Sociedad

Malvinas y una herida abierta

A 30 años del inicio de la Guerra de Malvinas, El Mensajero Diario recuerda el conflicto que todavía sigue vigente entre Argentina y Gran Bretaña. Colonialismo, soberanía, invasión y dolor son algunas de las palabras que conjugan este enfrentamiento bélico. En todo el país habrá conmemoraciones a los caídos y veteranos del conflicto bélico.

Una herida que aún sangra. Se cumple el 30º aniversario de la Guerra de las Islas Malvinas.

 

En la madrugada del 2 de abril de 1982, tropas argentinas que integraban el Operativo Rosario buscaron recuper por la fuerza sus derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, Georgias, Sandwich e Islas del Atlántico Sur al tomar el control de Puerto Argentino (Puerto Stanley), capital del archipiélago.

Así comenzó la llamada «Guerra de Malvinas» que finalizó 74 días después, el 14 de junio -a las 16 hs.- cuando las tropas argentinas finalmente se rindieron. 

La Guerra de las Malvinas o Guerra del Atlántico Sur fue un conflicto armado entre la República Argentina y el Reino Unido que tuvo lugar en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. La guerra se desarrolló entre el 2 de abril, día del desembarco argentino en las islas, y el 14 de junio de 1982, fecha del cese de hostilidades entre la Argentina y el Reino Unido de la Gran Bretaña, lo que conllevó la reconquista de los tres archipiélagos por parte del Reino Unido.

La causa fue la lucha por la soberanía sobre estos archipiélagos australes, cuyo descubrimiento es motivo de controversias, ocupados alternadamente entre España, Francia, Argentina y Reino Unido (actualmente); Argentina considera que se encuentran ocupados por una potencia invasora y los consideran como parte de su provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Tras una invasión de las Malvinas estaba previsto invadir militarmente también las islas Picton, Lennox y Nueva y otras hasta atacar al cabo de Hornos, que formaban parte de discusiones territoriales por parte de Argentina y Chile. El coste final de la guerra en vidas humanas fue de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.

Políticamente, la derrota en el conflicto precipitó en Argentina la caída de la Junta Militar que gobernaba el país; en el Reino Unido, por su parte, la victoria en el enfrentamiento ayudó a que el Gobierno conservador de Margaret Thatcher lograra la reelección en las elecciones del año 1983.