Las abundantes lluvias del fin de semana anterior sobre la cuenca del río Iguazú, en el sur del Brasil, ha generado una crecida sobre el río Paraná que mantiene en alerta al litoral del país.

Tras la crecida a su paso por las provincias del norte del país, el nivel del río comenzó un lento descenso en Chaco y paralelamente un ascenso en Entre Ríos.

Según informaron fuentes de la Prefectura Naval Argentina (PNA), la ciudad de La Paz, situada a casi 200 kilómetros al norte de la capital entrerriana, será la primera localidad de esta provincia mesopotámica que sentirá los efectos de la crecida.

Este miércoles, el río tenía frente al puerto de esa localidad una altura de 5,25 metros, habiendo crecido desde ayer 5 centímetros. A unos 30 kilómetros más al sur se levanta Santa Elena, donde el río tenía 5,14 metros, habiendo crecido en las últimas 24 horas 9 centímetros.

Situación similar se dio en Hernandarias la profundidad era esta mañana de 4,65 metros, creció 2 centímetros y en Paraná con 3,95 metros, subió 4 centímetros. En tanto, en el puerto de Diamante, la altura del Paraná era hoy de 4,40 metros, subió 1 centímetro desde ayer, y en el de Victoria 4,11 metros, permaneciendo el nivel estacionario.

De esta manera, se estima una crecida lenta, cuyo pico llegará a Entre Ríos a fines de este mes. De acuerdo a informes de PNA, que provocará la evacuación de entre 1.500 y 2.000 pobladores y de 600.000 animales que pastan en las islas. 

En baja

Paralelamente, un informe difundido por la Administración Provincial del Agua (APA) demostró que el nivel del agua llegó a su pico este miércoles en Chaco y comenzó un descenso lento.

“Esta bajante se notará con claridad a partir de la semana que viene”, precisó el informe del organismo, que precisó que en Puerto Barranqueras, el valor de la crecida es de características similares a la experimentada en julio del año pasado cuando llegó a 7,09 metros.

El trabajó describió las particularidades y características de esta crecida: “de grandes dimensiones en el río Iguazú, que luego de su ingreso al río Paraná, y especialmente en su paso por el embalse de Yacyretá, se amortiguó disminuyendo sus caudales y alturas, y estirando la duración de la misma”, marcó el informe.