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Poroshenko decretó un alto al fuego

El presidente ucraniano anunció esta medida en el este del país, sumido en encarnizados combates entre los separatistas pro rusos y el Ejército, que han causado centenares de muertos.

El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, decretó un alto el fuego en el Este del país y presentó un plan de paz para frenar el conflicto armado entre los separatistas pro rusos y el Ejército, que ya causó centenares de muertos y sumió a la ex república soviética en una grave crisis. «Las fuerzas de la operación antiterrorista cesan las acciones militares a partir de hoy y hasta el próximo 27 de junio», dijo Poroshenko en la ciudad de Sviatogorsk, de la región de Donetsk, que junto a Lugansk declararon su independencia de Kiev en medio de encarnizados combates, informó la agencia de noticias EFE. «Las acciones de combate sólo serán en carácter de represalia si los rebeldes atacan nuestras fuerzas», agregó el mandatario ucraniano -elegido en las elecciones celebradas el mes pasado-, en su primera visita en calidad de jefe de Estado a al este del país. La orden presidencial fue emitida para todas las unidades de las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional y las Fuerzas Fronterizas de Ucrania, informó un comunicado de la presidencia ucraniana. «Haremos todo lo posible para defender el territorio de nuestro Estado», advirtió Poroshenko y destacó que la integridad territorial «ni siquiera es tema para discutir». Unas horas antes del anuncio de cese del fuego, el presidente de Ucrania ofreció un plan de paz de 14 puntos que discutió ayer con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y que incluye el alto el fuego, aunque sólo por una semana, el desarme de las milicias pro rusas y un proceso de descentralización de poder. El documento, publicado en la página web del mandatario ucraniano, incluye medidas como garantías de seguridad para los participantes en eventuales negociaciones sobre el arreglo del violento conflicto, la liberación de rehenes y el rechazo a la persecución judicial de los que depongan las armas. Prevé además la creación de una zona especial de control estatal de fronteras, la apertura de corredores para una salida sin obstáculos de los combatientes, el desalojo de sedes de organismos estatales y la descentralización del poder en favor de las regiones. Poroshenko también propuso conformar unidades policiales conjuntas para patrullar las calles de las regiones de Donetsk y Lugansk, bastiones de la sublevación pro rusa. El plan destaca además que «el presidente ucraniano garantiza la seguridad para todos los residentes de la región (minera) de Donbass independientemente de sus posturas políticas». El documento del mandatario ucraniano, difundido al principio por canales diplomáticos antes de ser presentado a los medios, contó con el apoyo del canciller ruso, Serguéi Lavrov, y su homólogo ucraniano, Pavló Klimkin, informó la Cancillerí­a ucraniana. «Las partes acordaron aunar los esfuerzos para el apoyo del plan de paz (…), particularmente, haciendo hincapié en un control eficaz de la frontera ucraniana», señaló el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania. Pero la autoproclamada «república popular de Donetsk» puso en tela de juicio la seriedad de las intenciones pacificadoras del mandatario ucraniano. «Por enésima vez hemos escuchado sobre el alto el fuego por parte de la Guardia Nacional y el Ejército; sin embargo, las acciones militares no han cesado ni un minuto», afirmó el «viceprimer ministro», Andréi Purguín, en declaraciones a la agencia de noticias Interfax. «Esas promesas están fuera de la realidad», afirmó Purgín, que señaló que «ya no hay confianza para las promesas del presidente ucraniano». En los ultimos días, los rebeldes pro rusos sufieron considerables bajas mortales en los combates con las fuerzas armadas ucranianas. Sólo ayer, en los combates que se produjeron en las inmediaciones Yampol y Zakotnoye, en Donetsk,»fueron aniquilados cerca de 300 guerrilleros», según el Ejército ucraniano. Mientras que las fuerzas de seguridad de Kiev sufrieron siete bajas mortales y 30 soldado fueron heridos. En este contexto, Moscú expresó hoy a Ucrania su enérgica protesta por el tiroteo de un puesto fronterizo ruso en el que resultó herido un empleado de aduanas y demandó a Kiev una investigación inmediata de ese «acto agresivo». La Cancillería rusa destacó que el tiroteo del puesto fronterizo ruso es un «abierta provocación, cuyo objetivo es impedir que se cumplan los acuerdos de Ginebra para propiciar el arreglo del conflicto interno ucraniano». En una nota publicada en la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, se pregunta «cómo se puede compaginar esto (el tiroteo del puesto fronterizo ruso) con el cese de las acciones militares anunciado hoy por las autoridades de Kiev?». La Presidencia rusa remacó asimismo que «lamentablemente, el primer análisis (del plan de Poroshenko) muestra que no se trata de una invitación a la paz sino un ultimátum a los milicianos del sureste de Ucrania para que depongan las armas, ya que el alto al fuego sólo dura siete días, informó EFE.

Fuente: Telam