Sociedad

La lucha del pueblo de Catamarca

Andalgalá y la resistencia a la megaminería

Hace más de 200 días que las obras en la minera "Agua Rica" están detenidas pero miles de vecinos sufren distintos ataques mientras se resisten al saqueo y la contaminación de su pueblo.

El pueblo de Andalgalá y su resistencia a las obras de la megaminería.

En Andalgalá, Catamarca, se comenta que hay requisas en los transportes y que un grupo de desempleados y empleados de la minera «Agua Rica» acampaban en las puertas de la oficina de la empresa, como contratara de la lucha al pueblo que también acampa en la plaza principal.Lo cierto es que los mineros son grupos parapoliciales, o sea  delincuentes conocidos por los vecinos, barra bravas tucumanos y otras personas fueron compradas con dinero, drogas y aprovisionados con armas para cuidado de los intereses de la minera. Como consecuencia centenares de reclamos y denuncias de los vecinos inundaron la fiscalía del pueblo, con relatos que van desde las amenazas, el consumo de alcohol y drogas en la vía pública, hasta ver cómo policías suministraban estupefacientes y armas a estas personas que terminaron convirtiéndose en una suerte de escudos humanos.Según publicó Red Eco desde Catamarca, el llamado de «El Algarrobo» a la sociedad tuvo título de «ultimátum» a Agua Rica, y es por eso que la empresa tomó dichas medidas de seguridad.Desde el martes 7 el pueblo acampa en la plaza con asambleas diarias, músicos en vivo, comida comunitaria y diversidad de participantes, tanto por sus edades, como por sus lugares de origen.En tanto, el pasado sábado la asamblea fue histórica. Cientos de asambleístas debatieron por horas el destino de la convocatoria. Agua Rica, y los medios de comunicación al servicio de ella, esperaban el choque entre los supuestos desocupados y mineros, lo que no ocurrió. Contrariamente en armonía y democráticamente se decidió no confrontar porque la lucha, con Agua Rica frenada, lejos está de perderse. Cerca de las 22 la convocatoria superó las 1500 personas. La marcha dio innumerables vueltas alrededor de la plaza principal con cánticos contra la minera y alusivos al despertar en lucha de América Latina. Hacia las 23gran parte del pueblo se sumó para que la caminata por la vida supere las tres mil personas en un sólo grito: «No al saqueo y contaminación. Sí a la vida».La lucha de Andalgalá es punto de partida para tantas otras en la región del país que sufren esta explotación de los poderosos. En este caso la minería desnudó el operar del gobierno trabajando en función del liberalismo económico, así como también de tros poderes, como la Justicia, que trabaja solamente para la empresa, citando a declarar a asambleístas e imputándolos en hechos que nunca sucedieron; y la propia Iglesia que dio la espalda a la peregrinación multitudinaria que se diera el sábado anterior.A su vez, el domingo 5 de septiembre se realizó, en el barrio porteño de Recoleta, una intervención artística autoconvocada en apoyo al pueblo organizado de Andalgalá y su lucha frente a la invasión de la megaminera. La actividad intentó difundir la situación del pueblo de Andalgalá, la propuesta de un plebiscito popular, la represión sufrida por los vecinos por parte del gobierno provincial y municipal, la criminalización de la protesta ejercida por el poder judicial, para favorecer el saqueo y la contaminación a través de los emprendimientos de la minería a cielo abierto.