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Wikileaks, los cables del escándalo que golpean a EEUU

Reponemos una síntesis de las notas del diario "Clarín" sobre la visión y los comentarios que la Embajada norteamericana realizó sobre el matrimonio Kirchner.

Washington consideraba a los Kirchner «ineptos» en política exterior, ese fue parte del perfil que elaboró sobre el «tándem gubernamental» y que había sido solicitado por el Departamento de Estado. Entre otras decisiones, criticó la forma de enfrentar el golpe que sufrió el presidente hondureño Manuel Zelaya.

Según los documentos filtrados por WikiLeaks, la Secretaría de Estado de los Estados Unidos ha mostrado «gran curiosidad» por conocer la personalidad de la presidenta Cristina Kirchner, al punto de solicitar información sobre «su estado mental y salud», «su visión política» y «su forma de trabajo».

El Gobierno argentino también aparece mencionado entre los 250 mil cables de la diplomacia estadounidense que dio a conocer Wikileaks. En uno de ellos, los funcionarios de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, piden informes a la embajada en Buenos Aires sobre la «salud mental» de la presidenta Cristina Kirchner. Y también resaltan «su intolerancia a la hora de recibir críticas».

«Esa curiosidad llevó a la Oficina de Operaciones de Inteligencia del Departamento de Estado (identificada en el documento como INR/OPS) a no darse por satisfecha con las opiniones recogidas durante las múltiples visitas de políticos, tanto gubernamentales como de la oposición, que pasan sistemáticamente por la embajada norteamericana para explicar su análisis de la situación interna del país, y a pedir un perfil más específico», señala el diario español El País en su edición on-line, basándose en telegramas de la sede diplomática en Buenos Aires.

Algunas de las preguntas fueron: «‘Cómo controla Cristina Fernández de Kirchner sus nervios y su ansiedad? ‘Cómo afecta el estrés a su conducta con sus asesores y/o en su proceso de toma de decisiones? ‘Qué medidas toma CFK o sus asesores para ayudarla a manejar el estrés? ‘Toma alguna medicación? ‘En qué circunstancias controla ella mejor el estrés?».

La Secretaría de Estado también preguntó: «‘Cómo le afectan las emociones en su proceso de toma de decisiones y cómo baja la tensión cuando está angustiada?’ ‘Qué tal está Néstor Kirchner de su enfermedad gastrointestinal? Le sigue molestando? Toma medicación?’ ‘Es bien conocido su temperamento, ha demostrado mayor tendencia a oscilar entre extremos emocionales?’ ‘Cuáles son los objetivos más comunes de la furia de Néstor Kirchner?'».

Por otra parte, la embajada estadounidense indica que la jefa de Estado actuó «en contra de los consejos de su Ministerio de Asuntos Exteriores» en el caso del golpe que sufrió el hondureño Manuel Zelaya: «Es otra muestra de la ineptitud de los Kirchner para la política exterior».

«Tenemos un conocimiento más sólido sobre el estilo y la personalidad de (el ex presidente) Néstor Kirchner que sobre Cristina Fernández de Kirchner y nos gustaría ampliar la visión sobre la personalidad de CFK (Cristina Fernández de Kirchner)», dice un telegrama «secreto» enviado por la Oficina de Operaciones de Inteligencia, en el que se explica que la Secretaría de Estado quería analizar «la dinámica interpersonal en el tándem gubernamental»

 

Siempre de acuerdo a los cables difundidos por WikiLeaks, la embajada -en un cable enviado poco después de la polémica visita a Buenos Aires del nuevo secretario de Estado adjunto para América Latina, Arturo Valenzuela- define con dureza algunos rasgos de la administración kirchnerista. Y entre otros aspectos, resalta «su intolerancia a la hora de recibir críticas».

Los informes, sin embargo, también resaltan que la presidenta Cristina Kirchner «busca claramente cualquier oportunidad para asociarse con el presidente Obama». Y consideran que «la intensidad de ese deseo abre oportunidades para nosotros». El encuentro diplomático, finalmente, tuvo lugar meses después, en Washington.

Un documento posterior, en tanto, vuelve a enfocarse sobre la personalidad de la Presidenta y de su esposo Néstor Kirchner, fallecido hace un mes. Al respecto, los funcionarios de la Embajada consideran que la «pareja presidencial» no ha cambiado mucho en los dos últimos años: «Siempre han sido ácidos, tan impermeables al consejo ajeno e incluso tan paranoicos con respecto al poder». Y agrega: «Ha sido lo mismo durante estos más de seis años de poder, y siguen en la Casa Rosada».