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FORMOSA

El gobernador resaltó la igualdad de oportunidades que ofrece el sistema educativo provincial

Al asistir al cierre del ciclo académico 2013 del Instituto Universitario de Formosa con sede en Laguna Blanca, el gobernador Gildo Insfrán habló del cambio real que se produjo en la provincia.

Se refirió sobre todo, a los avances en materia educativa, señalando a modo de ejemplo que por efecto de la igualdad de oportunidades que existe por la aplicación del modelo propio, el hijo de un pequeño productor campesino o «paippero» puede llegar a ser ingeniero.

Tras hacer un repaso de la realidad educativa de las últimas décadas, sintetizó las diferencias al señalar que «antes debíamos correr detrás del saber y los jóvenes de hoy están siendo perseguidos por el saber, por lo que espero que lo reciban con los brazos abiertos». Explicó que su gestión enfatiza en la educación por considerarla la herramienta fundamental para la transformación y porque sin el conocimiento es imposible alcanzar los grandes objetivos que se proponen los pueblos y porque tiene que ver con el sentido mayor del modelo en marcha cual es hacer posible el desarrollo humano de modo pleno.

Insfrán significó que el cambio se dio con mayor celeridad con el advenimiento de la democracia hace 30 años que , según su convicción, no fue un regalo sino el fruto de la lucha del pueblo argentino y en especial del sector gremial y de esa juventud maravillosa que hizo claudicar a una de las dictaduras más sangrientas».

El mandatario mostraba la realidad comparándola con el tiempo que le tocó vivir a su generación cuando en la provincia había solamente cuatro colegios secundarios que obligaba a gran cantidad de jóvenes del interior, como ocurrió en su caso, emigrar hacia Clorinda, la ciudad capital o provincias vecinas.

También hizo referencia a las dificultades para darle continuidad al deseo de estudiar de quienes egresaban del secundario porque llegar a la universidad significaba afrontar los gastos que ello implicaba además del desarraigo de la familia pues lo más cercano era Resistencia o Corrientes y también Asunción, aunque en estos casos los ingresos se producían por cupos que habitualmente eran utilizados por familiares de los funcionarios de la embajada en el Paraguay.

Mencionó el cambio que se produjo en Formosa con la creación de las escuelas secundarias en todo el territorio, tanto en el ámbito urbano cuanto rural, los institutos terciarios, la Universidad Nacional de Formosa y ahora el Instituto Universitario de Formosa.

Cuando aludía al detalle de que el hijo de un campesino puede llegar a ser ingeniero si se lo propone y estudia, advirtió que no debe encarar ese trámite en su formación simplemente para tener un título, para que lo llamen «ingeniero» y no sepa nada.

Respecto de los que en el futuro se inscribirán en las carreras del IUF les hizo saber que «aquí deben venir, pero para aprender», haciendo notar que se trata ella de una responsabilidad que no es excluyente del alumno sino que debe ser compartida por el profesor. «Basta de profesores teóricos!», solicitó para señalar que lo que enseñan en las aulas después tienen que demostrarlo prácticamente en el terreno para que de ese modo cuenten con la autoridad y el respeto del productor.

Formuló un llamamiento a la comunidad a asumir las responsabilidades de lo que ocurre en la evolución de cada una de las etapas del sistema educativo para que desde la armonización que deviene de la gestión articulada y el compromiso social se terminen los eternos intercambios de culpas acerca de cuáles de los eslabones de la cadena es el responsable de las debilidades que padece el conjunto.

«Está de modo el hacer autocríticas pero pasa que siempre el que lo propone echa las culpas al otro», ejemplificó.

«Todos tenemos la culpa o se piensa que los profesionales que estamos formando no tienen los conocimientos necesarios que se requieren para transformar Formosa?», planteó para sugerir que se impone una mirada introspectiva para determinar qué recursos humanos son los que en realidad hacen falta para sumarse al proceso revolucionario que plantea el proyecto provincial, de modo tal que no solamente haya más profesionales sino que éstos sean capaces de contribuir para que se genere más riqueza de modo tal que sea factible una más justa distribución en la comunidad.

Dijo luego que la percepción acerca de las necesidades de formar recursos que estén ligados al sector productivo fundamentó la elección del lugar que sea sede del Instituto Universitario en alusión a las 609 hectáreas que fueron definidas para construir la infraestructura edilicia. «Sobre eso se dijeron tantas cosas como por ejemplo que queríamos destinarlas para sembrar soja y otra serie de sandeces que surgían de la gente que venía de afuera a querernos enseñar cómo tenemos que vivir y qué tenemos que hacer en nuestro lugar; en un medio que desconocen», memoró para admitir: «Lograron su objetivo que fue impedir que el Instituto tuviese su propia casa».

Tras cartón lo expresó como un presagio: «Pero más pronto que tarde vamos a tener nuestra casa donde elegimos».

