Economía

FMI: Cada día más cerca de la condena

El Gobierno Nacional y el Fondo Monetario Internacional, celebran en forma cotidiana acercarse un paso más a un acuerdo que permitirá al organismo multilateral, legalizar el cuestionable acuerdo alcanzado con Mauricio Macri y subordinar la economía Argentina a los intereses de un puñado de grupos económicos.

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El director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Ilan Goldfajn, expresó ayer que el acuerdo técnico con la Argentina “está muy cerca” de ser alcanzado. Lo hizo en el encuentro de corporaciones económicas que vuelcan los intereses geopolíticos de la región a las pretensiones de los Estados Unidos, el Council of America.

“Hemos publicado el entendimiento preliminar de este programa, hemos visto cuál es el camino fiscal, pero estamos ahora muy cerca y comprometidos con las autoridades argentinas para llegar a un acuerdo completo con todas las reformas que están en el nuevo programa; tenemos reuniones intensas en forma virtual casi 24 horas al día. Cuando terminemos y alcancemos el staff level agreement, irá al directorio; hay que tener en cuenta la realidad de los países y por eso dijimos que será realista, pragmático y creíble”, afirmó el funcionario del FMI brasilero/Israelí.

Luego de alcanzado ese entendimiento, para el que están trabajando 24 horas al día, según afirmó, aunque en la Argentina no se conozca absolutamente nada de su contenido, el Ejecutivo Nacional enviará al Parlamento el proyecto de acuerdo para que sea aprobado en el inicio de sesiones de marzo.

El conjunto de las fuerzas políticas que componen el sistema institucional del país, han alcanzado un acuerdo explícito para convalidar el acuerdo, aún sin conocer absolutamente nada de su contenido. Las torsiones internas en la fuerza gobernante, aparen en el horizonte como un debate estéril en el que se sólo se busca generar un canal de contención para las fuerzas que componen la coalición de gobierno y les duele en las tripas quedar atrapados en un ciclo de condicionamientos externos que postrará por décadas el desarrollo político del país.

 

Ajuste sí o no

No existe vocero, oficioso o inoficioso, del gobierno nacional que no menciones la consigna “el acuerdo no va a implicar un ajuste” ante cada referencia a las negociaciones que se mantienen con el FMI. Mas allá que los términos del acuerdo son un secreto, incluso para quienes vociferan que no implica un acuerdo, lo cierto es que el ajuste ha comenzado hace un largo tiempo sobre la economía.

Héctor Giuliano, especialista en deuda externa advirtió en una entrevista con el portal Canal Abierto que “el ajuste está ocurriendo ahora antes del acuerdo. El ajuste es en realidad una precondición del acuerdo y la herramienta básica de ese ajuste es el proceso inflacionario porque el proceso de inflacionario cumple las pautas de la clásica receta recesiva del Fondo Monetario Internacional: licuación del gasto público y fortalecimiento de la recaudación”.

“El segundo punto importante es el tema emisión. El Fondo Monetario impone que el país vaya disminuyendo gradualmente el financiamiento del déficit fiscal a través de la emisión monetaria, ¿pero eso que traducción tiene? Quiere decir `señores, no emitan dinero emitan deuda´. Porque el déficit fiscal se cubre emitiendo dinero emitiendo deuda. Cuando te dicen que no emitas moneda para financiar el déficit, te están diciendo que emitas deuda”, subrayó Giuliano.

Y añadió que “por otro lado el Fondo le exige a la Argentina bajar la brecha cambiaria. Como sabemos, hoy en día el dólar paralelo está el doble que el dólar oficial. Entonces, disminuir la brecha cambiaria significa aumento del valor del dólar medido en moneda nacional y ese aumento se traslada a los precios con lo cual, la presión inflacionaria va a aumentar”.

Otro tema que genera incertidumbre y que entra dentro de las recetas del FMI es el de los subsidios. Sobre esto, Giuliano recalcó que “el Fondo Monetario le exige al país baja de subsidios a los servicios públicos, especialmente en energía y también en transporte. Esto quiere decir que lo que paga el Estado por recaudación se lo traslada al usuario y eso se traslada a los precios. Esto es más inflación”.

Otro punto anunciado es el de las tasas de interés positivo, a lo que el economista definió como “de las cosas más peligrosas. Traducido quiere decir aumento de las tasas de interés, porque hoy en día el Banco Central llevó las tasas de interés del 38 al 40% de interés anual, una tasa efectiva del 49%. Son las tasas de interés más altas del mundo y la inflación está en 50 y se proyecta 55. Esto quiere decir que las tasas de interés van a tener que ser superiores al 50 o 55% para ser positivas dentro de este esquema de inflación”.

