Entrevistas

16 de Septiembre

“Los gobiernos kirchneristas fueron los que más se aproximaron a las realizaciones y a la doctrina peronista”

Así lo señaló el histórico dirigente peronista Dante Rubio en una entrevista realizada por el programa radial La Raíz del Grito del Colectivo de Medios Oveja Negra, al analizar éste tiempo político y recordar los bombardeos sobre Plaza de Mayo.

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Sabemos que como militante histórico del peronismo has sido protagonista de aquel 16 de septiembre, ¿quisieras compartir con nosotros cuáles son tus recuerdos de aquella fecha?

Ustedes saben que yo soy un viejo compañero. En el ´45, el 17 de octubre, yo era aprendiz tornero y participé de la huelga. Además, mi padre era presidente de un sindicato y fue uno de los que impulsó la pata organizada de ese gran movimiento que liberó a Perón.  Entonces, he vivido muchos acontecimientos, por un lado, y también mi memoria es medio flaca.

La caída de Perón ya se pronunciaba con el conflicto que tuvo con la iglesia debido a la fundación del Partido Demócrata Cristiano. Mi padre que había conocido a muchos generales me decía “yo no sé estos oficiales en la opción entre el apoyo a la iglesia y el apoyo al peronismo, con quién se van a quedar”.  El día del bombardeo del 11 de junio, en mi lugar de trabajo vi compañeros que eran peronistas y que eran muy religiosos, y que cuando íbamos a salir para marchar a la plaza, que era la directiva que venía de la CGT, ellos no quisieron venir.  Ahí ya se veía que eso que se podía producir en la oficialidad, se iba a producir también abajo.

A todo esto, yo trabajaba en la administración del transporte, que éramos como mil quinientos tipos, y cuando íbamos a tomar el subte llegó la orden de que no fuéramos porque estaban ametrallando a los obreros. Fue la contraorden, primero nos llamaron a participar pero cuando vieron que los aviones ametrallaban los obreros, vino la contraorden. Fueron muchos más, no se dijo la verdad, habían muerto muchas más de mil personas. Fue uno de los hechos más atroces que protagonizaron las fuerzas armadas, un bombardeo a plaza abierta. Aunque después, con todo lo que hicieron, eso era solo una señal de lo que íbamos a aguantar durante 17 años hasta que volviéramos al poder.

El lugar de la iglesia fue central en la tarea de organizar una oposición al Peronismo, ese que tanto les preocupaba a los enemigos de afuera…

Sí, si me acuerdo que había compañeros que eran marxistas, comunistas y socialistas que iban a esas marchas que organizaba la iglesia. El programa religiosos se convirtió en la convergencia de todo lo que era antiperonista. Además lógicamente la embajada yanqui y los intereses norteamericanos que siempre estuvieron presentes, desde el comienzo, cuando Perón asumió como Presidente, en este plan de derrocamiento. No se olviden que la gran consigna de Perón en las elecciones del ´46 era Perón o Braden.

Hay imágenes muy fuertes de los actos donde estaban la bandera soviética, la bandera yanqui y la bandera argentina apoyando al embajador norteamericano…

Sí, bueno. No nos olvidemos que la posición ideológica nuestra, que es la tercera posición, no es una posición geopolítica de que no íbamos a estar subordinados a ninguno de los dos imperialismos que habían ganado la Segunda Guerra Mundial; es una posición también ideológica y doctrinaria, como decía Perón.

¿Qué nos podes contar de los días posteriores al 16 de septiembre? Cuando comienza a armarse la resistencia peronista.

Y… mira, yo trabajaba, era miembro de un sindicato. El sindicalismo siempre consideró que la manera de resistir y de pelear era mediante el movimiento de masas, la huelga de los trabajadores, las movilizaciones. Nosotros la manera en que enfrentábamos y la resistencia que hacíamos era, primero, entrabamos a laburar a las siete y  hasta las 9 que venía el ingeniero estábamos dando la discusión brutal contra todos los antiperonistas de antes y los panqueques que aparecieron como antiperonistas después del golpe. Muchos panqueques. Y después haciendo todas las huelgas, solidarizándonos con la CGT. Mi forma de actuar hasta el año 1966 fue sindical. Recién después empecé a participar en política, sobre todo en el Partido de La Matanza que, a través de una oficina laboral que conducía mi hermano, empecé a organizar grupos. Me acuerdo que iba con una cinta de Perón abajo del brazo. Y ahí empecé a actuar nada más que a nivel político.

En otra dictadura, la de Onganía. ¿Vos empezaste a trabajar a nivel político para organizar a los compañeros en torno a un eje y una consigna que era la vuelta de Perón?

