Entrevistas

“Hay que ganar mercados en la región”

Sergio Woyecheszen, Subsecretario de Comercio, Industria y Minería de la Provincia de Buenos Aires habla sobre las potencialidades productivas de la provincia de Buenos Aires a la que consideró “la provincia más industrializada del país”.

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A su vez, el coordinador del área económica de la Fundación DAR explicó el programa económico en materia de integración regional y comercio exterior de Daniel Scioli en caso de ser electo el próximo 25 de octubre.

¿Cuál es rol de la provincia en el comercio exterior?

La provincia de Buenos Aires es un transatlántico. Tan solo  la industria expresa el 56 por ciento del PBI industrial del país y expresa un tercio del total de las exportaciones nacionales con una característica que es importante que la gente entienda es que mientras que a nivel país, un tercio de las exportaciones son de manufacturas de origen industrial tales como automóviles, material transporte, químicos, plásticos, metalmecánica, entre otros. En la provincia la cifra aumenta a poco más del 50 por ciento lo que implica una provincia netamente industrial. Es la provincia más industrializada del país.

¿Cómo se posiciona la provincia en el proceso de diversificación de la matriz productiva?

Dada la representatividad que tiene la provincia empuja o supone todo lo que ha avanzado el país en el camino de la industria nacional y el empleo que nunca debió haber abandonado. Pero también hay enormes desafíos. Argentina tiene que tomar dos caminos centrales en materia productiva. Por un lado tiene que agregar valor a las materias primas, hay un 40 por ciento que exporta en materias primas en bruto, otro 40 por ciento con una pequeña transformación industrial y apenas un 20 por ciento de productos con valor agregado y por ende, generando mayor empleo y mejor salario. Por otro lado, tenemos que avanzar en la sustitución de importaciones, cada vez que la Argentina crece un punto, las importaciones para sostener ese punto de crecimiento, crece casi dos puntos. Lo mismo pasa con la industria, para que crezca un punto, las importaciones crecen dos puntos y medio. Cuando se sostiene un proceso de crecimiento fuerte con el impulso de una demanda pujante, un mercado interno fuerte, consumo generación de empleo y buenos salarios, mucho de esto se sube a las importaciones, con lo cual esto cada 7 u 8 años nos puede traer algunos dolores de cabeza en cuanto a la restricción externa y la disponibilidad de divisas para sostener el crecimiento. Esto marca un punto de desafío importante para el futuro porque Argentina va a tener que acelerar y sostener una demanda efectiva pujante al mismo tiempo que se introduzcan los cambios en la motriz productiva para agregar valor en origen, la sustitución de importaciones y la exportación con valor agregado para poder dar este salto. La matriz productiva y exportadora está muy diversificada, lo que hay que hacer es profundizar en los eslabonamientos productivos de esa exportación.

¿Cómo sería ese proceso de “eslabonamiento productivo”?

El 75 por ciento de las piezas de los autos que se exportan son importadas. No se trata solo de exportar más automóviles sino de llevar a cabo una transformación interna para lograr mayor contenido nacional a lo estoy exportando. Lo mismo para el material de transporte, los medicamentos, la metalmecánica y los plástico, y el desafío  para agregar valor a las carnes, la industria alimenticia, molinería, pieles, cueros, etc.

Mar del Plata es una economía regional importante para la provincia y el país. El puerto es un sector tan importante como conflictivo. ¿Qué mirada tenes de la situación?

Hace un tiempo estuvimos en la ciudad reunidos con el equipo de gestión del intendente, Gustavo Pulti, donde charlamos sobre la problemática del sector. Las respuestas a las economías regionales y al puerto no escapan de la necesidad de soluciones integrales. Muchas veces uno escucha en la oposición que con medidas mágicas, por caso la devaluación del peso o la quita de retenciones pretende resolver toda la realidad de una economía regional. Nosotros sabemos que eso no es así. En el caso de la pesca, hay que hacer un trabajo fuerte en costa, especialmente en la agregación de valor en tierra que es casi el 70 por ciento de toda la actividad, hay que trabajar fuerte en el acceso al financiamiento y crear un esquema de promoción específico con beneficios fiscales para cubrir situaciones coyunturales. Las circunstancias hacen que tengamos que trabajar en la protección del mercado interno, ganar nuevos mercados, premiar la agregación de valor especialmente el que se hace en tierra y en la renovación de flota para los pequeños y medianos. Hay todo un plan de trabajo y una agenda para fortalecer el sector pesquero y otras 37 economías regionales en el sentido integral con desafíos fuertes en infraestructura, la puesta en valor de la hidrovía, corredores bioceánicos, energía eléctrica y gas.

 

Hablaste de ganar nuevos mercados. ¿Cuáles serían esos mercados?

El primer mercado que hay que ganar es el regional. Es el que nos va a permitir potenciar el desarrollo productivo, generar valor agregado, en particular al agro,  y nos permitirá avanzar en el proceso de sustitución de importaciones. En la mayoría de las regiones del mundo, el comercio intra-industrial entre los países supera el 60 o 70 por ciento, nosotros en la región no llegamos al 20 por ciento. Si tomas todos los países de Cono Sur y haces el déficit industrial que esos países tienen superan los 230 mil millones de dólares, fíjate la escala que podríamos tener si nos sentáramos, como hizo Daniel hace poco con Lula (Da Silva) para charlar cuestiones vinculadas a la industria automotriz, autopartes, la metalmecánica, y lo hiciéramos así con el resto de los países con el que tenemos una excelente relación, se abrirán posibilidades enormes para ganar escala y atraer inversiones.

Si Argentina logra acordar con Brasil, no en 900 mil automóviles al año sino en la fabricación de 5 millones de autos, podríamos lograr una escala muy buena para conseguir inversiones en autopartes trabajando en concreto en el desarrollo de electrónica de autopartes, agenda de trabajo que ya estamos desarrollando con la Gobernadora de Tierra del Fuego, Roxana Bertone. La idea es abrir el régimen de Tierra del Fuego para permitir inversiones para la producción de electrónica, no solo de consumo sino también para autopartes, agro partes, industria naval y maquinaria agrícola. Una vez que se avanza en mayor escala en la complementariedad con otros países es abre un abanico de posibilidades para profundizar la diversificación de la matriz productiva.

¿Qué rol cumple la Fundación DAR? ¿Está pensada para que perdure en el tiempo?

La Fundación DAR fue fundada en 2013 para armar todo el plan de un futuro gobierno de Daniel Scioli y si la gente nos acompaña el próximo 25 de octubre, que todas las propuestas estén plasmadas en el momento de la gestión. Mi rol en particular es coordinar el área de desarrollo económico, en lo concreto ya tenemos un primer trabajo que la gente lo puede encontrar de forma gratuita en www.desarrolloargentino.org. Allí hay una serie de lineamientos de política económica y un trabajo muy fuerte sobre el desarrollo de 36 sectores, y el 15 de octubre, Daniel Scioli, lanzará en Córdoba Capital un programa sobre 38 economías regionales con la idea de llegar al 10 de diciembre con todos estos temas macroeconómicos y en coordinación con el sector privado, un análisis de 74 áreas de actividad, posibilidades de inversión, mecanismos de financiamiento y la creación de una Banca de Desarrollo encabezada por Miguel Peirano. La idea de la Fundación es permanecer y generar un ámbito de encuentro, discusión y debate para la transformación productiva de la Argentina.