Desde la Dirección de Medios y Comunicación de la Asociación del Fútbol Argentino se dio una respuesta oficial al escándalo que, la semana pasada, había ocasionado en Mendoza la puesta en venta de las localidades para presenciar el choque de Eliminatorias entre la Selección Argentina y Uruguay.
Con el irónico título, «Sí, las entradas se agotan», un extenso comunicado dio cuenta de los datos que recavó Ticketeck, empresa encargada de la venta: «Preocupados por injustos y arbitrarios ataques que expresan el sentido estrictamente opuesto de nuestro espíritu, le pedimos a la empresa Ticketek un pormenorizado reporte sobre la forma en que se realizaron las ventas para el partido del próximo 12 de octubre», señala el informe.
De estos datos destacan: «70.000 visitas en una hora, de 15 a 15.59 horas, con 19.000 simultáneas y el 28 de setiembre, en un solo día, se registraron 434.561.»
Además se ofreció un detalle del origen de los compradores: «restadas las entradas bloqueadas para la prensa nacional e internacional, el protocolo, los sponsors, el público proveniente de Uruguay y lo que se conoce como “pulmón de tribuna” para separar a los visitantes de los locales, el 88 por ciento del total de la capacidad disponible se vendieron con domicilio y/o teléfono de Mendoza, el 9,5 por ciento con domicilio y/o teléfono de San Juan, San Luis y resto del país, el 1,5 por ciento con domicilio y/ o teléfono de Buenos Aires y el 1 por ciento restante sin datos de origen, o sea ni teléfono ni domicilio.»
Por último, señala que: «Como no comprender que las entradas disponibles se vendan hasta agotarse rápidamente. El sistema anterior obligaba a largas filas para que, de a una persona, en una determinada cantidad de ventanillas, esperaran noches completas para acceder a su localidad. Aquel sistema ya superado por el tiempo, también generaba críticas por lo inhumano de las desventuras y fricciones.»
Resulta interesante escuchar explicaciones que emanen desde la AFA, no muy propensa a justificar sus acciones a lo largo del tiempo. Más interesante aún es resaltar que el estilo provocador se mantiene, apelando a la ironía como una marca registrada del ciclo Grondona.
