En los operativos coordinados por la cartera que conduce la ministra Nilda Garré, integrantes de la División Drogas Peligrosas de la PFA secuestraron una importante cantidad de estupefaciente fraccionado y dispuesto para su inmediata comercialización, en su modalidad “delivery”.

La banda fue desarticulada tras la una denuncia recibida en el nuevo servicio de emergencias 911 de la Policía Federal que alertó sobre operaciones narcos en una de las propiedades allanadas.

Los procedimientos se realizaron en domicilios situados en Monroe al 2600, Mendoza 2900 y Freire 2200, del barrio del Belgrano, en Paraná al 400 y Arenales 3600, del barrio de Retiro, y en Gibson 4000, del barrio de Boedo.

La investigación la inició personal de una brigada de la comisaría 23 sobre un domicilio situado en la calle Monroe que, luego se determinó, funcionaba como cabecera de distribución de la cocaína.

«Todo el tiempo había movimientos indicativos de una actividad ilegal en una de las propiedades alquiladas para el trabajo de la banda», remarcó el secretario de seguridad, Sergio Berni en rueda de prensa hoy.

Los detenidos ocupaban todos los eslabones dentro de la banda: desde el capitalista que financiaba las operaciones hasta los distribuidores de los deliverys. De la droga secuestrada, 2 kg se encontraban compactados, 28 kg estaban en polvo y los 67 kg restantes estaban fraccionados en más de 62.000 dosis en sobres plásticos termosellados, un sistema sofisticado de envoltorios herméticos de calidad  de 2 gramos cada uno.

Berni destacó que la droga estaba destinada a consumidores de alta gama.

Interviene en la causa el Juez Federal Nº 3 Daniel Rafecas, Secretaría Nº 5 a cargo Heim.

Los detectives consideraron que por la cantidad de droga confiscada la banda se trataría de un mayorista en este negocio, que vendía en cantidades considerables que luego eran revendidas al menudeo. 

Nuevas tareas de investigación condujeron al allanamiento de varios domicilios de la CABA donde se secuestró más droga, un vehículo de alta gama con cocaína escondida descubierta por canes entrenados, computadoras, balanzas, aproximadamente 72.000 pesos en efectivo, listado de cuentas, celulares  y documentación que responsabiliza a los implicados.