense de Los Hornos- Horacio Braga, José Luis Auge, Sergio González y Héctor Retana (murió en 2001 en la cárcel) y a reclusión perpetua el ex jefe de seguridad de Alfredo Yabrán, Gregorio Ríos –como instigador del crimen-, y los ex policías Gustavo Prellezo, Aníbal Luna y Sergio Cammaratta.

24 de diciembre de 2002. El ex comisario de Pinamar, Alberto “La Liebre” Gómez, es condenado a reclusión perpetua en el «Caso Cabezas II», por liberar la zona para que secuestraran al fotógrafo la noche en que lo mataron.

13 de noviembre de 2003. En un fallo muy criticado, el Tribunal de Casación bonaerense cambia parte de la carátula de la causa, y reduce las reclusiones perpetuas para civiles y policías entre 18 y 27 años. A partir de allí, con los beneficios del 2×1 (se computa doble cada año de proceso sin condena) y el cumplimiento de los dos tercios de la pena, todos los condenados comienzan a abandonar la cárcel, en efecto dominó, bajo libertad condicional.

2004/2006. En diciembre de 2004 liberan a Auge (debía cumplir 18 años y cumplió 7 años y medio). El 24 de febrero de 2005 excarcelan a González (Casación se lo había reducido a 20 años). El 15 de abril de 2005 excarcelan a Braga, que fue quien prendió fuego el cadáver de Cabezas (Casación redujo su pena a 20 años). El 29 de agosto de 2006 liberan al policía Luna, que de reclusión perpetua le habían bajado a 24 años. El 6 de octubre de 2006 le conceden la domiciliaria a Gregorio Ríos (Casación se la había reducido a 27 años.  Lo liberan bajo custodia de su mujer y con pulsera electrónica, pero como no había suficientes en la provincia por un problema de contrato del gobierno con la empresa proveedora, lo dejan sin pulsera). El 13 de octubre de 2006 excarcelan a Camaratta, ex jefe del destacamento de Valeria. Casación había reducido su reclusión perpetua a 25 años).

19 de septiembre de 2007. La Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires ratifica la sentencia original de la Cámara de Apelaciones de Dolores (que había oficiado como Tribunal Oral), y reestablece las prisiones y reclusiones perpetuas.

Marzo – diciembre de 2010. El ex policía bonaerense Gustavo Prellezo, por una lumbalgia, es beneficiado con prisión domiciliaria con uso de pulsera electrónica. “En lugar de pasarlo a una cárcel con mejores instalaciones, le dan la domiciliaria”, dice, indignado, Michi. Luego consiguió un permiso de la Cámara de Apelaciones de Dolores para ir a la Facultad a estudiar derecho.

29 de noviembre de 2012. Los ex policías bonaerenses Aníbal Luna y Sergio Camaratta son detenidos nuevamente, luego de que la Suprema Corte de Justicia restituyó las reclusiones perpetuas y quedaron sin el beneficio del 2×1. Son los únicos dos detenidos de la causa, en la Unidad penal 6 de Dolores. Pidieron libertad asistida o condicional, que debe ser resuelta después de la feria judicial.

El resto de los asesinos del fotógrafo tiene libertad condicional, algunos con apelaciones pendientes de resolución como la de la “Liebre” Gómez, en libertad desde el 14 de marzo de 2010 por otro fallo de Casación.

La situación del ex jefe de custodios de Don Alfredo, Gregorio Ríos, merece un aparte: con prisión domiciliaria desde 2006, el 22 de octubre de 2013 la Casación bonaerense estableció extinguida su prisión perpetua porque pasaron cinco años desde que le dieron la domiciliaria sin que fuera revocada.

 

El 16 de diciembre pasado, el fiscal ante la Cámara de Casación, Carlos Altube, hizo uso de reserva. Antes del próximo 2 de febrero, debería pedir que se revea la medida y revertir la libertad de Ríos, que podría quedar libre de culpa y cargo. “Es la última esperanza que nos queda”, dice Michi. Y su voz no suena esperanzada.