“Están armando un cóctel financiero explosivo porque hay una verdad fundamental que yo siempre repito: el principal problema de la Argentina no es económico, es financiero. No pasa por la economía física, real. Argentina no carece de recursos, de mano de obra o de posibilidades de producción. Lo que está frenando, ahogando y matando a la economía argentina es el capital financiero”, advirtió

Giuliano explicó que “según el proyecto de presupuesto que mandó Guzmán al Congreso este año, sin contar con los 20.000 millones que hay que pagarle al fondo le vencen al país 52.000 millones de dólares de capital. Pero el país no va a pagar 1 centavo de amortización de capital, piensa refinanciar hasta el último centavo. Además según el presupuesto 2022 que no fue aprobado todavía, pero que Guzmán dijo que iba a volver a mandarlo en marzo, está previsto que la deuda aumente este año otros 28.500 millones de dólares”.

“Dentro de este esquema, Argentina ya está en un estado de insolvencia, lo que le falta es blanquear esa insolvencia. Yo digo que el día que haya un gobierno que realmente pelee por los intereses nacionales, el primer paso tiene que ser el blanqueo de la insolvencia fiscal. La Argentina no tiene ni liquidez ni solvencia para poder afrontar esta deuda”, planteó el economista.

“Pero Argentina adoptó una de las peores estrategias de negociación que es pagar mientras se negocia. En cualquier estado concursal público o privado cuando el deudor no puede pagar, suspende los pagos de capital e interrumpe el devengamiento de los intereses. Pero la Argentina ha hecho con los fondos buitres en el 2020 y ahora con el Fondo la misma política increíble: paga mientras negocia. Ya le hemos pagado unos 7000 millones y cuando llegue el 22 de marzo, que es la fecha prevista para el acuerdo con el FMI, la Argentina ya le va a haber pagado 10.000 millones de dólares cash al Fondo. Eso significa que el país llegaría un acuerdo después de haberle integrado en efectivo casi una cuarta parte de lo que el fondo desembolsó”, advirtió el economista.

Y aseguró que “la posibilidad de un default, no solamente existe sino que es necesaria. Pero no un default como repudio anticipado a la deuda, sino como un blanqueo de la insolvencia, que inmediatamente atrás dispara la auditoría de la deuda. Y ahí vamos a ver qué ocurre cuando se haga un auditoría que como corresponde con la deuda porque no podemos hacer un auditoría, si no estamos en default”.

 

Blanquear la deuda

“La historia está demostrado nuevamente que cuando se acuerda con el Fondo las cosas nunca terminan siendo buenas, y lo que ha trascendido hasta acá es muy malo. Acá lo que hay es una sustitución de una deuda por otra: desaparece una deuda nula y aparece una deuda blanqueada” sostuvo en un reciente informe el director del Banco Nación, Claudio Lozano.

“Hay una oportunidad histórica no sólo para reorientar la discusión sobre el endeudamiento argentino a partir de la evidente estafa que viene de la mano del gobierno macrista, sino sobre las irregularidades que ha cometido el Fondo en el tratamiento del caso argentino que permiten dar un conjunto de discusiones para producir cambios realmente sustantivos y obtener mejores condiciones para la negociación”, manifestó.

El economista, sostuvo que con el acuerdo que propuso el Ejecutivo “se ha descartado la posibilidad que brindaba definir la nulidad del endeudamiento” a pesar de que “hay cuatro organismos del Estado Nacional que han hecho aportes documentales formidables a la presentación de los delitos o ilícitos planteados en el proceso de endeudamiento”, en referencia al Banco Central, la Oficina Anticorrupción, la Sindicatura General y la Procuración del Tesoro.

Lozano aseguró que “esos materiales realmente proporcionaban la posibilidad de que el Poder Ejecutivo declarara la nulidad de este endeudamiento” y diera al Parlamento también la posibilidad de hacerlo. Y agregó: “Con esas dos definiciones había presión suficiente para incidir sobre la necesidad de una declaración del mismo tenor desde el Poder Judicial”.

“Ésta era la base desde la cual había que sentarse a conversar. Esto se eludió, se planteó una estrategia de negociación donde se percibía que el Fondo podría llegar a ser nuestro aliado para encontrar una salida al problema de la deuda, lo que realmente no ha dado resultado y nos ha llevado a una situación donde el Gobierno esta derrotado políticamente luego de haber practicado un ajuste en línea con las conversaciones con el Fondo en 2021 y sin reservas después de haber dilapidado dólares, lo que consecuentemente no le permite tener una reserva para una negociación de mayor fortaleza”, explicó el dirigente.

Por otro lado remarcó que “no se puede discutir con el Fondo sin revisar las políticas internas” porque no se puede discutir “sobre la base de las políticas que hasta acá se vienen aplicando”.

“Es realmente inentendible que aceptemos un cercenamiento de soberanía que suponga una misión adentro del país a la cual hay que elevar y consultar las propuestas políticas, una revisión trimestral de carácter vinculante respecto de si nos dan o no el dinero para realizar la cancelación, y un auditor británico a 40 años de Malvinas”, expresó. Y señaló que “el Parlamento tiene intervenir para evitar niveles de cogobierno como los que se están planteando”.