Sociedad

Premian en Italia a equipo de fertilización platense por una investigación sobre congelamiento de embriones

Descubrieron que la fertilización asistida es más exitosa si se emplea una técnica de congelamiento de embriones. De este modo, el útero tiene menos efectos adversos de la medicación que se usa para estimular al ovario.

Congelar los embriones y luego transferirlos al útero de la mujer aumenta las posibilidades de lograr un embarazo exitoso, que transferirlos sin congelar, cuando la mujer está bajo los efectos de la estimulación ovárica.

De eso se dio cuenta la médica Adriana Zabala y el equipo de fertilización asistida del hospital provincial San Martín de La Plata, uno de los 9 centros públicos con que cuenta la Ley de Fertilización en la Provincia. Este hallazgo le permitió ganar el primer premio en el 16to Congreso Mundial de Ginecología Endocrinológica, realizado en Florencia, Italia.

Se analizaron los resultados de 115 casos de fertilización asistida “en fresco”, esto quiere decir que los embriones obtenidos en laboratorio se transfirieron al útero de la mujer sin previo congelamiento o vitrificación. Se comprobó que en estos casos la tasa de implantación (que es la adhesión del embrión a la pared del útero) fue del 22 por ciento, mientras que la tasa de embarazo fue del 10 por ciento.

En cambio, cuando esos embriones se mantuvieron un tiempo congelados los resultados fueron mejores: la tasa de implantación subió hasta el 36 por ciento mientras que la de embarazo trepó del 10 al 17 por ciento.

El ministro de Salud, Alejandro Collia, felicitó al equipo del hospital San Martín y recordó que “fue uno de los primeros en ponerse a trabajar desde la puesta en marcha de la ley de fertilización asistida en la Provincia”. El funcionario precisó que hasta el momento se atendieron 21.000 parejas en hospitales públicos y nacieron 96 bebés.

“Ahora asistimos a la investigación y al reconocimiento internacional, de modo que estamos muy orgullosos de nuestro profesionales y de nuestro sistema de salud que es, como en ningún otra lugar del mundo, de calidad y solidario”, agregó el ministro.

¿Por qué ocurre?

Cuando una mujer decide someterse a una fertilización asistida, lo primero que le indica el médico es que tome una medicación que estimula la producción de folículos en el ovario.

Luego, esos folículos o gametos se aspiran y se los fecunda con los espermatozoides de su pareja en un laboratorio para luego transferírselos al útero convertido en embrión. Cuando se extraen varios folículos algunos se transfieren y otros se conservan en tanques de nitrógeno a 190 grados bajo cero. Ese proceso de congelamiento es el que se conoce como “vitrificación”.

Los médicos del San Martín se dieron cuenta que con los embriones vitrificados obtenían más embarazos y dedujeron que la medicación para estimular al ovario, además de servir para generar folículos, provocaba un efecto perjudicial: creaba un medio menos receptivo en el útero para el embrión.

En cambio, cuando se decidía usar los óvulos congelados, el útero ya no estaba bajo los efectos recientes de la medicación. De esta manera, se volvía más receptivo y la mujer tenía más posibilidades de lograr un embarazo.

El Servicio de Ginecología del San Martín, ha realizado a la fecha 159 tratamientos de Fertilización Asistida, a la vez que asistió en 38 ciclos de transferencias de embriones criopreservados, 2 ciclos de criopreservación de óvulos por motivos oncológicos, y ya cuenta con 41 nacimientos de dichos tratamientos.

Los autores de la premiada investigación fueron Adriana Zabala (Coordinadora del Programa de Fertilización en el San Martín), Blanca Campostrini (jefa de Servicio de Ginecología), Marianela Stechina (médica de planta del Área Fertilización Asistida). Además contribuyó en la realización metodológica, un equipo del Hospital Narciso López de Lanús, integrado por María Franchina, Gustavo Litterio y Pablo Carpintero.