El diputado nacional, Francisco de Narváez, opinó hoy sobre la situación de inseguridad que se vive en el país u consideró que “tiene solución”.

Sin embargo marcó que “el gobierno nacional no tiene el coraje ni la decisión política de terminar con el delito. Fundamentalmente porque carece de un diagnóstico real, lo oculta (hace 4 años que no se informan estadísticas criminales) o lo ignora. Y tampoco le asigna un presupuesto adecuado”. “Sólo la educación y el desarrollo resuelven definitivamente la inseguridad, pero ante la situación actual, en el “mientras tanto” hay que implementar urgentemente acciones coordinadas que involucren a las policías, las leyes, la justicia y las cárceles”, consideró. Asimismo sostuvo que “tenemos muchas leyes y son duras, pero de cumplimiento blando. La legislación no ayuda, como debiera, a que la policía y la justicia trabajen bien”, y agregó que “los delincuentes saben que es muy difícil que se los detenga y eso los hace, paradójicamente, sentirse seguros”. En este sentido puntualizó que “se detiene sólo al 25% de quienes cometen delitos”, y manifestó que “para mejorar la prevención y fortalecer la respuesta policial, el gobierno nacional tiene la obligación de coordinar las fuerzas policiales federales entre sí y con los cuerpos provinciales; e invertir recursos, para prevenir y reprimir el delito”. “De cada cien delitos, sólo hay condena en el 2,3% de los casos, pero si contamos los delitos que no se denuncian o no se investigan, sólo se condena seis de cada mil casos”, detalló De Narváez y añadió que “hoy sólo cumple la condena completa uno de cada tres presos. Así, la lucha contra la delincuencia es absolutamente desigual”. Frente a esta situación marcó la necesidad de que a “mediano y largo plazo debemos dar una respuesta eficaz y despojada de clientelismo contra la exclusión social, la marginalidad y la pobreza extrema para evitar que la desigualdad incida en el delito. Tenemos que lograr un pueblo sin hambre, con educación y desarrollo. Necesitamos que haya cada vez menos personas que piensen que su solución es el delito. Y aquí el rol de la escuela es fundamental. Ése es el lugar más seguro para nuestros jóvenes. Y para que todos tengamos un mañana mejor”.