El presidente de la empresa TBA, Carlos Michele Ferrari, afirmó hoy ante el juez federal Claudio Bonadio que su rol en la empresa es «institucional» y que no tuvo injerencia en el manejo operativo desde que asumió su puesto hace un año.

Se trata del primer directivo indagado por el accidente del tren de Once el 22 de febrero, que causó 51 muertes.

Ferrari ingresó poco después de las 10 a los tribunales federales de Retiro, entregó un escrito y luego respondió las preguntas hechas en la audiencia por Bonadio, quien asistió a todo el trámite hasta poco después de las 13, informaron fuentes judiciales.

Poco antes el vicepresidente de la firma controlante Cometrans, Oscar Garibolglio, se presentó a pedir una prórroga por problemas de agenda de su abogado y al serle rechazada quedó constancia de su negativa a declarar y de su intención de hacerlo en un futuro.

De esta manera Ferrari ingresó acompañado por su abogado Martín Clemente, entregó un extenso escrito donde afirmó que llegó a Trenes de Buenos Aires hace un año como presidente y que la concesión data de 17 años atrás.

Mientras para el miércoles y viernes está prevista la declaración indagatoria de más directivos y gerentes operativos de TBA y en junio lo harán los miembros de la familia Cirigliano, dueña de la empresa concesionaria, y los ex secretarios de Transporte de la Nación Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi.

En tanto, la familia Cirigliano, dueña de la empresa, recién declararía en junio.