Sociedad

“No nos rendimos, si perdemos, lo haremos luchando”

Rubén Saboulard es coordinador de la Asamblea de San Telmo. Se define como anarquista y considera que las cosas que fueron logrando, lo hicieron a través de la lucha.

En la oficina del comedor, la gente entra y le consulta a Saboulard, que está al tanto de todos los temas.

Por Anabel Acevedo En esta entrevista con El Mensajero Diario, explica cómo funciona la asamblea, los comedores y la feria. Habla sobre sus causas judiciales, en una de las cuales fue acusado de antisemita por la DAIA.     ¿Cómo es el manejo del comedor? Tenemos dos comedores. Uno es gratuito, está abierto todos los días y nosotros decidimos quién entra. Ahora tenemos 240 personas anotadas, 20 son Qom que están acampando en la Plaza de Mayo -que vinieron con Félix Díaz que salió a decir que apoyaba a Massa, entonces que le vaya a pedir comida a él-. Hay cerca de veinte personas de un comedor religioso que cerró y los tenemos a parte porque no los conocemos, y nos mandan ración de comida para ellos y son los últimos en entrar. Son 40 personas por horario desde las 11, y tienen media hora para comer porque el lugar es chico, a veces hay seis tandas. Siempre hay 20 o 25 personas esperando y no entra nadie hasta que no se va el otro turno y después tenemos cinco minutos para limpiar y volver a poner la mesa, atienden tres compañeros. Nosotros les servimos la comida: un plato de sopa que se puede repetir, cinco veces a la semana hay carne; puede ser ternerita con arroz, albóndigas con puré, ravioles con salsa. Calculamos 150 gramos de carne por persona. También tenemos otro comedor donde vienen a comer por 25 pesos en adelante, sopa (que se puede repetir), la comida del día que siempre es carne, pan, juego y postre (fruta). Vienen entre 80 y 100 laburantes todos los días, que en una economía de esa escala nos deja plata y es una fuente de trabajo para los compañeros y se pagan los gastos del otro comedor.   ¿Cómo se abastecen en el otro comedor? Tenemos un convenio que hicimos con Ibarra que legalizamos ante la Defensoría del Pueblo. Con ese convenio es que nosotros tenemos el manejo del comedor; decidimos quién entra y quién no; sino se te viene cualquier basura. Van y piden que les den algo y para sacárselos de encima te lo derivan a vos entonces con esa derivación no le podés decir que no. Pero del padrón total siempre tenés un 70% porque no están o comen en otro lado, de ese modo, siempre está la posibilidad de dar una vianda o darle de comer a otro que pasa. Recibimos productos secos: arroz, fideos, tomate y aceite. También tenemos el merendero de los pibes. Para el que recibimos leche, mate cocido, cacao. Con este acuerdo tenemos cubierto el 70 u 80% después nos queda el gasto cotidiano: alquiler, luz, gas, el sueldo de los compañeros que laburan ahí.   ¿Cómo se financian? No recibimos plata del gobierno, no tenemos dependencia económica. Nosotros pagamos por este edificio la mitad de lo que se paga por una pieza en frente, $1700 pesos por todo el edificio, tenemos un depósito enorme al lado, una vivienda, y toda la parte de arriba. Después tenemos planes subsidiados de energía y gas por ser cooperativa. Además tenemos a ciertos comerciantes, 12 o 14 que nos donan alimentos. Tenemos una imprenta que nos permite abastecernos de todo lo que es volante y gráfica. Más la revista, la revista es un ingreso y egreso, cumplió 50 números, son 1200 ejemplares, esto le permite a un grupo de 15 compañeros ganarse la guita del mes, lo que ganan con la venta es para ellos. Escriben algunos compañeros y yo, es democrática pero tiene nuestra impronta anarquista. Sin publicidad y sponsor, por eso podemos escribir lo que queremos, la independencia económica está vinculada con la independencia política. Otro ingreso es la feria que tenemos en el barrio (San Telmo). También tenemos donaciones voluntarias de algunos compañeros.   ¿Cómo es la feria? En su momento hicimos una inversión muy grande y compramos todos los puestos. Tenemos seis compañeros que trabajan los domingos en la feria y además, medio día a la semana sueldan puestos, los arman. Tenemos ciertas restricciones por ejemplo no queremos que se vendan marcas truchas ni alimentos; sí, todo lo que sea artesanal, que tenga un valor agregado. Tenemos 100 puestos, cada uno nos paga $100 pesos. Hay  dos puestos donde vendemos libros de nuestra editorial Estrella Libertaria, y 300 títulos de películas políticas que editamos. Tenemos entre tres y cinco puestos que no pagan, por ejemplo algún enfermo, el traviste Naty Menstrual, es parte de nuestra institución, diseña ropa. También tenemos el puesto que es el roperito que lo montamos cada tanto, es gente que nos dona ropa pero no nos sirve para dar en el comedor, por ejemplo trajes, zapatos de taco.   Tuviste muchas causas judiciales ¿Cómo están en la actualidad? Me comí entre 16 y 17 juicios. Zafé de todos porque la mayoría de los juicios eran por cortar la calle y ese código contravencional es anticonstitucional de alguna manera porque el legítimo derecho a la protesta no se puede reglamentar con el corte de calle. Además, en los juicios, siempre dejé claro que no iba a pagar con el trabajo comunitario ni pagar multas, si me querían condenar yo iba en cana. Pero es un costo complicado que ellos saben porque es complicado meter en cana a un tipo que está pidiendo un pedazo de pan. Nosotros le prendimos fuego el ministerio a Macri cuando nos quitó los planes. Los demás se rindieron y nosotros no. En aquel momento, nos convocó Bullrich: Esto es simple a ustedes les vamos a dejar 120 planes de los 300 elijan a quién se los dan. Hicimos una asamblea y votamos rechazar eso. Fuimos encapuchados y rompimos todo, Bullrich se escapó por la venta sino lo matábamos.   ¿Eso te parece una buena medida? Si perdemos, vamos a perder luchando. No nos vamos a rendir.  Después tuve otro juicio contra la DAIA, que me acusaron de antisemita. Hubo una marcha enorme a la que convocamos y hablamos cuatro o cinco  nos filmaron a los que hablamos y nos llevaron preso a casi todos: al negro Martino, a Juan Carlos Beica, a Luis D´Elía después. Me suman las declaraciones del discurso con la existencia de una bandera que decía “Fuera Israel de Gaza” y tenía una esvástica en la S de Israel. O sea hay que ser muy oligofrénico para decir que yo estoy haciendo apología Nazi. Lo que digo es que Israel hace apología Nazi. Está claro, hay que ser muy obtuso para entender otra cosa. La DAIA me acusó de nazi, de antisemita, de odio racial y fue un juicio muy complicado porque había, además del fiscal y el juez, cinco abogados de la DAIA. Me defendí bien y como tengo muchos amigos musulmanes e israelitas,  conseguí treinta invitados de lujo, algunos judíos, como Oscar Copper, también Vicentino Lemas, Nora Cortiña, Fernández de Quebracho, el negro de D´Elia; gente con la cual no tengo mucha coincidencia política pero en este tema estábamos de acuerdo porque lo que hizo Israel fue un ataque genocida y Nazi. Justo tuve la suerte que pintó el informe Goldstone, que tiene que ver con que las Naciones Unidas manda un comité especial para investigar la denuncia de crímenes de guerra de Israel por Gaza, e Israel no lo dejó entrar. Tuvieron que entrar de contrabando por otro país, hicieron un informe de la ONU y lo votó la comisión de Derechos Humanos; es un informe lapidario que destruye a Israel que bombardearon escuelas, hospitales envenenaron el agua, atacaron población civi,l atacaron caravanas de camiones que llevaban comida. Me sobreseyeron, apelaron, fuimos a la Cámara y ahí volví a ganar. Recibí llamadas y mails amenazantes de la colectividad. El sionismo es una herramienta muy jodida de organización y la DAIA es una agencia israelí no es judía, ahí soy un tipo demonizado pero no fui en cana como el negro Martínez que estuvo un año preso y le falta el juicio. Ahora estoy con un quilombito por Paseo Colón pero hay formas de defenderse. Ahora el 4 de abril vamos a hacer un corte. El código dice que hay que avisar, entonces el día anterior voy hago un escrito a Macri informando, me lo sellan en la mesa de entrada de la Legislatura y ahí tengo mi defensa.   ¿Qué intereses hay detrás del Metrobus que quieren hacer en Paseo Colón? Hay varios intereses, primero transformar a San Telmo en San Telmo Hollywood, algo comercial y turístico, no quieren casas tomadas, conventillos, comedores, lo viejos negocios barriales. Quieren una especie de casco histórico modernizado para la gente fashion: gente joven, de diseño y gastronómicos, el turismo es el público detrás del negocio la burguesía culta que tenía miedo de venir por acá. No es un proyecto de Macri sino de quienes manejan la ciudad que son las empresas de la construcción, la Cámara de Turismo. La segunda razón es más vinculada al macrismo que tiene que ver con la política que le ha dado el Metrobus, esta es una ciudad de derecha, le parece que resuelve problemas y el macrismo opina que le dio 6 puntos de la última elección que la ganaron con eso. Apuestan a otros metrobuces más, que le van a dar resultados que son el de la avenida Alberdi, el de Cabildo y este de Paseo Colón que es incomprensible. Difunde la ciudad verde pero aspiran a un mecanismo que es de clases, que es encarecer el transporte particular que solo puedan entrar a capital los tipos que ganan diez mil pesos por mes. Después hay una cuestión más circunstancial todavía, que es, que hacer una estación de subte cuesta mucho más plata y tiempo, él inauguró ahora la estación de subte que hizo Ibarra. Con 200 millones de dólares –que es una barbaridad-hicieron el Metrobús de la 9 de Julio,  son de ejecución más rápida. Hay una guerra total entre Michetti y Rodríguez Larreta,  también tiene una complicidad del kirchnerismo que dice si va a afectar seriamente a 100 familias, una escuela pero va a beneficiar a cien mil autos. La política de ella es que se haga pero con los menos daños posibles.   ¿Por qué te volcaste a esto? Yo vengo de los vascos y tengo dos corrientes muy marcadas, una muy católica y otra muy anarquista. Fui presidente del PST, fui Trotsko. Cuando volví a fines de los ´90s me vinculé a movidas comunitarias no partidarias. Y fui pasando de un pensamiento muy cerrado trotkista a anarquista. En el barrio la clase media nos odia. En nuestro espacio hay peruanos, dominicanos, uruguayos, vendedores ambulantes, gente de la calle, ladrones. Criminalizar la pobreza significó que muchísimos chicos quedasen presos por portación de cara. Nosotros  decidimos que ese era nuestro sujeto, como decía Bakunin El proletariado en harapos. No accede a una fábrica jamás, la militancia no es la militancia ajena nosotros vivimos acá, comemos acá y nos vestimos como ellos. No estamos de paso, estamos enraizados con la miseria porque somos de ahí mismo. Si el voto sirviera para algo estaría prohibido.