Sociedad

Sin López no hay “Nunca Más”

En distintas mivilizaciones le exigieron al Gobierno la aparición con vida de Jorge Julio López, a cuatro años de su desaparición.

Distintas mivilizaciones manifestaron su reclamo

Además denunciaron “el negocio de la trata de mujeres y niñas, los proyectos contaminantes de la minería, la muerte por hambre o enfermedades curables y las vidas desaparecidas en los 27 años de supuesta democracia”.

Miles de personas en forma independiente y otras pertenecientes a organismos de derechos humanos, agrupaciones estudiantiles, gremiales y sociales salieron a la calle a manifestar su reclamo por la aparición con vida de Jorge Julio López, sobreviviente y testigo en juicios de lesa humanidad, al cumplirse cuatro años de su desaparición.

A cuatro años de su desaparición, una importante movilización partió desde Congreso hacia Plaza de Mayo en reclamo por la aparición con vida del albañil. De la misma participaron entre otros, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y las dirigentes Patricia Walsh y Vilma Ripoll.

Allí se escuchó parte del testimonio clave que dio López ante la Justicia y la periodista Liliana Daunes fue la encargada de leer el documento realizado por las organizaciones: “El 18 de septiembre de 2006, a las 9 de la mañana se escuchó el alegato de nuestros abogados en el juicio al genocida Etchecolatz, y Julio no llegó, denunciamos su desaparición y bajo una lluvia torrencial miles salimos a la calle a gritar desesperadamente y después de tantos años ‘ahora, ahora, resulta indispensable, aparición con vida y castigo a los culpables’. Al finalizar esa marcha escuchamos de boca del entonces Gobernador Solá una frase que anticipaba la política de la que no se apartarían los gobiernos Provincial y Nacional: ‘Peligra la gobernabilidad de la Fuerza’, dijo Solá aceptando la responsabilidad de la Bonaerense, renunciando a encontrar a nuestro compañero y a detener, juzgar, y condenar a los responsables, transformándose en los máximos encubridores de la desaparición de Julio (…) Acusamos a Felipe Solá ya su ministro de Seguridad, León Arslanián, a Daniel Scioli y a su ministro de Seguridad, Carlos Stornelli y Ricardo Casal, a Néstor Kirchner y a Cristina Fernández de Kirchner, autotitulados defensores de los derechos humanos, y a su super ministro Aníbal Fernández de abandonar a Julio a su suerte y de asegurar la impunidad de los responsables de su desaparición. En cuatro años Cristina no mencionó nunca su nombre y Aníbal Fernández sólo hizo para desestimar su secuestro. El poder judicial mostró el rol determinante que sabe jugar cuando el poder lo convoca. (…) Este año fue asesinada en Rafaela, Santa Fé, Silvia Suppo (otra testigo clave), en un hecho que permanece sin esclarecer (…) Tampoco se resuelven los cientos de amenazas a testigos y militantes  populares que todas llevan al mismo lugar (…) Julio López está junto a nosotros en esta plaza exigiendo que no perdonemos a los represores y asesinos, para que el gobierno abra los archivos de la represión dictatorial, y reclamado juicio para todos los genocidas. También está Julio para denunciar la política de los Kirchner de criminalización de la protesta para frenar las luchas obreras (…) y perseguir a quienes sostienen posturas antiimperialistas. Para denunciar la ley antiterrorista aprobada por el Congreso y promovida por el gobierno de Kirchner, y el proyecto presentado por la oposición, ambos respondiendo a las exigencias del Departamento de Estado yanqui. Está Julio para exigir libertad a los presos políticos (…), por el juicio y castigo de los responsables de los asesinados en luchadores populares como Carlos Fuentealba. Repudiamos las políticas de criminalización de la pobreza, de represión policial y tortura, de gatillo fácil, la desaparición de Luciano Arruga, porque siempre atrás de cada muestre está la policía provincial y federal, la gendarmería y las fuerzas represivas cuidando privilegios y resguardando los intereses del poder. Pedimos la disolución de la policía metropolitana y la derogación del Código Contravencional. Solidarios con los trabajadores de Paraná Metal, con los estudiantes secundarios y universitarios que luchan contra la política de Macri de vaciamiento presupuestario y represión con listas negras, en defensa de educación Pública. Solidarios con los pueblos originarios, con los campesinos, los ambientalistas Andalgalá y Gualeguaychú, que sufren la judicialización de su protesta. Denunciamos el negocio de la trata de mujeres y niñas, la impunidad de la masacre de los pibes y pibas de Cromañón, los proyectos contaminantes de la minería y la muerte por hambre o enfermedades curables y las vidas desaparecidas en los 27 años de supuesta democracia. Celebramos las banderas multicolores que expresan todas las rebeldías y que todos los días siguen creciendo las organizaciones populares, sindicatos, cuerpos de delegados, centros de estudiantes que abren el camino para lograr el país por el lucharon y dieron su vida los 30 mil compañeros detenidos desaparecidos(…) Julio marchamos con vos y exigimos al gobierno tu aparición con vida ya.”

En tanto en La Plata, los organismos convocantes marcharon desde la Plaza Moreno hasta Plaza San Martín, donde leyeron un documento en el que exigieron «aparición con vida ya, juicio y castigo a los responsables y a todos los genocidas, por todos los compañeros» y además reiteraron su reclamo para que se efectúen «juicios por centro clandestino de detención» y contra «las amenazas a testigos de juicios a genocidas». Por su parte la familia organizó posteriormente una misa en la catedral de dicha ciudad. Rubén López, uno de sus hijos sostuvo: “Es imposible que esté vivo, pero la esperanza no la vamos a perder nunca. A partir de lo que le pasó a mi viejo todo el mundo se empezó a dar cuenta que estas personas seguían dando vueltas.”

Jorge Julio López desapareció de su domicilio en el barrio platense de Los Hornos el 18 de septiembre de 2006, día en que se exponían los alegatos de la querella en el juicio al ex comisario Miguel Etchecolatz, del que fue testigo.

Sus precisos testimonios en los juicios por la verdad y en el proceso a Etchecolatz fueron de vital importancia en la condena a cadena perpetua que dictó el Tribunal Federal 1 de La Plata.

Según denunciaron distintas organizaciones de derechos humanos, la causa judicial por la desaparición de López se encuentra «paralizada» después de cuatro años, sin que hasta el momento haya ningún detenido, procesado o imputado procesado.

En la década del ´70, López era albañil y militante de la Unidad Básica Juan Pablo Maestre de la JP que funcionaba en el barrio platense de Los Hornos. En 1976 fue secuestrado en su casa por un grupo de tareas al mando del ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense Miguel Etchecolatz. López estuvo detenido desaparecido en varios centros clandestinos, hasta que fue legalizado como preso político en 1977 y recuperó la libertad en junio de 1979. Su testimonio sobre crímenes de lesa humanidad en el Juicio por la Verdad y en el juicio a Etchecolatz ayudó al avance de la investigación sobre el terrorismo de Estado en La Plata.

Tras sus declaraciones, Etchecolatz fue detenido en una cárcel común y condenado a cadena perpetua. Luego de esta condena, López desapareció y el gobierno de la provincia de Buenos Aires ofrece hoy una recompensa que llega al 1.500.000 pesos para que incentivar datos de su paradero.