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Chaco

El represor Musa Azar negó los delitos de lesa humanidad que se le imputan

El ex jefe de Inteligencia de la Policía de Santiago del Estero, Antonio Musa Azar, negó haber cometido delitos de lesa humanidad en la ciudad de Chaco en noviembre de 1976. Musa Azar, estuvo detenido entre 1983 y 1986 por delitos cometidos durante la dictadura militar. Primero recibió los beneficios de la ley de Obediencia Debida y luego de la ley de Punto Final.

El represor santiagueño es enjuiciado en el marco de la causa «Caballero, Humberto Lucio y otros sobre tormentos agravados con privación ilegítima de la libertad y desaparición forzosa» debido al testimonio de una joven militante política que fue violada y padeció tormentos en forma reiterada.

Esos hechos fueron dados por ciertos por la justicia federal para los policías provinciales acusados en esa causa, dado que la detenida en cuestión estuvo alojada en la Alcaidía y en la Brigada de Investigaciones de la Policía del Chaco y fue en este lugar donde vio al comisario general Musa Azar.

Musa Azar, que fue trasladado bajo estrictas medidas de seguridad desde el penal de Ezeiza, debió declarar por su presencia en la capital chaqueña en noviembre de 1976.

En esta audiencia, Musa Azar fue asistido legalmente por su hijo Moisés, respondió a todas las preguntas que se le formularon en la indagatoria y no mostró deterioro físico y mental.

El comisario santiagueño fue una figura clave en la política represiva durante el proceso militar, primero, y en el régimen de Carlos y Nina Juárez, después.

Musa Azar, estuvo detenido entre 1983 y 1986 por delitos cometidos durante la dictadura militar. Primero recibió los beneficios de la ley de Obediencia Debida y luego de la ley de Punto Final.

Su vinculación con el gobernador Juárez, de quien fue ministro de Seguridad, le devolvió protagonismo. Como oficial de la Policía de Santiago del Estero había recibido capacitación en el área de inteligencia en 1975 y luego fue docente en esa materia en la Escuela de la Policía de la provincia.

A su vez era el representante del Servicio de Inteligencia del Estado, aunque esos cargos estaban reservados para militares especializados en esa tarea.

  Ahora Musa Azar deberá volver al penal de Ezeiza, donde cumple condenas por crímenes de lesa humanidad que se le imputan. Cabe aclarar que ese destino tienen todos los detenidos por la justicia federal que argumentan necesidad de atención médica permanente.