Política

Néstor Kirchner: Biografía de un hombre del sur

Animal político, gran estadista, pasional, autoritario, luchador. Muchas palabras se usaron para describir a Néstor Kirchner. Acá entregamos una biografía del hombre que llegó a lo más alto de la política nacional y regional.

Antes y después. El gobierno que encabezó Néstor Kirchner significó un quiebre respecto al modelo neoliberal que se implantó en la década de los 90 y que explotó con la crisis de 2001.

Néstor Carlos Kirchner Ostoic nació en Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz, Patagonia, el 25 de febrero de 1950, hijo de Néstor Carlos, descendiente de inmigrantes alemanes y funcionario de Correos, y de María Ostoic, de una familia de origen croata instalada en Punta Arenas, Chile. Miembro de la Juventud Peronista, estudió derecho en la Universidad Nacional de La Plata y en 1975 se casó con la también militante justicialista Cristina Fernández. Ambos formaron parte de la corriente izquierdista que apoyó a los Montoneros en los años turbulentos que precedieron al golpe de estado militar que derrocó a la presidenta María Estela Martínez de Perón.  Néstor Kirchner En 1976 recibió el título de abogado y regresó a Río Gallegos para ejercer la profesión, junto con su esposa, en un gabinete jurídico. Funcionario de la administración de la provincia de Santa Cruz, a fines de 1983 fue designado presidente de la Caja de Previsión Social de Río Gallegos. Gobernador de Santa Cruz En las elecciones municipales de septiembre de 1987, como candidato peronista, fue elegido intendente de Río Gallegos. Dado el éxito de su gestión, fue promovido por el Partido Justicialista a candidato para la gobernación de la provincia, cargo para el que fue elegido con el 61 % de los votos el 8 de septiembre de 1991. Como gobernador aplicó una política neokeynesiana expansionista, de fuertes inversiones públicas, en contraste con la estrategia neoliberal y antiinflacionista del presidente de la república, el también peronista Carlos Saúl Menem, por lo que se ganó una reputación de político de centroizquierda Carrera hacia la presidencia En sus proclamas electorales, Kirchner se presentó como adalid del ala izquierda del peronismo, reformista sin ambigüedades y resuelto adversario del sistema neoliberal de sus predecesores. En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el 27 de abril, el gobernador de Santa Cruz quedó en segundo lugar, con el 22% de los votos, detrás del también peronista Carlos Saúl Menem, que logró el 24%. Ante unas encuestas que le eran muy desfavorables, Menem anunció el 14 de mayo su retirada de la carrera presidencial, lo que decidió la inmediata proclamación de Kirchner como presidente electo. Antes de tomar posesión, el nuevo presidente visitó Brasilia y Santiago de Chile, donde obtuvo el respaldo de los presidentes Luiz Inácio, Lula, da Silva y Ricardo Lagos, respectivamente, para lograr la recuperación económica continental con una base social de centroizquierda. Su gestión En su discurso de investidura, Kirchner reafirmó el papel central del Estado en el desarrollo económico, prometió una lucha «implacable» contra la corrupción y abogó por un reforzamiento del Mercado Común del Sur –Mercosur- que asocia a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguayo con Bolivia y Venezuela en proceso de incorporación y tiene como países asociados a Chile, Colombia, Ecuador y Perú.. Tratando de afirmar su autoridad y superar la crisis institucional y de confianza provocada por la retirada de Menem, con sus primeras medidas como jefe de Estado sorprendió a los argentinos al decretar el retiro de la mitad de los generales y almirantes, proceder a una amplia purga en la policía federal, sospechosa de corrupción, y abrir los archivos secretos sobre el atentado contra la sede de la Asociación Mutual Israelí Argentina (AMIA) en Buenos Aires, que causó la muerte de 95 personas e hirió a varios centenares en julio de 1994. También anunció su propósito de jubilar a varios de los jueces del Tribunal Supremo. Los dos problemas esenciales, sin embargo, eran la renegociación de una deuda pública de 144.400 millones de dólares y el combate contra una pobreza que afectaba al 60% de los 37 millones de