Centenares de campesinos indígenas de Argentina, marcharon este en la tarde de ayer a Plaza de Mayo,  para reclamar un plan de apoyo a la agricultura familiar frente a los grandes productores. «Somos tierra para alimentar a los pueblos», se leía en las camisetas rojas de los manifestantes que participaron del Primer Congreso del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) que se realizó durante el fin de semana en la periferia sur de Buenos Aires. Según manifestaron «hay que materializar esa lucha por un plan estratégico agroalimentario que se desarrolle en torno a tres ejes: la alimentación, la soberanía alimentaria, la reforma agraria»,  expresó Ángel Strapazzón, dirigente del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase), del norte de Argentina. El MNCI nuclea a unas quince mil familias de trabajadores y pequeños productores rurales, de las cuales nueve mil pertenecen al Mocase, nacido hace 20 años e integrante de la organización internacional Vía Campesina. El avance de la soja, principal producto de exportación de Argentina, «nos está llevando a un desastre ecológico y económico», denunció Strapazzón.En tanto el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, presente en la manifestación, sostuvo: “Siempre he apoyado a los movimientos campesinos de toda América latina. La soberanía alimentaria está en los pequeños y medianos productores, no en las grandes producciones». Además llamó a «construir un nuevo movimiento social» y destacó en ese sentido que «hay muestras positivas en Bolivia, en Argentina, en Ecuador, Paraguay y Brasil». Adalberto Ruiz, otro manifestante venido del norte del país, dijo que la marcha servía además para expresar el apoyo a 35 mapuches presos y en huelga de hambre en Chile. «Esperamos que haya justicia. Siempre vamos a estar con los 35″ detenidos acusados de incendiar predios agrícolas asentados en tierras que reclaman como propias.Del Primer Congreso Nacional Campesino Indígena participaron organizaciones campesinas  indígenas de diez provincias de nuestro país, dando como resultado una proyección de unidad política hacia adentro de sus centrales, sus comisiones, sus comunidades y sus organizaciones amigas y compañeras, tanto nacionales como internacionales.  La marcha de ayer desde el Puente Pueyrredón, fue un símbolo de la entrada  a Capital y de las luchas de la clase trabajadora, los descamisados, excluidos del campo y la ciudad, en nuestro país  y donde además, cayeran resistiendo Dario y Maxi, ejecutados por una policía y una política plena de impunidad, sostienen las organizaciones.  La caminata terminó con un recital de Rally Barrionuevo, Arbolito y Verónica Condomí y Rubén Patagonia, el Culebrón Timbal y  Karamelo Santo.

El rol de la mujer

Previo a este Primer Congreso del Movimiento Nacional Campesino Indígena, las mujeres que lo componen compartieron su primer Asamblea para reflexionar acerca del rol de la mujer en la práctica de la soberanía alimentaria como también su participación dentro de la reforma agraria que impulsan.Al respecto, María Guadalupe de Red Puna, de la provincia de Jujuy comentó cuáles fueron los nudos centrales de discusión: «La asamblea planteó dos temas: el rol de la mujer en la soberanía alimentaria y el rol de la mujer en la reforma agraria. Además trataron los procesos personales y dónde es que cada una ve su crecimiento personal, y en la organización», indicó y agregó: “»Seguimos charlando acerca de la triple jornada que cumple la mujer, siempre en su casa sin parar de trabajar hasta que se va a dormir.”La campesina jujeña sostuvo que «el debate avanzó en muchas organizaciones, por ejemplo en el MOCASE-VC el avance es notable, pero tiene que ver con los años que lleva la organización». Sin embargo resaltó que «muchas mujeres todavía no tienen ese avance, por primera vez se sientan a hablar de estos temas, hasta contaban maltratos de sus parejas», y según ella «tiene que ver con el contexto, en Santiago la situación es avasallante, si tienes una topadora en frente, no puedes no reaccionar, en otros lugares el contexto de saqueo es más invisible, a las personas les cuesta encontrar la razón para levantarse».En un documento que sintetizó la jornada de debate, entre las mujeres consensuaron su reivindicación como «guardianas de las semillas, la recuperación de prácticas ancestrales, la defensa de los territorios y la exigencia de ser respetadas como sujetos libres y con derechos».