Organismos de derechos humanos repudiaron la propuesta del gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, de reducir penas a genocidas a cambio de que brinden información y aseguraron que «los juicios de lesa humanidad son la respuesta a años de lucha que clausuraron una etapa de impunidad en la Argentina».
«Nunca vamos a negociar la sangre de los padres de nuestros nietos», enfatizó Estela de Carlotto, acompañada por representantes de HIJOS de desaparecidos y de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
Asimismo calificó al mandatario provincial de «canalla» que «nada tiene que ver con la vida democrática» y que, además, «pretende restablecer la teoría de los dos demonios».
«Este hombre pretende que negociemos la verdad con los asesinos y nosotras andamos con bastones porque no nos arrodillamos», expresó la dirigente de derechos humanos.
Según ella dichos de De la Sota tuvieron como finalidad «conseguir votos» de un sector de la sociedad que piensa de esa manera.
De la Sota había acusado al Gobierno de llevar adelante “una política del resentimiento” y consideró que “Argentina necesita un baño de reconciliación” con los autores de las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la última dictadura cívico-militar.