ciudadanos. Sus primeras palabras sobre los planes económicos fueron mal recibidas en los círculos financieros internacionales, pues aseguró que los acreedores del Estado argentino deberían aceptar una pérdida de su capital, una reducción de los tipos de interés y una prolongación de varios decenios en los plazos del reembolso. El horizonte político distaba mucho de estar despejado. En respuesta a los que lo presentaban como un mero delegado de su predecesor en el fracturado partido peronista, aseguró que tenía las manos libres y que no haría «ningún pacto con el pasado». Kirchner continuó manteniendo la devaluación de la moneda mediante una fuerte participación del Banco Central en la compra de divisas, impulsando mediante las exportaciones un crecimiento económico con tasas del PBI cercanas al 10%. Las políticas implementadas fueron exitosas, además, en sacar al país de la cesación de pagos más grande de su historia: se canjeó la deuda soberana, de valor nulo tras la crisis del 2001, por nuevos bonos indexados por la inflación y el índice de crecimiento económico. Los índices de pobreza y de desempleo disminuyeron notoriamente. En esta etapa jugó un importante papel el pequeño bloque de diputados nacionales que respondían en forma directa al Presidente Kirchner.Tras asistir a la Cumbre del Mercosur en Asunción, el 18 de junio, Kirchner realizó una gira en julio por varias capitales europeas. En Londres asistió a la conferencia cumbre de la Tercera Vía auspiciada por el primer ministro, Tony Blair, y en Madrid mantuvo una controvertida reunión con los empresarios españoles, a los que reprochó su comportamiento tras la privatización de las empresas públicas en la época de Menem. Llevó adelante una activa política para promover los Derechos Humanos. Su gobierno ha incorporado reconocidos integrantes de organismo de Derechos Humanos. Además, impulsó el enjuiciamiento a los responsables por crímenes de lesa humanidad ocurridos durante los años 70, realizados por la Triple A y por el gobierno del Proceso de Reorganización Nacional. Para conseguirlo, sus partidarios apoyaron en el Congreso Nacional las anulaciones de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final las cuales mantenían frenados dichos juicios desde el gobierno de Raúl Alfonsín. Dicha medida fue posteriormente ratificada por el Poder JudicialTras la decisión de un juez federal que ordenó la detención de 46 militares y civiles acusados de delitos de lesa humanidad en otros países y reclamados por el juez español Baltasar Garzón, el presidente Kirchner derogó en julio de 2003 un decreto firmado por el presidente De la Rúa en diciembre de 2001 que prohibía la extradición de los militares nacionales reclamados por otros países y acusados de crímenes de lesa humanidad. Durante el año 2005, se realizó el canje de la deuda, que iniciaba las renegociaciones por los bonos que habían quedado en default desde 2001. Su agrupación política, el Frente para la Victoria, triunfó, liderado por su esposa, en las elecciones legislativas de dicho año. En los primeros días de noviembre de ese año se realizó en Mar del Plata la IV Cumbre de las Américas, donde Kirchner manifestó un rechazo hacia el ALCA, propuesto por Estados UnidosKirchner finalizó su mandato el 10 de diciembre de 2007, entregando el mando a su esposa Cristina Fernández, quien se impuso en las elecciones del 28 de octubre de ese año. Luego de dejar el cargo pasó a dedicarse a la actividad partidaria, y nunca descartó volver a presentarse como candidato a presidente en el futuro. Néstor Kirchner formó parte como garante de la comitiva que, en el marco del Acuerdo humanitario, intentó supervisar la liberación de tres prisioneros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Dicha liberación no tuvo lugar en ese momento (los rehenes fueron liberados pocos días más tarde), por lo que Kirchner debió volver al país En la actualidad Kirchner se dedicaba a la actividad partidaria, siendo el presidente del Partido Justicialista En las elecciones legislativas del 28 de junio de 2009, Kirchner  fue electo  como diputado nacional. El 4 de mayo de 2010, se lo designó a cargo de la Secretaría General de Unasur, cargo que ostentó hasta el día de su fallecimiento.