Deportes

Ultramaratonista argentino correrá 250 kilómetros «solidarios» en el Sahara

Sebastián Armenault largará el 3 de abril con la motivación de conseguir donaciones para cinco entidades de bien público de la Argentina por cada kilómetro recorrido.

En una rueda de prensa, Armenault explicó que él siempre elige carreras “un poco más duras”, ya que busca “superarse”, para poder “llevar la bandera argentina a lugares remotos del planeta”.Armenault dijo también que siente “un profundo orgullo” al participar de los 250 kilómetros del Sahara, donde 70 por ciento de los competidores son profesionales, otro 25 por ciento personas que cuentan con un respaldo económico importante “y dentro del 5 por ciento restante me encuentro yo, que hago todo a pulmón, aunque la fuerza interior de ser ultramaratonista, argentino y amateur es única».La carrera a pie dura seis días y tiene otras tantas etapas, en las cuáles los corredores se deben arreglar solos, ya que la organización sólo les proporciona agua y unas macrotiendas de campaña para dormir. Por eso, deben cargar con la comida necesaria para la travesía. En la nueva edición, que es la número 25, habrá un total de 900 corredores de 52 países diferentes que pondrán a prueba su resistencia. Durante la prueba, los atletas deberán soportar una temperatura ambiente media de 35/40ºC durante el día, y de 5 a 5º bajo cero por la noche. La organización entrega a cada participante 9 litros de agua al día, de los que 1,5 se los dan antes de la salida. Luego, cada 15 kilómetros, tienen puestos para reponer agua y, al final del día, les entregan 2 ó 3 litros más para el aseo personal y para preparar la comida.Armenault es uno de los pocos argentinos dedicados al ultramaratón. Tiene su pasado en el rugby, jugó 22 años en Banco Nación, comenzó con las carreras a partir del año 2006 y dijo también que su proyecto personal Superarse es ganar “se basa en pilares de autoestima, superación y solidaridad”. Lo conseguido será canalizado hacia la Escuela Nuestra Señora del Rosario, de San Fernando (Buenos Aires); el Hospital Diego Thompson, de San Martín (Buenos Aires); la Escuela de Frontera Número 10 «Tacuruzu», del partido de Candelaria (Misiones), y el Hogar para Ancianos Pelliza y el Hogar Cura Brochero, ambos de Vicente López (Buenos Aires).

 

Fuente: comercio online