Sociedad

Por Anabel Acevedo

“Es legítimo que muchos se dediquen a defender la Cultura Nacional”

Tom Lupo es psicoanalista, conductor de radio y poeta. Hoy conduce “El Pez Náufrago” y “En mi propia lengua”, en Radio Del Plata y en Radio Nacional. También participa en el panel de “Bendita TV”, junto a Beto Casella.

Este hombre con una extensa trayectoria en radio y televisión tuvo un mano a mano con El Mensajero Diario.

Este hombre multifacético tuvo un mano a mano con El Mensajero Diario. Contó cómo es tener un programa de radio con poesías, qué piensa de la música actual y cómo ve la ley de medios. Reconoce la exitosa gestión de la Secretaría de Cultura de la Nación. Y deja un poema de su autoría al cierre de la entrevista.      El nombre del programa de Radio Del Plata, “El Pez Náufrago” ¿viene de un poema o un cuento?  “El Pez Náufrago” es un poema de Macedonio Fernández compuesto por tres palabras, es de una simpleza extraordinaria porque te da una cosa de paradoja. Él ya tenía un poema de dos palabras: “Discrepo Desesperadamente”; tal vez el poema más corto de la lengua castellana. Macedonio es considerado un maestro de todos los grandes pensadores argentinos. Borges decía que fue el más grande conversador que conoció en la vida. “El Pez Náufrago” está inspirado en este poema y en este momento creo que es el único programa que es una tira diaria, de lunes a viernes dedicado solo a la poesía. Es una apuesta audaz de Radio Del Plata, y en esta época dónde lo principal es mostrar las partes anatómicas de las mujeres, hacer un programa de poesía me parece de lujo.    ¿Cómo es la reacción del público ante un programa así?  Ha crecido mucho, es muy participativo. Hay mucha gente que tenía su poemita guardado, también han crecido mucho los grupos de poesías y los sitios. Mucha gente que tuvo una relación con la poesía en la adolescencia y ahora la recuerda de grande. Gente joven que empieza a escribir y algunos que volvieron a escribir gracias al programa. Lo ideal es que la gente aporte algo, no solo que mande saludos. Nosotros, generalmente, no pasamos saludos, la gente lo fue entendiendo y ahora el 95% de los llamados son poemas. El programa se volvió participativo y está hecho por cientos de personas, todos los días recibimos no menos de 30 poemas y los pasamos, les damos medio minuto o un minuto.     ¿Por qué la radio, como medio, sigue siendo tan escuchada?  Gracias a la televisión se ríe. La verdadera razón siempre se desconoce porque es una combinatoria de miles de elementos. Pero me parece que el factor principal es lo que la gente llama “la compañía”: poder estar haciendo otra cosa, escuchando radio. Es menos exigente que la tele que tenés que colocar todo tu cuerpo, toda la atención. Yo sigo pensando que es el medio menos alienante. Porque en la televisión está todo servido, no deja cuota al receptor y en la radio, al jugar la imaginación, al no ver, al no estar la representación, juego más lo imaginario. En general, todo lo visual tiende a tener un viso de ejemplo. Lo que pasó con los videos clips es el mejor ejemplo. Antes uno escuchaba una canción y se imaginaba lo que quería. Cuando surgió el video clip, asociado a una canción, escuchás una canción y te acordás del video clip, antes hacías vos tu propio video clip en la cabeza, siempre diferente. Tiene una cosa de estratificar la imagen. Yo soy más partidario de la palabra. Estoy en televisión accidentalmente, pero prefiero la radio.     ¿Qué te parece lo de la pluralidad de voces? ¿La ley de medios?  Me parece excelente, la idea de que se multipliquen las radios, de que las comunidades tengan sus propias radios, las ongs, las universidades. De que haya radios de los pueblos originarios, es el medio ideal para ellos. He estado de visita en radios pequeñas, en pueblos y he escuchado mensajes extraordinarios que tienen que ver con pedidos de un vecino a otro. La radio tiene esa función social. Pero como todos los medios, la idea de que pertenezcan solo a un grupo es peligroso porque sigo creyendo en la teoría de que los medios influyen muchísimo en la gente. La gente habla de lo que vio en la tele, lo que escuchó en la radio. Es la materia prima de muchas conversaciones en las oficinas y hogares. Los medios moldean, muchas veces los pensamientos, la realidad está mediatizada. Viva la pluralidad. Ojalá se pueda poner en ejercicio la ley de medios. No importa el gobierno que la haya hecho, cualquier gobierno que la hubiera hecho yo la hubiese apoyado.       En una entrevista dijiste “Soy un simple obrero de la lengua que intenta defender la cultura nacional”.  