Por Anabel Acevedo  Graciela González es docente de la Facultad de Psicología de la UBA, directora del departamento de prevención de la violencia de género y el abuso sexual infantil de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires y coordinadora del equipo de niños/as y adolescentes de la Fundación Alicia Moreau de Justo.    ¿Qué sucede con el poder judicial ante los casos de violencia de género? Para explicar esto tengo que remontarme a muchos años atrás. Para lograr los derechos de hoy, primero hay que recordar los derechos de la Revolución Francesa que eran igualdad, fraternidad y libertad. En realidad esos derechos humanos eran del hombre porque esos derechos no los abarcaban a las mujeres; las mujeres seguían sin poder nada. Es un mundo formado patriarcalmente, donde el hombre era el modelo a seguir; donde las mujeres no podían ir a trabajar, estudiar; incluso no podían votar eran consideras menores o incapaces, no podía hacer un negocio sino le permitía el marido o el padre. Hoy disfrutamos de ir a votar y trabajar, fue una lucha de años. Pero la cabeza de la gente no cambia, de que el hombre es mejor o merece mejor sueldo, por eso hubo una ley de cupos que podíamos ser elegidas, un 30% de ingreso de mujeres. Hay una frase feminista que dice: Vamos a ser realmente iguales cuando haya tantas mujeres mediocres en los puestos como hombres mediocres hay. Porque para llegar las mujeres, tienen que hacer un esfuerzo que es el doble; y aparte, trabajando en cualquier cosa, del colegio te llaman a vos no al padre. No hay una democratización en el cuidado si se enferman tus viejos, no va tu hermano, vas vos. A pesar de que se avanzó un montón, como dice María Elena Walsh: “Todo el que dice que tiempo pasado fue mejor es que no fue ni mujer ni trabajador.” En una oportunidad fuimos con la fundación a San Antonio de Areco a dar una charla. Hicimos una encuesta anónima con mitos acerca de la violencia como “A la mujer le gusta que le peguen”, “No hay tanto caso de violencia.” Y dimos información, al mes volvimos a hacer una jornada y una encuesta. Lo que era conocimiento: cómo hacer, dónde llamar, lo habían aprendido pero la concepción del mito de la violencia que a la mina le gusta que le peguen, seguía igual. El poder judicial es el único que no se democratizó hoy se está intentando crear una perspectiva de género. Pero quien dice las cosas es el Consejo de la Magistratura que es un arreglo político, el año pasado se quiso hacer que se eligieran pero es una corporación muy fuerte la justicia, no hay  manera.   ¿Cómo es el perfil de un hombre violento? Es copado, seductor y te enamora y como hay complicaciones para conseguir un novio que se comprometan; estos tipos te dicen que te van a llamar y te llaman. Te dicen cuánto te extrañan y que tienen ganas de verte. Puede ser caballero pero generalmente, pasan un límite que es: -¿Vas a la facultad?, -Si pero después vamos a estudiar con las chicas, -Pero tenía unas ganas de verte. Y la mina compra. Te van cercando ofreciendo cosas que están buenísimas. Y después no tenes nada y están todo el tiempo diciendo lo insoportable y mala que sos.   ¿Cuál es la diferencia entre la violencia y una pelea normal con una pareja? Con una pareja te peleas, se toman un tiempo, lo hablan o van a terapia de pareja. En cambio, la mujer víctima de violencia fue entrando, poco a poco en ese sistema, en la amenaza. Ella dice no va más pero él dice: Vos no me dejas, sos  mía o de nadie. En España dicen “Sos mía o de la tumba fría.” El peor momento es ese, cuando el tipo quiere retenerla porque piensa que es de él. Entonces hay personas mayores de edad que viven en democracia pero al llegar a la casa se encuentran con hostigamientos, golpes, denigración. La única forma de sacárselos de encima es que se encuentre otra víctima. Hay hombres que han matado a sus propios hijos con tal de hacer sufrir a la mujer. Todas las leyes están hechas para proteger a los poderosos, hay una ley para quitarles la patria potestad a los padres porque hay casos en que el padre está preso y la madre muerta pero el padre sigue teniendo la potestad de los niños. Son impredecibles, estallan en cualquier momento, por eso la mujer siempre está zozobrando. Ella es una persona que está con alguien que quiere y les da vergüenza por eso mienten; este encubrimiento también favorece que dure más tiempo. Una de las violencias que más ejercen es la económica, hay un caso en que una mujer tenía que pedirle dinero para viajar a su empleada. También hacen cosas que no son delictivas, muchas dicen Ojalá me pegaran para poder denunciarlo. Hay un caso de uno que empapeló el barrio con el número de teléfono de su mujer diciendo que era prostituta.   ¿Qué se puede hacer ante ese tipo de amenazas? Tener que aprender tips para no sufrirlo. No hay más que hacer, no hay manera. Si le contestás es peor, la única manera es ignorarlo. Alteran tanto la percepción que las mujeres que reciben esta violencia son muy propensas a enfermarse y lastimarse porque tratan de hacer todo bien.   ¿Qué pasa con los hombres? Antes, las leyes no nos equiparaban, el hombre realmente tenía todo el poder. Entonces es muy raro que el tipo se quedara con una mina violenta. Pero desde Naciones Unidas dicen que el 80% son mujeres, que haya mujeres agresivas, estadísticamente, no es muy significativo.   Cambiando de tema ¿Qué vínculo hay entre lo patriarcal de las leyes y el aborto? Después de la dictadura, el divorcio, la patria potestad compartida, el cupo para cargos políticos y el aborto, entre otras cosas. El aborto no punible existió siempre lo que pasa es que se aplica la ley como se quiere. El hecho es que aborto hay y se paga. El tema es que la pobre o la que violaron. Cuando dicen, desde la iglesia “El derecho del pibe a nacer”. A vos te violan, ¿Querés un hijo del violador? Porque el ser humano no tiene instinto. Nosotros para tener un hijo tenemos que desearlo, los animales no abandonan a sus hijos, nosotros sí. Porque el hijo no tiene que ver con el instinto. Los hijos son hijos del deseo ¿Qué vida le espera a un pibe que nadie quiere que nazca? Por lo general, quienes más abortan son las que ya tienen dos o tres hijos, mujeres de violentos que no quieren que tomen pastillas por temor a que los engañen.   ¿Por qué elegiste esta profesión?

  Yo creo que muchos de los que nos metemos en la psicología nos acercamos mucho a la gente. Uno de mis hijos, cuando era chico me preguntó ¿qué haces realmente?, le expliqué y me dijo: ¿O sea que encima que te cuentan todo te pagan?. Por supuesto, tengo una postura ética y estoy a favor de la víctima, del que sufre.