El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó en la tarde de ayer a La Habana para iniciar una histórica visita oficial a Cuba que se extenderá hasta el martes, cuando seguirá viaje hacia la Argentina.
El avión presidencial Air Force One aterrizó en el aeropuerto José Martí a las 16.20 (las 17.20 en la Argentina) y 14 minutos después el mandatario se asomó a la puerta de la nave junto a su esposa, Michelle.
Con un paraguas abierto en su mano derecha para guarecerse de la lluvia, Obama bajó la escalinata en compañía de Michelle, quien llevaba un vestido veraniego blanco con flores de colores estampadas.
Detrás de ellos marchaban las hijas de ambos, Malia y Natasha, y en tercera fila la suegra del mandatario, Marian Robinson.
Como es usual, al pie de la escalera fueron recibidos por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, quien obsequió sendos ramos de flores blancas a Michelle, rojas a Robinson y lilas a las hijas del jefe de la Casa Blanca.
Tras los saludos, que incluyeron a otros funcionarios cubanos y norteamericanos que aguardaban en la pista a Obama, sus familiares y los miembros de su comitiva, los visitantes subieron a varias limusinas negras y ómnibus blancos y azules, y se dirigieron hacia el centro de La Habana.
Luego Obama y sus acompañantes visitaron La Habana Vieja, la zona más tradicional de la capital cubana, y la catedral de la ciudad.
El presidente estadounidense llegó a Cuba al frente de una amplia delegación de funcionarios de su gabinete, miembros del Congreso y empresarios.
Hoy se reunirá con su colega local, Raúl Castro, y luego ambos ofrecerán declaraciones a la prensa.
Asimismo, el martes Obama pronunciará un discurso en el teatro Alicia Alonso ante una amplia representación de la sociedad civil cubana, informó la cancillería local.
La de Obama es la primera visita oficial de un presidente estadounidense en 88 años, después de que Calvin Coolidge asistiera en La Habana a la Sexta Conferencia Anual Internacional de Estados Americanos, en enero de 1928.
Más de medio siglo después de que Washington rompiera los nexos con la isla, Castro y Obama anunciaron el 17 de diciembre de 2014 la decisión de restablecer las relaciones bilaterales.
Luego, ambos sostuvieron encuentros oficiales durante la VII Cumbre de las Américas en Panamá, y en la sede de Naciones Unidas, en abril y septiembre de 2015, respectivamente.
Las dos naciones reanudaron sus relaciones diplomáticas el 20 de julio de 2015 y convirtieron en embajadas las secciones de intereses que funcionaban en las respectivas capitales.
Las autoridades cubanas consideran el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington contra Cuba desde hace más de medio siglo, como principal obstáculo hacia la normalización de los vínculos bilaterales. Exigen además la devolución del territorio que ocupa ilegalmente la Base Naval norteamericana en la bahía de Guantánamo, así como el cese de las transmisiones ilegales a la mayor de las Antillas.
Estados Unidos, por su parte, plantea objeciones sobre la política de derechos humanos de la isla y, aunque ha asegurado que no pretende cambiar el régimen de gobierno, apuesta a una apertura. Con ese objetivo, Obama tiene agendado un encuentro con dirigentes de la disidencia cubana.