Sólo tareas de cosmética, reparaciones  menores como  pinturas de bancos y reja de juegos para chicos, algún bebedero agregado, pintura de muros bajos, intento parcial de recuperación del conjunto la «Loba, Rómulo y Remo» su pedestal y su espejo de agua, cada tanto un ciclomotor de la federal dando vueltas, pero  eso es todo.

Según los integrantes de la Asociación Civil Mirador del Lezama, el parque sigue triste, una larga tristeza, insistimos en la necesidad de ir al fondo de la problemática y no solo a la forma.

”Si se recorre la  Recoleta se puede observar en sus espacios verdes una importante y reciente plantación de flores de distintas especies y color, sobre cuidadosos y mullidos planos de césped, con un sistemas de riego a pleno, con prolijos senderos y con una especie arbórea protegida como corresponde”.

Según el Arq. Alberto Martines, ”Nuestro histórico Parque Lezama posee árboles centenarios descuidados y en agonía, como por ejemplo  Ficus de la India,  oscuros senderos resquebrajados, intransitables, famosos e históricos copones semidestruidos, en lugar de césped tierra compacta y reseca cascotada y con profundas grietas, fuentes sucias y sin agua, sectores convertidos en verdaderas cuevas al anochecer y ni que hablar de los monumentos y conjuntos escultóricos como el Monumento a la Cordialidad”

Por último, “ un claro ejemplo de la desidia y la irresponsabilidad con que se interviene, lo vemos en las balaustradas de estilo de los espacios que balconean a las avenidas Paseo Colon y Martín García. Rotas como estaban, peligrosamente rotas, así siguen estando, no las restauraron, tan solo atinaron a blanquearlas”.

”O sea, en una misma ciudad y bajo una misma gestión tanto contraste en el cuidado y mantenimiento de importantes espacios verdes”.

Entonces vuelve la pregunta de hace cuatro años, “¿hasta cuando los vecinos del sur, habitantes de barrios populares y tradicionales como La Boca, San Telmo y Barracas no merecemos un parque digno?.