En otro gesto sin precedentes cercanos, Francisco eligió para esta misa la prisión Casal del Marmo, en vez de oficiar, como es tradicional, en la catedral de San Juan de Letrán. La liturgia tuvo su punto de mayor emotividad cuando el papa Francisco realizó el lavatorio de los pies a 12 jóvenes que se encuentran en esa unidad penitenciaria, y en ese momento destacó la importancia de ver en ese gesto la voluntad de servicio. Francisco, revestido con un alba y despojado de la casulla, se arrodilló frente a los 12 jóvenes, a cada uno de los cuales lavó los pies y se los besó. “Les he dado -de hecho- un ejemplo, para que hagan como hice yo. El Señor, que es el más importante, lava los pies. Porque entre nosotros quién es el más alto tiene que estar al servicio de los otros. Y este es un símbolo. Lavar los pies significa yo estoy a tu servicio». «¿Estoy dispuesto a servir, estoy dispuesto a ayudar al otro? Este signo es una caricia de Jesús que ha venido precisamente para esto, para servir, para ayudarnos», explicó Francisco durante la misa. Al cerrar la celebración, repitió una vez más el dicho que ya se ha convertido en una marca registrada de su ministerio petrino, cuando pidió a los presentes que rezaran por él. Más temprano la llegada de Francisco había convulsionado la entrada del instituto de menores, donde cientos de personas aguardaban con carteles y banderas para saludarlo. A las 17.24 una caravana de autos ingresó al instituto para «cumplir con el rito que Francisco realizaba cuando era arzobispo de Buenos Aires», como remarcaban al unísono los medios italianos. La elección de la cárcel para la celebración por parte de Francisco se mantiene en línea con lo que acostumbraba hacer el por entonces cardenal Jorge Bergoglio durante su ministerio al frente de la arquidiócesis porteña. En el pasado, el exprimado de Argentina había celebrado la misa de la Cena del Señor, por ejemplo, en la maternidad Sardá. Si bien no hay antecedentes cercanos que recuerden la realización del rito del lavatorio de los pies fuera San Juan de Letrán, Juan Pablo II había hecho este rito con personas infectadas por el virus del VIH. Por otra parte, en 2007 el Papa Benedicto XVI había realizado una visita a los jóvenes del centro de detención que se encuentran privados de su libertad por delitos graves. Situada al norte de la capital italiana, Casal del Marmo es una de las 17 prisiones para menores que existen en Italia y cuenta con una superficie de 12.000 metros cuadrados donde hay dos capillas, coloridas casas, cuidados jardines, dos gimnasios y una piscina. El establecimiento, que posee una capacidad de 72 plazas, alberga actualmente a 46 jóvenes (35 hombres y 11 mujeres) de entre 14 y 21 años de distintas nacionalidades y confesiones religiosas, principalmente africanos y balcánicos, según detalló la oficina de prensa de la Santa Sede. Por la mañana, al presidir la misa crismal en la basílica de San Pedro, Francisco hizo un enérgico llamamiento a los sacerdotes de la iglesia católica para que salgan a la «periferia», donde «hay sufrimiento», los exhortó a volver a ser «pescadores de hombres» y advirtió sobre una «crisis de la identidad sacerdotal». notas relacionadas El papa beatificó a los sacerdotes muertos en la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial
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