Oyarzun, repasó el estado de las relaciones bilaterales y confirmó la invitación a la presidenta argentina, Cristina Fernández, para asistir a la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, el 16 y 17 de noviembre.Pese a las recientes expropiaciones a Repsol en YPF y de la filial local de la pesquera gallega Vieira, que operaba en la provincia de Santa Cruz (sur del país), el diplomático confió en que «esto de las expropiaciones no se convierta en una práctica» porque «no es el mejor mensaje para las inversiones». En el caso de Repsol, que ha demandado a Argentina para exigir una compensación por la expropiación, recordó que «razonablemente, se paga por lo que se adquiere».»Tanto el acuerdo de protección recíproca de inversiones como la ley de expropiación del paquete de Repsol en YPF hablan de un justiprecio que lógicamente tendrá que tener en cuenta el valor de todos los activos de la empresa», agregó. «Sería deseable encontrar un acuerdo amistoso», continuó el diplomático, convencido de que «la justicia es el último recurso».

Oyarzun se refirió también a las restricciones impuestas por el Gobierno argentino para repatriación de dividendos a las empresas extranjeras. En el caso de España, el acuerdo de protección recíproca de inversiones suscrito entre ambos países «habla de la repatriación de dividendos», dijo el diplomático.»Con toda probabilidad, al amparo de este marco jurídico llegaron muchas inversiones a este país. Ahora se obliga a reinvertir en Argentina. Es posible que le beneficie a corto plazo, pero habría que preguntarse sobre cómo verán esta medida futuros inversores», apuntó.En cuanto a la política tarifaria gubernamental para sectores como la telefonía o la electricidad, donde compiten compañías españolas, opinó que «las empresas acusan la rigidez en las tarifas que fija el ente regulador» y «están atravesando un momento crítico como todo el mundo sabe».Oyarzún evitó pronunciarse sobre la posible participación de la presidenta argentina en la Cumbre Iberoamericana, porque «la decisión le corresponde a ella», aunque «ha sido cordialmente invitada» a la cita de Cádiz que, a su juicio, constituye una buena oportunidad de acercamiento bilateral.»La mejor manera de superar las diferencias es hablando. Manteniendo contactos»,