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Neuquén

Las familias más afectadas se niegan a ser reubicadas

Se trata de los vecinos que tienen casas dentro de la franja neuquina en la lonja de la calle Los Olmos, en Nueva España. No aceptan los módulos de emergencia que ofrece en gobierno. Otras cien personas ya aceptaron mudarse.

Los vecinos más afectados por la tormenta en Nueva España, a quienes la lluvia socavó las bases de sus viviendas, se niegan a ser reubicados en la segunda meseta, a pesar de que hay más de cien personas que serán trasladadas en los próximos meses.

Las familias más perjudicadas son las que viven en la lonja de la calle Los Olmos, en un cañadón ubicado en el límite de los ejidos, pero del lado de Neuquén. Allí, la mayoría tiene casas de material, mucha inversión en obras y no quieren los módulos de emergencia que ofrece el gobierno.

“Yo tengo una casa de ochenta metros cuadrados con todas las comodidades. Todavía no nos largaron los servicios que se cortaron en la tormenta. Acá hay 16 familias y coincidimos en que no nos queremos ir”, comentó a La Mañana Edgardo, quien vive en la zona más alta del cañadón afectado.

Desde la Subsecretaría de Tierras y Vivienda informaron oficialmente que hay unas treinta familias (alrededor de cien personas) dispuestas a reubicarse en la barda de Centenario. Para ello, la comuna comenzó a delimitar unas tres manzanas en la segunda meseta, en un lugar donde puedan contar con servicios.

Por su parte, los mismos vecinos aseguraron que la mayoría de esas personas que reubicarán no son las más afectadas. “Son los que no tienen las tenencias y les conviene empezar de cero con una casa, pero a nosotros no”, añadió Edgardo, quien hace diez años vive en ese sector.

El intendente Javier Bertoldi estuvo el viernes en Buenos Aires para gestionar unos diez módulos de emergencia para los vecinos. Es que en esas manzanas reservadas en la meseta no sólo vivirá gente del barrio, sino también de otros sectores de la ciudad y familias de crianceros de Planicie Banderita, cerca del lago Mari Menuco.

Las gestiones se harán junto al IPVU, que comprometió fondos para la reconstrucción de casas. Desde la comuna aportaron con barras de hierro, pilares de luz y cemento. También ayudaron empresas petroleras y fábricas, con máquina para la reconstrucción de calles.

Condiciones desfavorables

Nueva España es un barrio que tiene un desnivel de aproximadamente treinta metros y en lo más alto viven vecinos a los costados de la Ruta 7, entre los cañadones usurpados. Algunos sectores son tomas y otros fueron legalizados en 2004.

Lidia Burgos, otra de las vecinas afectadas, aseguró que hoy no cuenta con energía eléctrica en forma legal y que la gente tuvo que “engancharse” de los postes, hasta que haya una resolución definitiva por parte del EPEN. En cuanto al gas, el problema de la rehabilitación es más complejo, ya que depende de las autorizaciones de Camuzzi Gas del Sur.

“El tercer día después de la lluvia nos dijeron que para ese viernes iba a estar todo terminado, pero estamos a la tercera semana y todavía no aparecieron”, concluyó.