Este 8 de marzo se conmemora la muerte de más de cien trabajadoras en Estados Unidos, que se encontraban en huelga por mejoras laborales, las que fueron encerradas y quemadas vivas por el patrón de la fábrica.
Por ello en 1910 se realizó en Copenhague el II Congreso Internacional de mujeres socialistas, donde se estipuló conmemorar el 8 de marzo, como el día internacional de la mujer trabajadora.
Pero las mujeres siguen viviendo de manera más violenta la precarización, los despidos, las consecuencias de una política impositiva que perjudica a los y las de abajo, el no reconocimiento del trabajo doméstico, la inferioridad de sueldos frente a los de los varones, la desocupación. Realidades que no se han terminado porque algunas mujeres accedan a espacios de poder.
En Argentina, se han ganado algunas batallas. Permitieron el aborto no punible. También la Ley de Fertilidad y se intensificó la lucha contra la trata de personas, que explota a miles de madres y comenzó a trabajar contra la violencia de género que deja sin madre a cientos de niños por año, aunque los números se incrementan.
Sin embargo, los derechos de las humanas son vulnerados cotidianamente, desde la violencia mediática que objetiviza sus cuerpos y los vende como productos prefabricados para el disfrute ajeno, hasta la forma más extrema de violencia: los femicidios.
En la actualidad, cada 30 horas una mujer es asesinada en Argentina, ya que durante 2013 se produjeron 295 femicidios, más que en 2012, la mayoría de ellos cometidos por parejas o ex parejas.
Por ello desde la Casa del Encuentro se propuso al Congreso Nacional que sancione un proyecto de “Privación de Patria Potestad del padre condenado por homicidio agravado conforme al artículo 80 inciso 11 del Código Penal de la Nación Argentina de las hijas e hijos en común con la víctima”.
Allá por 1910, la revolucionaria Clara Zetkin, propuso que cada 8 de marzo se homenajee a las obreras de una fábrica textil de Nueva York, que en 1908 fueron encerradas y prendidas fuego en su lugar de trabajo por reclamar mejoras laborales.
Desde entonces, el movimiento de mujeres en todo el mundo, se organiza en esta fecha para reclamar por los derechos que faltan conquistar.