“Evita: 1.952 – 2.012, 60 años viva en el corazón de la gente”. La puesta en la sede de la Unión Ferroviaria abrió,  en el aniversario del fallecimiento de Eva Duarte de Perón, el homenaje que junto a El Mensajero Diario, la organización sindical tributó a la “Jefa espiritual de los trabajadores”. 

De manera distinta, ya en su primer día, generó una concurrencia particular, ávida de otra semblanza –una más- de la vida de Evita, que con respeto reverencial, siguió la propuesta cultural como si aún la historia fuera desconocida, exponiendo la mística que la mujer más emblemática -o querida- de la Argentina conserva.

Nuestro Director, Miguel Ángel Gómez Sanjaume, Curador de la muestra, supervisó hasta minutos antes de la apertura cada uno de los paneles y vitrinas en donde se propone un recorrido con una mirada de la vida de Evita, en tanto, sobre la calle Independencia al 2800, impensablemente desde el frío de las 11 de la mañana, se engrosaba la fila de interesados.

El primer recorrido, en los salones de ingreso de la sede de UF, ya propone adentrarse en distintas historias de Evita, desde sus primeros años en los Toldos, hasta momentos de su historia culminante como una artista de renombre creciente, en su medio, en Buenos Aires, su increíble historia de amor al lado de Perón, o la más apasionada, en su incasable labor de montarse en la historia. 

Por momentos, en las siete islas-tramos de la vida de una mujer que vivió con la misma  intensidad que los tiempos de esos años de la Argentina, emerge una persona distinta, tal cual algunos registros fotográficos o ilustraciones que componen la muestra, no inéditos pero públicamente desconocidos, de la historiografía habitual de Eva Duarte.

Gómez Sanjaume, en uno de las pausas de una jornada agobiante -a la vez grata- remarcaba el valor de la existencia de tales testimonios, al alcance de los visitantes; o del afiliado de la entidad gremial, ferroviario, que sencillamente concurre al auxilio de las prestaciones sociales de su sindicato.  Ver a Evita, sus recuerdos, los tesoros de una época en donde el ejercicio de la búsqueda de la “justicia social” era indiscutible, al alcance de su vista, sin las distancias que a veces plantean los museos al “hombre de a pie”, sencillamente es invalorable.

Parco al homenaje y a los reportes gráficos una vez abierta la muestra, Gómez Sanjaume, eligió el segundo plano, y junto a Guillermo Roffé, encargado de la selección de textos, a la hora de los saludos, ausentes, nos privaron –junto a la crónica- del conocimiento de la construcción de la lógica la trama de esa historia de Evita,  que por lo visto ese día, cautivó a los asistentes. Luego comenzó el acto de apertura. 

Lorenzo Pepe estuvo anunciado y avisó un contratiempo. Salvo el hecho de su lamentada ausencia, la presencia de los expositores de la apertura fue también celebrada.

Alberto Lettieri, el historiador del constituido Instituto Dorrego, Hernán Brienza, periodista y militante político cautivado por la figura de Evita, y Silvina Guzmán Suárez, quien fue encontrando en la vida de Evita un sentido para la suya, precedieron la palabra de Guillermo D’Angella, a cargo de la conducción de la Unión Ferroviaria, que dio el tono de la muestra.

En el auditorio cultural del gremio, primero, se proyectó un video histórico de Evita,  luego de lo cual los tres expositores invitados se refirieron a la figura de Evita,  su trascendencia histórica y su relación con la realidad actual.

 D`Angella clausuró el acto y, en su discurso, reivindicó la tarea política, social y sindical implementada por la ex esposa de Juan Domingo Perón y elogió su «pasión» por los obreros.

Para el dirigente ferroviario, la iniciativa reseña «la vida y obras de la eterna compañera Evita, que adquieren un especial significado por las particulares circunstancias que atraviesa el movimiento obrero, por lo que más que nunca la Unión Ferroviaria está orgullosa de ofrecer este homenaje recordatorio y reafirmar su compromiso con la lucha impulsada por Evita en beneficio de los trabajadores, que es la misma en la que empeñan sus mayores esfuerzos».

 El dirigente ratificó en su discurso que «los trabajadores fueron los hijos dilectos de Evita y creen que los valores que sostuvo a lo largo de su corta vida deben ser los mismos que rijan la vida política y sindical» y calificó su obra como «gigantesca».

 «La huella que dejó esa mujer excepcional en el corazón del pueblo adquiere una significación trascendente, pues se liga con mayor firmeza en este tiempo a la lucha por los derechos humanos; la posición de la mujer en la vida social y política y la permanente reivindicación de los trabajadores como piedra basal de la transformación e independencia iniciadas en 1946″, subrayó.

 Puntualizó que Evita representa «la permanencia de la escala de valores con la que el pueblo se identifica; la solidaridad frente a la avaricia; la integración frente a la exclusión; el trabajo frente a la especulación y la diversidad ante los monopolios».

 D`Angella agregó que «esa escala de valores es la esencia de la identidad nacional» y que la labor de Evita a favor de «los niños, ancianos y desposeídos en general agigantan aún más su figura».

 Por último, el dirigente se pronunció por la necesidad de edificar de forma definitiva «una Patria libre, justa y soberana». 

 El dirigente invitó luego a repetir la visita a la sede social  de la organización, en donde la muestra permanecerá abierta al público hasta el 3 de agosto.