Me pasó esto, cuando yo entré a la radio, la mayoría de la música era en inglés (el 95%). Yo venía de un cierto pensamiento nacional, había sido influido por Jauretche, Scalabrini Ortiz, Haroldo Conti, entonces no podía hacerme el oso, yo sufría pasando música en inglés sabiendo que le estaban robando su propia lengua a toda una generación. Además, ya era psicólogo y para la psicología el lenguaje es lo fundamental. Es más, para la filosofía también, Heidegger, decía que el lenguaje es la casa del ser el ser está en el lenguaje, no está en otro lado. Es lo que hace humano al humano. También decía que si vos leés en otro idioma escuchás una canción en otro idioma puede gustarte mucho pero eso llega solo a la ensoñación. Cuando es tu propia lengua puede transformarse en un viaje, puede cambiar una idea tuya, una forma de pensar. Entonces escuchar música en otro idioma es una ensoñación, equivale a una masturbación. Escuchar en tu propio idioma equivale a un viaje. Mirá qué diferencia. Es más tengo un programa en Radio Nacional que se llama “En mi propia lengua” hasta hice un CD de poesías que se llama así, donde solo recito poetas en lengua castellana. Si hay tanta gente que defiende la cultura extranjera es legítimo que muchos se dediquen a defender la cultura nacional. Antes estaba mal visto ser nacionalista, estaba asociado a la derecha, ahora existe la idea de que hay nacionalismo bueno y sano; y es legítimo eso. Más ahora con la idea dela patria grande, de volver a juntarnos con Latinoamérica, es un momento maravilloso. Hasta hace unos años no conocíamos los nombres de ningún presidente de Latinoamérica, ahora conocemos a todos. Es un fenómeno nuevo, uno dice Evo, Lula, Chávez, Correa, uno sabe de quién está hablando. Es increíble. Los conocemos a todos, a los vivos y a los muertos.       En relación a la música, los jóvenes volvieron a escuchar música que antes no escuchaban. Sí, hubo un cambio muy grande desde la crisis del 2001. Por día vienen a verme o me hacen llegar cds de 5 o 6 grupos nuevos; hasta el 2001 de cada 10 grupos, 10 eran de rock. Ahora de cada 10, 5 son de rock, 2 o 3 son de tango y 2 o 3 suelen ser de folklore. Eso es nuevo, hay grupos de jóvenes que se están dedicando al tango o al folklore. ¡Caramba! Recuperar nuestra cultura, nuestra música es fundamental, éramos reproductores de otra cultura. Somos la patria de Borges, de Cortázar, de Piazzola, de Walsh, de Leonardo Favio ¡Mirá si tenemos para mostrar al mundo lo nuestro!. Yo creo que existe todavía un efecto de colonialismo y está vigente la palabra cipayo y gente que colabora alegremente con otros países. En dónde más se nota es en el cine. Viene una película extranjera y ocupan todas las salas y no queda lugar para el cine argentino, latinoamericano y europeo. Defender la cultura es también dar laburo. En este proceso de este gobierno ha sido un fenómeno increíble, el 4% del producto bruto es cultural, por primera vez en la historia. Hay que reconocerle al gobierno una tarea fundamental, la exitosa gestión de la Secretaria de Cultura, que han realizado el MICA (Mercado de Industrias Culturales Argentinas). Miles de productores del país juntándose con otros, intercambiando y haciendo ventas al extranjero. Estamos exportando material audiovisual a todo el mundo con tecnología argentina. Es un momento más que importante, hay un hecho que sale poco en los medios y que algún día tendría que ser la primera plana de un titular: se han repatriado en esto 10 años 850 científicos, talentos que estaban trabajando por el mundo están de vuelta en Argentina. Los beneficios de esto se entenderá en los próximos 10 o 15 años pero es fundamental lo que va a surgir de esos cerebros, trabajando para nosotros.     El INCAA realizó remasterizaciones de varias películas… Lo que está pasando con el canal del INCAA es extraordinario me estoy poniendo al día de un cine que me había perdido. Y también lo que están pasando en Televisión Pública a la noche, que hay un ciclo de cine extraordinario. Digo hay que festejar tanto una película nacional como un Fellini porque hay cosas de la cultura de afuera que son imperdibles y especiales para la formación del sujeto. Pondría en los colegios como programa ver las películas de Fellini por ejemplo.     Hace un tiempo Beto Casella te entrevistó con Alejandro Rozitchner quien dijo que el cine norteamericano era mejor que el argentino. Vos no estabas de acuerdo con eso. No, en absoluto. Por supuesto tiene una eficacia y tecnología, son industrias que nosotros no podemos tener pero yo veo una película de Favio y veo una película norteamericana me quedo con una película de Favio. Salvo que si ves una película de Kubrick o de Woddy Allen pero son grandes cineastas. Woody Allen es más conocido en Argentina que en Estados Unidos, nosotros tenemos un público muy culto.      