Los reyes magos tienen sus orígenes en la Biblia. Así, en el capítulo dos, versículo 1-12, del Evangelio de San Mateo, se narra el camino que hicieron tres ‘magos’ (denominados así porque en aquella época se conocía como ‘magos’ a los ‘sabios’ o astrónomos) que fueron siguiendo una estrella hasta llegar a Belén. Allí visitaron y ofrecieron tres regalos al recién nacido Jesús: oro, incienso y mirra.

Aunque las escrituras no explican de dónde procedían los tres reyes, todo indica que vinieron desde Babilonia o Persia, lugar en el que los magos tenían una gran influencia.

Según un manuscrito de la época: ‘Melchor, anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color; Gaspar, más joven y rubio; y Baltasar, un señor negro’. Aparentemente representantes de Europa, Asia y África.

Otro enigma es la estrella que les condujo hasta el pesebre del Niño. Para muchos científicos no se trataba más que de un cometa o meteoro luminoso.

Sin embargo lo que más convoca a los pequeños es que traen regalos y según la tradición, más grandes o importantes que los navideños ya que ellos son tres.

Todos los años, pasada la Navidad, los niños empiezan a pensar en los regalos que desean que les traigan y escriben la carta a los Reyes Magos. En la misma deben contar cómo se han portado a lo largo del año y qué regalo les gustaría recibir el 6 de enero.

La noche del 5 de enero los niños deben dejar sus zapatos en algún lugar de la casa y al día siguiente se encuentran allí los regalos. Además no deben olvidar  de dejar algo de comer y beber para los camellos, y también algo bien rico para Reyes, y lo mejor es consultar qué con papá y mamá. 

De esta manera, cada año, durante la madrugada del día 6 de enero, los Reyes Magos acuden a las casas de los niños para dejarles sus regalos.

Según la tradición, una de las cosas exigidas por los Tres Reyes para que los niños reciban sus regalos es que se hayan portado correctamente durante el año. Los que cumplen esas exigencias reciben regalos, pero en otros países, quienes no se comportan como deberían, en lugar de regalos reciben carbón, un carbón dulce que simboliza la necesidad de que el niño cambie su actitud.

Además en muchos distritos de nuestro país los municipios organizan por la tarde loa llegada de los reyes y se repartes caramelos y golosinas para los niños. Incluso se realizan distintas actividades recreativas a modo de festejo.