Los sindicatos industriales, integrados en la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) y gobernadores reiteraron su rechazo a las políticas económicas del gobierno de Javier Milei.

Los mandatarios provinciales presentes fueron el gobernador Axel Kicillof, junto a sus pares Ricardo Quintela (La Rioja), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Sergio Ziliotto (La Pampa).

Como parte de los sindicatos industriales, la UOLRA estuvo representada por su secretario general, Luis Cáceres junto a al secretario general del Smata, Ricardo Pignanelli, Gerardo Martínez (UOCRA), Abel Furlán (UOM), Hugo Benítez (Textiles) y Walter Correa (Curtidores), entre otros.

La reunión contó con la presencia de mandatarios provinciales y referentes de los gremios industriales.

El documento titulado «Sin industria argentina no hay empleo» se presentó este jueves en la sede central del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor para rechazar los instrumentos jurídicos de la gestión nacional como el DNU 70/23, la Ley Bases, el Pacto Fiscal y el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).

La razón principal del documento pone acento en la acelerada destrucción de la industria que generan esas normativas que representan la base de lo que el Presidente definió como la «primera fase» de su gobierno. El mismo es resultado de la encuesta realizada entre 25 sindicatos sobre el empleo, la producción, las ventas y los despidos ocurridos en el primer semestre del año.

Los datos que arrojó el relevamiento son alarmantes: el 90% de las organizaciones indicaron que la situación económica de las empresas empeoró, mientras que el 65% declaró una caída en las ventas de más del 15% y el 40% indicó que solo está empleando 6 de cada 10 máquinas o menos.

Sobre el empleo, el 56% de las empresas declaró abonar los salarios en las fechas establecidas mientras que el 38% de las empresas está realizando los pagos en cuotas. El 80% de las empresas despidió trabajadores y el 90% recortó las horas extras. El 60% de los trabajadores sufrieron algún tipo de suspensión o fueron licenciados. A todo esto se suma otro dato publicado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) que indica que entre diciembre y mayo se dieron de baja 330 mil cuentas sueldos.