Te quería preguntar por la música, suponiendo que cada momento histórico tiene su música, su estilo musical. El momento que estamos viviendo ¿qué estilo musical tendría? Se latinizó la música, se mezclaron los ritmos de Latinoamérica. Creo que hasta el cuarteto y la cumbia, que son tan despreciados también se metieron en la música y hay que darles su lugar. Uno no puede pretender un mundo de cultos. Digamos que esos ritmos, como la cumbia o el cuarteto, tienen su mensaje, su razón de ser, no hay que despreciarla. Pero en este momento las mezclas que hacen Kevin Johansen, Arbolito, La Bersuit o Cordera ahora como solista es la inclusión de todos los sonidos de Latinoamérica y de músicas muy populares de la Argentina. Eso es lo que ha pasado y me parece que no es una música muy definida, me parece que es un ritmo nuevo. Una nueva forma de sentir y no me atrevería a clasificar, por suerte. Porque, generalmente, se clasifica lo que ya está muerto. Está siendo, el tiempo dirá. Está época no tiene definición, hay un pensador que dice estamos en una época de interregno, que el tiempo dirá cómo se llama esta época, todavía no sabemos. Los que vivían en el Renacimiento no lo llamaban Renacimiento, 200 años después se lo llamó Renacimiento. ¿Qué somos ahora? No tengo ni idea, no creo que sea posmodernidad. Es otra cosa que no tiene nombre todavía.     Cuando hablas del cuarteto o la cumbia, si se piensa en la cultura popular, a veces la sociedad, lo asocia a lo bajo. ¿Cómo se puede explicar que esto no es así? Hay muchos ejemplos de que lo popular puede ser bueno, por ejemplo Charly García es bastante popular y es muy bueno lo que hace. Spinetta tuvo una gran popularidad en un sector muy grande de la juventud y es muy bueno lo que hace. En el mundo, Pink Floyd era muy bueno y era popular. Los Beatles también. Lo importante es la diferencia con lo chabacano, con el golpe bajo y con la autoayuda, eso no es arte. Pero el tango, que en su momento fue tan popular, si analizás la letra hoy en día tenía una calidad increíble, tenía calidad compositiva y sobre todo poética. Yo leo alguna letra de tango y para mí son poemas como el caso de los hermanos Expósito al yuyo del suburbio su voz perfuma ese es un poemazo de Homero Manzi o una frase a donde estaba Dios cuando te fuiste son grandes poemas. Lo que sucede es que falta algo, hay una revolución que falta, que es la revolución popular, la revolución de la cultura aún no ha llegado. Hay una gran discriminación. Yo voy al cine, veo una película de Fellini y entiendo de qué se trata pero tuve que pasar por la universidad, tuve que leer 500 libros. Pero es un privilegio que me dio el destino poder entender una película de Fellini y gozarla. Hay mucha gente que va y le va a parecer raro porque no tuvo los elementos. Esa es una injusticia, todos deberíamos tener los elementos para poder leer la obra y leer los múltiples sentidos que tiene una obra. Porque una verdadera obra de arte, no es la que le dice siempre lo mismo a la misma gente, es una que siempre está diciendo cosas diferentes, y cada vez que te acercás experimenta otra lectura. Ese es un pensamiento de Barthes, la polisemia de la obra de arte, los muchos sentidos. Pero para ello hay que tener un acceso mucho más grande, pero no alcanza con aprender a leer y escribir, en los colegios enseñan mal. Yo le llamo “educastracion” a los planes que hay actualmente. En poesía por ejemplo, siguen dando poetas que son muy aburridos, son malos. Y hay una producción poética, en las provincias argentina extraordinaria. Nosotros en los programas estamos leyendo poetas de las provincias y tenemos descubrimientos como un tal Leónidas Escudero, un sanjuanino, y les recomiendo un poema que se llama la “Medecina”  si este tipo hubiera nacido en Nueva York o en Buenos Aires sería famoso pero nació en San Juan. Nos quedamos asombrados de la calidad poética son absolutamente desconocidos. Foucault decía que a veces la suerte del artista depende de tener o no al mecenas adecuado, no la calidad de la obra, sino el contexto, la oportunidad y de quién se hace amigo. Freud en ese sentido ya tenía una visión de que todo persona lucha contra toda persona, el ser humano es un caníbal domesticado. Y las obras de arte luchan entre sí, y subiendo la apuesta, en las ciencias Bachelard, decía que las teorías también luchan entre sí, una teoría se constituye en contra de otra para demostrar que es más verdadera. Entonces hay guerra entre los seres humanos, y va a haber guerra siempre. Asique basta de una mirada humanista y estúpida de que el ser humano es bueno, así no nos vamos a curar. El ser humano no es bueno, tiene tendencias agresivas y hay que saberlo para poder manejarnos en ese contexto. Sin amenaza de control, el hombre vuelve al canibalismo. Freud decía si hay cultura, hay malestar.     ¿También cantas? Homero Manzi y Discépolo hacían todo lo que haces: escribían, estaban en la radio, cantaban… Sí, empiezo a tomar clases. Quiero cantar, a la vejez viruela. Termino con un breve poema que me pertenece, se llama Naturaleza: Naturaleza: lo único natural que queda son los duraznos al natural.