El fin de año es un tiempo en el que afloran los balances. En este caso, este fin de año selló la conformación de la Confederación de Medios Cooperativos y Comunitarios. Un espacio nutrido de experiencias colectivas, cooperativas, comunitarias y populares que se han encontrado al calor de la lucha por la distribución justa, equitativa y federal de la pauta pública oficial.
La casa de la Federación Argentina de Trabajadores y Trabajadoras de Prensa (Fatpren) fue el lugar elegido para la presentación que se realizó el pasado jueves 16 de diciembre, de la que también participaron distintos actores del sector, como los sindicatos de gráficos, en la representación de su secretario general, Héctor “Gringo” Amichetti; también de prensa y canillitas, que son parte de la articulación que se viene gestando y profundizando desde hace casi dos años.
Una presentación que lejos está de ser un punto de llegada, sino todo lo contrario: el punto de partida para continuar nutriendo el sentido colectivo del conjunto de las y los trabajadores de prensa que, día a día, hacen de la realidad de la comunicación una experiencia cotidiana.
El desafío es construir un punto de inflexión en esta etapa, porque es un problema que lleva años sin solucionarse en nuestro país, y radica en la urgencia de regular la distribución de la pauta pública oficial, de manera que sea equitativa, democrática y federal.
Ya van seis años de encarecimiento progresivo de los costos de producción de los medios, cualquiera sea el soporte. El deterioro progresivo de los ingresos de los trabajadores y trabajadoras; sumado al nuevo paradigma que exige una transformación y una readecuación tecnológica con nuevas herramientas, posiciona al sector en una situación catastrófica.
En esas dificultades se encuentra el sentido de la articulación y de la construcción colectiva de iniciativas, en el marco de una pelea que es sumamente desigual con aquellos medios que tienen fuertemente hegemonizada la comunicación y que representa los intereses del capital concentrado en la Argentina.
Se trata entonces de seguir aportando a una agenda común, en la coyuntura cotidiana de la Argentina real, allí en la calle donde las voces de las mayorías necesitan ser agenda.