Sociedad

Para la fundadora de Abuelas, Marcela Noble Herrera es su nieta

María Isabel Chorobik “Chicha” de Mariano declaró en una audiencia por el robo de bebés durante la Dictadura y afirmó: “Para mí es mi nieta Clara Anahí”, en relación a la hija adoptiva de Ernestina de Noble.

"Chicha" Mariani busca a su nieta Clara Anahí.

La fundadora de las Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel Chorobik “Chicha” de Mariani, manifestó en las últimas horas que la hija adoptiva de Ernestina de Noble, Marcela Noble Herrera, es su nieta.

“Para mí es mi nieta Clara Anahí”, secuestrada en noviembre de 1976 a los tres meses de edad, indicó la mujer u agregó: “Siempre lo creí posible pero cuando ví las fotos del casamiento de Felipe, hay muchos rasgos de la cara que son de nuestra familia y la mano, la tiene así como yo ahora”.

Mariani realizó estas declaraciones en una audiencia anticipada del juicio por el “plan sistemático” por el robo de bebés en el Tribunal Oral Federal 6, y aseguró además que Juan Fiorillo, el policía que sacó a la bebé Clara Anahí de la casa donde fue asesinada su madre Diana Teruggi, fue “el mismo que llevó Marcela a los Noble desde la Plata”.

“Ramón Camps le ordenó a Fiorillo que pusiera a la nena en el auto” con el cual fue llevada primero al Hospital Italiano de La Plata para una revisación, aseguró y agregó que en las gestiones realizadas para obtener la devolución de la bebé por un funcionario de la Universidad de La Plata, donde tanto ella como su marido trabajaban, Camps y le transmitió que a la niña «no debían buscarla más porque estaba muerta».

“Cuando vino la democracia, la señora de Noble se fue con sus hijos adoptivos a Suiza y los puso en un colegio, y yo creo que lo hizo porque pensó que nosotros íbamos a hacer algo con los datos que teníamos”, indicó la fundadora de Abuelas, quien fue autorizada a brindar testimonio en una audiencia especial antes del inicio formal del juicio que será el próximo 7 de marzo.

En esta causa están imputados los dictadores Jorge Videla y Reynaldo Bignone junto a los represores Santiago Omar Riveros, Jorge Eduardo Acosta, Cristino Nicolaides, Antonio Vañek y Rubén Oscar Franco, quien fueron autorizados a no presenciar la audiencia.