Política

Tras los pasos de Randazzo

El Mensajero Diario entrevistó a Leonardo Kosoy, Secretario General de la agrupación “Los pasos previos”, cuya origen es en Chivilcoy. “El mejor candidato que tenemos es Florencio Randazzo, por gestión, por militancia, por historia” sostiene Kosoy.

Kosoy junto al ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo.

Kosoy comenta que el grupo político, cuyo nombre remite a la novela de “Paco” Urondo , realiza su tarea de militancia en la cuarta sección electoral junto a otras agrupaciones de vecinas localidades como Bragado, Junín y Mercedes, que acompañan y apuntalan a Florencio Randazzo en su carrera política. En esta nota detalla los inicios de la agrupación que apuesta al actual ministro de Interior y Transporte como sucesor del kirchnerismo.   –          Se encuentra en este momento en un proceso de crecimiento importante la agrupación a nivel provincial, contanos qué es la agrupación. –          Básicamente es un colectivo de compañeros que venimos de distintas experiencias de militancia, de distintas edades, que obviamente nos fuimos nucleando y juntando a partir del proceso de estos últimos diez años. Yo, en lo personal, ya había descreído en algún punto de las posibilidades de la construcción colectiva, y el kirchnerismo a nosotros nos vino a despertar, y a remover un montón de deseos, de anhelos y cuestiones que habían quedado de otras épocas. Esto sumado al fervor de los chicos, de la gente que se involucró en la construcción de nuevos paradigmas a partir de lo que fue Néstor y Cristina, fue como una necesidad de parte nuestra de encontrar un espacio propio donde crecer. En nuestro caso particularmente se dio en Chivilcoy, y armamos una agrupación cuyo nombre remite a la novela de Paco Urondo, tiene un contenido político e ideológico que uno puede compartir o no, pero que sin duda es unívoco el mensaje y la lectura, va para un solo lugar. Nos sentimos parte, precisamente, de ese armado que en algún momento Néstor hablaba de esas mil flores. Después vienen otras problemáticas, a partir de creerse una flor quién las cosecha, quién se las queda y cómo funcionan las flores. Pero entendemos en esto la necesidad de la construcción colectiva, de cuidarnos entre nosotros. Y bueno, empezamos haciendo un trabajo que básicamente era cultural, particularmente los que fundamos la agrupación (que éramos unos cuatro o cinco compañeros) teníamos una debilidad especial por Carpani, por el tema del arte, los murales, y un poco la impronta inicial del grupo estaba orientada hacia eso. Hemos hecho cantidad de murales, para el bicentenario, en Chivilcoy, en la Universidad de Luján, en talleres de Junín, en Bragado, para la Secretaría de Derechos Humanos de Provincia, en pueblos de campaña… nos da lo mismo ir a una ciudad de 100 mil habitantes a pintar un mural o ir a un pueblo con 70 habitantes donde agarramos la estación abandonada y pintamos algún mural, por ejemplo alusivo a la recuperación del ferrocarril, o lo que fuese. Es más, en cantidad de pueblos lo hemos hecho incluso antes de  que Florencio tuviera alguna injerencia al respecto de lo que es el transporte. Como parte, precisamente, de la reivindicación de los “malditos” de la historia argentina, tenemos un programa de radio que lleva ya tres años y medio, donde tratamos esas cuestiones, que tienen que ver con los prohibidos, los ninguneados por la historia.   Fundamentalmente partimos de un pensamiento nacional, que reivindica los 200 años de lucha que atravesó la historia de nuestra patria. No somos demasiado originales, no inventamos nada, tenemos una construcción de la militancia que es desde el colectivo, desde la construcción barrial, desde la articulación a partir de las necesidades de nuestra gente. Militamos los años pares, los años impares, tenemos una cantidad de unidades básicas que están abiertas constantemente, y nos sentimos orgullosos de ese costado más lírico, si se quiere, de la militancia, y a la vez cuando tenemos que mostrar las uñas tratamos de hacerlo. Fundamentalmente creemos en el proceso de construcción colectiva.   –          A propósito de eso, ¿cómo vienen ustedes pensando o articulando el crecimiento en la provincia de Buenos Aires? Porque ustedes tienen la cuna en Chivilcoy pero ya están expandiéndose de manera muy interesante en la provincia. –          Los primeros dos o tres años de labor de la agrupación se circunscriben a Chivilcoy obviamente, y a partir de tener ahí un desarrollo interesante vimos la necesidad de expandirnos en la cuarta. Por una cuestión de relaciones, de sistemas de relaciones que tenían los compañeros de militancia surgieron naturalmente relaciones en la primera, donde algunos hemos militado en alguna otra oportunidad. Y bueno, nos vinimos para el lado de Buenos Aires y del conurbano. En este momento tenemos once distritos en provincia (en los que tenemos un grado de desarrollo) y en Mataderos que hemos hecho pié ahí hace poquito con un compañero  de ATE  (que estuvo exiliado por su militancia setentista, y que ahora es delegado de ATE y labura en el ANSES, es nuestro secretario ahora en Mataderos). La verdad que sí, estamos en un proceso de crecimiento territorial e intentando acumular fuerzas.     –          A propósito de eso, lo que no se puede soslayar de ninguna manera es que, en paralelo al crecimiento de ustedes, viene empujando fuertemente la figura de un candidato, dentro del universo de candidatos del Frente para la Victoria mostrándose hoy, como es el caso de Randazzo. –          Sí, no es un dato menor. El grupo inicial éramos como decía Rodolfo Walsh, una “patrulla perdida”, hasta que anclamos en la figura de Florencio. Por ahí se da de forma natural en algún sentido, porque es del mismo pueblo que nosotros. Lo que hay que aclarar es que nosotros no somos una organización de Randazzo, que él arma, sino que es una organización que armamos nosotros, y que entendemos que el mejor candidato que tenemos es Florencio, por gestión, por militancia, por historia. Nos sentimos randazzistas, y sentimos que cuando empezamos a impulsar la figura de Florencio fuera de los límites de Chivilcoy (porque en Chivilcoy Florencio es Coca-cola, es una marca registrada), pero cuando nos tocó salir, sin ir muy lejos a Alberti (que está a 30 km) o a Bragado o Junín y empezar a venir por ejemplo para Mercedes, realmente Florencio sin bien era conocido, no generaba un gran consenso ni grandes pasiones, y realmente se nos hacía complicado explicar por qué nosotros impulsábamos a un tipo que no estaba en los primeros planos. Gracias a la gestión de Florencio, a lo que viene haciendo los últimos años a partir del Ministerio del Interior y fundamentalmente la explosión que implicó, y las contradicciones que generó cuando él asume el tema del transporte (con los accidentes y todas las situaciones problemáticas que se estaban dando, y con la respuesta a esas situaciones) la verdad que hoy por hoy nos resulta más fácil. Es como que no tenemos que empujar nosotros a Florencio, sino que Florencio nos empuja a nosotros. Nos pasó algo particular, cuando fue el tornado en Chivilcoy en diciembre del año pasado, Florencio vino a las horas de que había ocurrido el tornado y lo cruzamos un ratito en un lugar, una agrupación atlética que había sido muy dañada, y nos preguntó “che, ¿cómo vamos con el armado?”, le digo “bien, hay tanta cantidad…” “no, hay que duplicar”, o sea que la impronta de él en ese sentido nos marcó y nos marca. No nos sentimos parte del círculo íntimo ni nada, somos un grupo de militantes que entendemos que este tipo es nuestro candidato, que vamos a laburar para eso,  que es independiente de los resultados. No es por descarte lo único que tenemos, sino que es un tipo que tiene un proyecto a futuro, que biológicamente lo acompaña (por edad, por las características que tiene), y no es que estamos buscando cómo sobrevivir al cambio que se avecina cuando Cristina deje el gobierno, ni cómo va a sobrevivir la agrupación. La verdad es que la agrupación se autofinancia, y vamos a seguir siendo eso. Entendemos en Florencio la posibilidad de profundizar este modelo, la posibilidad de corregir lo que haya que corregir, entendemos que es un gran interrogante hacia futuro pero en buen sentido, es una apuesta y los resultados se verán en la cancha, veremos cómo sigue después.    –          Vos que lo conocés a Florencio Randazzo de muchos años desde otro costado que no es simplemente el de un gestionador, ¿qué dirías del hombre? –          Para nosotros Florencio es un militante, es un tipo que nació en la militancia de la Juventud Peronista, que ha llevado tachos, ha pintado, ha salido a hacer pegatinas, ha doblado boletas, ha recorrido los barrios relevando las necesidades intentando dar respuesta. Ha estado fuertemente vinculado a ese tipo de militancia, no es un militante de escritorio o un burócrata, es un tipo que realmente es un gestionador. Conocemos a la familia, yo conozco a algunos de los hermanos, que obviamente son todos muy distintos y son muchos. El padre de Florencio era un militante histórico en Chivilcoy, un tipo muy leal, muy noble, muy orgánico. Entonces la verdad que los antecedentes de la historia, los antecedentes de Florencio dicen que es un tipo que cuando tuvo que ser atrevido y en todo caso jugársela lo hizo. No creemos que sea tímido, al contrario, cuando tiene que ir hasta el hueso va hasta el hueso, hay pruebas de ello. En estos diez años realmente ha dado muestras, desde que era diputado en la época de Felipe Solá hasta esta parte. Es una persona que si tiene que duplicar una apuesta la va a duplicar, vemos que tiene ganas, y que conforma un equipo interesante de gente. Por ejemplo, reconocemos en Graciela Rolandi que es diputada de él en la provincia de Buenos Aires, que viene haciendo una gestión