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San Juan

Advierten sobre viviendas con alta vulnerabilidad sísmica

Un informe de la la Facultad de Arquitectura local detectó varios núcleos habitacionales con problemas en sus construcciones. Se trata de casas son de adobe, antiguas y en mal estado, que podrían colapsar ante un sismo. Los especialistas advirtieron de esta situación a los municipios correspondientes y elevaron propuestas para recuperar estas viviendas.

A partir de un estudio realizado por profesionales de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional San Juan (UNSJ), se pudo constatar la existencia de 13 núcleos habitacionales en el área metropolitana de esa provincia, en los que hay vulnerabilidad sísmica.

Se trata de una investigación que se desarrolla desde hace varios años por un grupo de especialistas del Instituto regional de Planeamiento y Hábitat, a cargo de la Magister arquitecta Mirta Romero, quienes relevaron minuciosamente las viviendas y las características socioeconómicas de los núcleos habitacionales que mayor atención demandaban.

El informe, que fue presentado ante las municipios correspondientes, detectó una gran cantidad de construcciones con bajo nivel de mantenimiento que ante un sismo importante podrían colapsar generando graves daños a quienes residen en ella.

Ante esta realidad, los investigadores también desarrollan otros proyectos tendientes a recuperar estos barrios, ya que basándose en otras catástrofes sostienen que “es muy importante la vulnerabilidad que tengan los contextos en los que actúe un evento” por lo que se han generado más daños y víctimas en ciertos lugares más que en otros, pese a registrarse fenómenos de mayor intensidad.

“Cuando se habla de riesgo lo que interesa es la interacción que hay entre la amenaza y las vulnerabilidades y la capacidad de respuesta. Todo eso hace que se tenga mayor o menor vulnerabilidad. Desde ese enfoque hicimos el análisis no solo del aspecto físico sino también del socioeconómico que es fundamental”, explicó Romero en diálogo con el diario cuyano El Zonda.

Según describió la especialista, estos 13 barrios señalados no son asentamientos o villas de emergencias, sino barrios consolidados que datan de hace más de 50 años. Los resultados precisan que de estos núcleos el 80% son construcciones de adobe, muy antiguas y con muy bajo grado de mantenimiento.

“Al ser sectores de bajos recursos, las familias no pueden invertir en ellas para recuperarlas. Sabemos que el adobe es más frágil y baja resistencia a sismos elevados y si a eso se le suma el bajo estado de mantenimiento, tenemos un problema importante”, dijo la arquitecta.

Asimismo añadió que “casi todos los techos en estos barrios están hechos de rollizo con caña y barro. Ese techo con una capa pequeña de barro y una buena aislación hidráulica es un factor no tan peligroso porque el sismo actúa en relación al peso pero cuando hay capas sobre capas de barro, el peso lo hace vulnerable. Además, las intervenciones inadecuadas y la humedad que va carcomiendo los muros contribuyen a la vulnerabilidad”, agregó la profesional. 

De acuerdo con la investigación de los especialistas los lugares del Gran San Juan más vulnerables son Villa Lourdes y Santa Fe, Villa Unión, Villa El Salvador, Villa Marini, Villa Carolina, Villa San Damián, Villa Las Rosas, Villa Italia, Villa San Francisco, Inés, del Carmen y Santa Anita, Villa Flora, Villa Seminario, Villa Ferrocarril Norte, Villa sin nombre lindante a villa Lourdes. 

En una segunda categoría de vulnerabilidad sísmica se encuentran Villa Obrera, Villa Pontoriero, Villa Nueva, Villa Don Arturo, Cenobia Bustos, Yornet y Buron Alonso. Y en una tercera categoría se encuentran Villa Elena, Don Manuel, Juan Jufre, Necochea y Castro, Rizzo, Rodriguez Pinto y Del Bono.

 

Las posibles soluciones

El trabajo de los profesionales de las UNSJ también propone una forma de intervención que pueda solucionar la realidad de estas familias.  Este proyecto fue entregado a las autoridades correspondientes para que puedan buscar líneas de financiamiento y desarrollen políticas para atender a estas poblaciones.

La propuesta es utilizar tipos de reforzamiento para las construcciones de adobe que permitan mitigar su vulnerabilidad hasta que puedan ser reemplazadas.

“Hay muchas experiencias a nivel mundial de trabajar con mallas y geo mallas para reforzarlas. Todos esos conocimientos y desarrollos se van a aplicar a esas viviendas. Y también presentamos otro proyecto donde otro equipo va a trabajar planteando mejoras a nivel urbano, para mejorar la calidad de vida de los vecinos del lugar”, concluyó Romero.