Claro, la vuelta de Perón. El eje era ese. Por eso una de las más grandes alegrías de mi vida fue haber participado del 17 de noviembre del ´72, imaginate después de 17 años. Me acuerdo que yo estaba casado ya con dos pibes cuando permitieron que Perón fuera a Gaspar Campos. Salimos de Devoto con una columna de un montón de vecinos y yo me quede a dormir ahí, porque lo quería ver a Perón. Y, me acuerdo, lo despertamos temprano al viejo y unos  muchachos se subieron a las ramas de un árbol enorme que había frente al balcón y Perón les decía que tengan cuidado que se podían caer. Ese debe ser uno de los recuerdos más gratos que tengo, como uno de los más tristes es la vuelta después de la masacre de Ezeiza, la vuelta definitiva en el ´73. Eso fue una desolación.

A ese momento queríamos llegar también. ¿Podes contarnos como fueron tus vivencias de ese día o compartir alguna reflexión de ese recorrido dentro del Peronismo como un movimiento con sus contradicciones internas?

El movimiento, como era antimperialista y consideraba que había que liberarse  de todas las ataduras del imperio inglés e impedir el avance en su reemplazo del imperialismo yanqui, fue policlasista pero fue claro. La columna vertebral eran los trabajadores. En la Constitución de 1949 está expresado claramente por norma constitucional que el proceso avanza hacia un socialismo. No el socialismo de Estado y dictatorial que existía en la Unión Soviética y los países periféricos, era otro socialismo. Después Perón en el exilio lo llamó abiertamente Socialismo Nacional, que había que definirlo bien, pero que para mí tiene un significado: los medios de producción tenían que ser de los trabajadores. Si un emprendedor en una empresa ponía un determinado capital, después de recuperar ese capital con una ganancia estimable, la empresa pasaba a ser de todos.

También recordamos un 16 de septiembre a Atilio López. En un contexto actual donde nuestra dirigencia sindical parece no tener aún una postura clara y unánime frente al Gobierno Nacional ¿Qué recuerdos tenés de Atilio y de  los dirigentes de aquella época en general?

Para darte una idea, yo tuve que ir a trabajar porque mi viejo, que había sido ya nuevamente presidente del sindicato, al único que pudo pagarle los estudios con lo que ganaba fue a mi hermano mayor, yo ya a los catorce años tuve que laburar. Pero después de esa época los grandes… Borro, Avelino Fernández, Ongaro, Ubaldini, Framini, esos son dirigentes para mí que no sólo eran dirigentes sindicales, eran dirigentes políticos. Tenían una visión del hombre, de la sociedad y de la Nación bien clara, tenían la tercera posición.

Muchos de los que nombras han sido dirigentes sindicales que han tenido alguna función o cargo electivo, esto demuestra la clara vinculación entre el sindicalismo y la política ¿Esto era necesario para construir ese socialismo nacional del que hablaba Perón?

Y claro. Es que Perón les había dado, si mal no recuerdo, una tercera parte de las candidaturas a la parte política, una tercera a la sindical y la otra  a las mujeres. Ahí ya estaba esa representación. Por eso, los que dicen o se refieren a ese peronismo como un gobierno capitalista están mal. Pasa que la burguesía industrial nacional, que Perón tanto había defendido, siempre fue medio claudicante y nunca cumplió su verdadera misión. Por eso llamar a esa primera etapa del peronismo como capitalista es un error. Era un sistema mixto con la cantidad de empresas del Estado que había, de todo tipo, industriales, la fijación de precios máximos, el congelamiento de alquileres. Esas cosas no son propias de un capitalismo puro. Pasa que Perón decía “se llega con tiempo o con sangre”, y él había priorizado llegar con tiempo. Después se murió y esa posibilidad del tiempo se volvió cada vez más lejana.

Yo considero que los gobiernos kirchneristas fueron los gobiernos que más se aproximaron a las realizaciones y a la doctrina del peronismo. Les faltó realizar algunas transformaciones, pero imaginate que cuando Alfonsín derrota por primera vez al peronismo en elecciones, le gana por 12 puntos de diferencia; Duhalde, después de Menem, pierde por 10 puntos. Ahora perdimos por 2,5 puntos nomas. Por eso yo veo estas corrientes de renovación que están dividiendo al peronismo y… Massa que terminó contribuyendo al triunfo de Macri.

(*) Dante Rubio, militante sindical y político. Abogado.
(**) La Raíz del Grito se emite todos los miércoles de 20 a 22 hs por la Radio de la Universidad Nacional de Entre Ríos Fm 100.3