Poderosos que se resisten

«No es problema la riqueza, sino su mala distribución, y eso debemos resolver sino la brecha se seguirá profundizando», enfatizó, para subrayar que «nosotros los peronistas queremos cambiar esta realidad injusta, luchamos por ser más libres y más soberanos».

En este marco es que refirió a los recientes «momentos difíciles» que se vivieron en algunos puntos del país, afirmando que esto obedece a lo antes dicho, es decir que «cuando se quieren producir cambios, los que tienen privilegios dentro de ese modelo injusto, se resisten a esos cambios, y son poderosos, tienen fuerza, utilizan todos los métodos habidos y por haber; en otra época era ir a golpear las puertas de los cuarteles, hoy lo hacen a través de los medios monopólicos de comunicación generando descontento, incluso un nuevo método, en algunas fuerzas de seguridad creando el mal humor», enfatizando que «toda esta situación que se ha generado y que no corresponde que estemos viviendo los argentinos».

Exhortó a todos los formoseños a «recibir el espíritu navideño con mucha paz, pero también con mucha esperanza. El porvenir que nos depara es venturoso».

Zorrilla

El ministro de Cultura y Educación, Alberto Zorrilla, destacó que «solamente en Formosa podemos tener un cierre de ciclo universitario con todos los condimentos de una educación popular y revolucionaria», al tiempo de subrayar el «espíritu PAIPPA» impregnado en el lugar. También destacó el dictado de la Ingeniería en Producción Agropecuaria, única en las universidades nacionales del país, existiendo solo una privada que tiene algo similar.

Dijo que «este IUF ratifica la doctrina de este gobierno, que sitúa al hombre en el centro de la cuestión, porque todo se dispone hacia él, disponiendo inclusive que la producción este a su servicio, configurando así el apotegma de que el capital tiene que estar al servicio de la economía y la economía al servicio de la política y la política al servicio del hombre».

Señaló que «hablar solo del instituto universitario es quedarse corto, porque éste representa por ahora el último eslabón de esa cadena de un servicio educativo que comienza con un nivel inicial y disperso en toda la provincia, que hace que el 95 % de los niños de 5 años hoy tengan su servicio educativo cerca de sus casas», añadiendo que en el caso del Primario se llega a un 98 % de los chicos formoseños escolarizados.

También destacó mejoras como en el índice de repitencia, afirmando que «se tiene un 3,2 % en la provincia, entre los más bajos del país», añadiendo asimismo que se cuenta con casi igual cantidad de escolares en primer grado que el sexto, «o sea que se mejoro en el trayecto educativo y se está dando respuesta a la necesidad de la gente en calidad y en modalidades como la Intercultural Bilingüe en comunidades aborígenes».

Carreras orientadas a la necesidad de Formosa

El director del IUF, Miguel Alonso Torres calificó el acto como un «hecho histórico dentro de la política educativa, porque estamos fortaleciendo la alianza estratégica entre educación-producción-trabajo a través de este instituto involucrado con la realidad formoseña».

Ponderó el fuerte respaldo del gobierno al dictado de las carreras orientadas a la producción, el trabajo y lo ambiental, como también para tener una matrícula de jóvenes (en su amplísima mayoría hijos de productores) provenientes de 22 localidades de la provincia, incluso disponiendo una beca para los dos mejores promedios de las 19 escuelas secundarias de la modalidad agro-técnica; incluso desde el 2014 se dispuso otorgar cuatro becas a estudiantes provenientes de comunidades pertenecientes a las tres etnias aborígenes que habitan la provincia.

Asimismo, destacó el acondicionamiento integral de las aulas, el proyecto de construir otras cuatro más, sala informática equipada, la ejecución de tres laboratorios completamente equipados, de física, de química otro especial de calidad de miel que estará al servicio de los apicultores. Dijo que las obras están concluidas y todo el equipamiento en proceso licitatorio.

Soporte estatal fue fundamental para que el índice de deserción se encuentre muy por debajo de la media nacional e incluso internacional para este nivel.

Trabajo en mejorar la malla de las currículas de las carreras que allí se dictan, incluso en la Ingeniería Agropecuaria que comenzó a dictarse este año, «de tal manera que los futuros ingenieros sean más equilibrados entre lo teórico y lo práctico».

Una estudiante, Romina Sanabria, un padre de la zona que tiene dos hijos cursando estudios en el IUF, Ricardo Fernández, e incluso el intendente lagunense, Ricardo Lemos, coincidieron en la «trascendencia» de este salto superlativo en materia educativa en esa región. «Sin dudas que desde 1995 para acá hay otra Formosa, y el gran hacedor de esta transformación es el gobernador Gildo Insfrán», dijo Fernández, quien además significó haber dejado atrás el siempre preocupante desarraigo al contar con una universidad cerca del hogar.