en un segundo mandato que es verdaderamente interesante; en Ariel Franetovich también, que labura en la ADISF en este momento. En lo que es el riñón del randazzismo han armado un equipo de trabajo que es importante. Lo ha demostrado en Chivilcoy, nosotros vemos que ha habido un cambio, por ejemplo falta techar la plaza principal por ahí, pero lo veo en relación a otros pueblos (nosotros recorremos muchos pueblos en la cuarta y en la primera) y hay pueblos que en estos diez años han recibido beneficios y han sido parte del modelo pero no en la intensidad y en la escala de lo que fue Chivilcoy, que es producto de  lo que hizo el kirchnerismo y de la mano de Florencio. Realmente sentimos que tiene mucho para hacer, que está en una situación de madurez política como para hacerlo, y nosotros queremos ser parte de ese proceso, nos sentimos parte de ese proceso, pero como una continuidad de lo que viene siendo en estos diez años. No creo que haya un quiebre, Florencio es parte de este kirchnerismo. Él lo ha dicho en varias oportunidades, que uno puede ser kirchnerista sin ser peronista, pero es contradictorio ser peronista sin ser kirchnerista. En todo caso el kirchnerismo es lo más peronista que se ha movido en estos últimos 50 años, y está claro que va a haber un antes y un después de los Kirchner. Con matices, con mayores o menores críticas, está claro que los Kirchner cambiaron los paradigmas de la Argentina, cambiaron la forma de hacer política, nosotros estamos agradecidos por eso y tributamos de esa forma. Y Florencio sabemos que es parte de ese cambio, no sé si será un kirchnerista de paladar negro o no, esta cuestión es como el “peronómetro” (quién es más peronista, quién es menos peronista). Nosotros sentimos que podemos trabajar para Florencio, de hecho lo hacemos con pasión, con ganas de militar, con mística. Entendemos que el peronismo tiene que volver a enamorar, somos parte de eso y estamos convencidos. Y en todo caso es como decía San Ignacio de Loyola, “tenemos el deseo de desear”. Nosotros vamos para adelante con esto, hasta concejal lo acompañamos, y veremos cómo sigue.   –            –          Dentro del proceso de armado que viene sosteniendo Randazzo empiezan a confluir distintos sectores del peronismo y el kirchnerismo actualmente. ¿Cuál es tu posición al respecto? –          La verdad que nosotros estamos contentos, fascinados, expectantes de que esto ocurra. Realmente entendemos que Florencio, para las expectativas que él mismo viene generando, y de las cuales él es parte en este crecimiento, si va a depender exclusivamente de estructuras pequeñitas como la nuestra está listo. Yo sé que su crecimiento tiene que ver en parte con una fuerte impronta de lo que es la gestión (que creo que es la clave) él se puede diferenciar de otros candidatos precisamente a través de la gestión. Y en el armado político entendemos que tienen que confluir la mayor cantidad de agrupaciones de personas (desde un colectivo o como personas físicas), sumarse a un armado que se dará en contextos particulares. Y hay que ser generoso en ese sentido, entender que Florencio ya no es el Florencio de Chivilcoy que nosotros conocemos, sino que puede ser el Florencio de todos, y que para poder construir consenso de votos que le permita llegar a donde nosotros pretendemos que llegue (o sea la presidencia) evidentemente hay que “socializarlo”, tenemos que permitir que el flaco sea el flaco de todos, que realmente tenga las manos libres y sienta que tiene la posibilidad de articular, de negociar, de sentarse con quien se tenga que sentar, y obviamente no nos va a pedir permiso a nosotros, nosotros tampoco se lo pedimos. Como organización sabemos que podemos hacer nuestro aporte humilde, desde este espacio, sabemos que es un granito de arena desde la cantidad de distritos que podamos tener, hoy son doce y podrán ser diez o veinte más, lo que seamos capaces de generar. Entendemos que bajo esa misma lógica vienen a ser la mayoría de las agrupaciones, y creemos que tiene que ver con eso. Cuando el peronismo históricamente con su política, con su mirada frentista, con su política de juntar a distintos sectores en un frente policlasista se plantea la construcción de consenso a partir de eso, entendemos que esto no va a ser la excepción, que esto va a ser parte de lo mismo, porque es parte de un mismo proceso que arrancó hace 200 años, que no lo inventó Florencio, que no lo inventamos nosotros, que no lo inventó Néstor ni Cristina, ni siquiera Perón. Somos parte de una corriente, es como los ríos subterráneos de la Arcadia, de este subsuelo del que hablaba Scalabrini, y no nos podemos salir de esa lógica. Creemos que somos producto de eso, y vamos a intentar en nuestro paso por la militancia y por la vida ser parte precisamente de la continuidad de eso. En definitiva se busca esto de la grandeza de la patria y la felicidad del pueblo, no mucho más que eso.