Tras una semana signada por el estallido de múltiples reclamos, en el gobierno comienzan a encenderse las luces de alarma frente al problema de la pérdida de control de la calle y los efectos del crecimiento de la pobreza. A las masivas molizaciones por las tarifas de gas en el sur, el bloqueo a la ciudad de Buenos Aires por parte de Barrios de Pie, los cortes en el aeropuerto de Ezeiza y la masiva movilización de la CTA se suma el anuncio de distintas organizaciones sociales de movilizaciones para la semana que viene.
Entre ellas el Frente de Organizaciones Populares –que responde al MUP- y nuevas medidas de Barrios de Pie –de la diputada Victoria Donda. En el caso del FOP anunciaron que cortarán calles y avenidas en 40 puntos del país frente a los Centros de Referencia de Desarrollo Social por problemas con el Argentina Trabaja. En dicha fuerza argumentan que el ministerio conducido por Carolina Stanley rompió un acuerdo y dejó a 2000 desocupados sin cobrar el Argentina Trabaja, un plan que fue ideado por Néstor Kirchner tras la derrota de 2009.
En comunicación con Política&Medios, Gustavo Gugliemo, vocero del FOP detalló que exigen medidas a los Gobiernos nacional y provincial y asegura que “creció el número de personas que asiste a comedores en los últimos meses y todos los días se suman personas que buscan trabajo”. “Tuvimos varias reuniones con el responsable del argentina trabaja, el ex banquero Matias Kelly quién en la última semana desconoció lo que había acordado en reuniones que tuvimos en su despacho”, agregó Gugliemo.
El control de la calle
Si bien Marcos Peña el control de la calle es un problema de la vieja política, otros funcionarios del gobierno comienzan a inquietarse por “los músculos” que están mostrando los gremios y las organizaciones sociales en el raid de protestas callejeras.
Para contener a los movimientos Macri cuenta con los programas que heredó de la gestión de CFK, sobre todo en el Ministerio de Trabajo y en Desarrollo Social, desde donde opera Carlos Pedrini, del “ala peronista” de la gestión. Sin embargo las tensiones con los pro-boys&girls están a la orden del día por la visión naif que estos últimos tienen sobre el conflicto social y las posibles consecuencias.
En este marco, la foto con Emilio Pérsico del Movimiento Evita funcionó como un placebo para el entorno de Stanley. Un dirigente que prefirió mantener el off aseguró que “creyeron que acordando con la CTEP se les acababan los problemas y ahora todas las organizaciones sociales se les van a ir encima para obtener el mismo acuerdo”.
Mientras el reloj de arena agota sus últimos granos antes de entrar al segundo semestre y las inversiones no llegan, la preocupación del ala política aumenta. Mientras tanto, Stanley tendrá la primer movilización coordinada a nivel nacional.
Fuente: Politica y Medios