Luego de que el juez federal de Catamarca, Ricardo Moreno, alertara sobre la radicación de al menos 2000 narcos y sicarios colombianos en la localidad salteña de Orán, a 60 kilómetros de Bolivia, funcionarios judiciales locales no solo confirmaron la sospecha sino que además advirtieron la inmigración de europeos que también estarían relacionados con las organizaciones.

En diálogo con el matutino de Santiago del Estero, El Liberal, el secretario del Juzgado Federal de Orán, Alejandro Daher, aseguró que» la Frontera Norte no sólo está «copada» por colombianos, sino que en últimos años se ha detectado la presencia de muchos europeos de diferentes nacionalidades, como españoles, portugueses, búlgaros, rusos, lituanos y escoceses, involucrados directamente con el narcotráfico».

El funcionario sostuvo que este fenómeno no solo se extiende en Salta sino también en el resto de la frontera. Según explicó, hasta estas regiones marginales de las provincias llegan los inmigrantes del viejo continenete. «Muchos de los europeos llegaron al país por turismo y aprovecharon para transportar estupefacientes, mientras que otros llegaron para radicarse especialmente en esa zona del país», precisó.

El tema ya está siendo investigado por los jueces federales del NOA y NEA quienes ha realizado diferentes cónclaves, preocupados por los delitos que crecen con el narcotráfico y con el fin de tomar de medidas concretas próximamente.

Además, ya se han realizado operativos efectivos en la zona. Daher, recordó el caso investigado por el Juzgado Federal de Orán, en el que estuvieron detenidos varios colombianos, un español, un portugués y un concejal de Metán, conocida la operación como “carbón blanco”. El grupo comercializaba cocaína que simulaba ser carbón vegetal, y en su interior viajaba la droga.

Entre tanto, se ha incrementado la presencia de gendarmes en la Frontera Norte, siendo seleccionados efectivos que cada vez cuentan con más capacitación y mejores estrategias.

Así lo informaron a Nuevo Diario funcionarios del Juzgado Federal de Salta, quienes reconocieron que “la frontera es enorme y difícil de abarcar, pero tampoco es que pasa cualquiera”.