Los asambleístas de la ciudad cordobesa de Malvinas Argentinas confirmaron que continuarán con el acampe frente al predio de Monsanto, pese al aval de la Secretaría de Ambiente provincial que ayer rechazó el estudio de impacto ambiental presentado por la multinacional para instalarse en esa ciudad.

Es que, según señalaron en declaraciones radiales, le exigen al intendente Daniel Arzani «que le exija a la empresa que se vaya», en tanto que no dejarán el predio en el que acampan hace seis meses porque la novedad no pareció preocupar demasiado a las autoridades de Monsanto, que ayer aseguraron que “las crisis traen oportunidades” y prometieron un nuevo informe ambiental para poder concretar su radicación en Córdoba.

“La enorme rigurosidad de la Secretaría de Ambiente de la Provincia nos obliga a hacer un mayor esfuerzo. Por eso no vamos a seguir corrigiendo los documentos presentados, sino que vamos a empezar un estudio ambiental de cero”, comunicaron desde Monsanto.

El revés del gobierno de la provincia a la multinacional abre un signo de interrogación sobre la radicación la multinacional Monsanto en el territorio cordobés, lo que había sido avalado en un primer momento por el gobernador José Manuel de la Sota.

Según confiaron fuentes a La Mañana de Córdoba, se trata de una decisión que aspiraría a bajar el nivel de conflictividad social en la provincia, luego de que el pasado mes de diciembre se viviera una nueva jornada de violencia entre opositores a la instalación y trabajadores de la compañía, además del acuartelamiento policial y los saqueos.

En tanto, versiones indican que el gobierno preferiría aguardar la sanción de la nueva ley de Ambiente que anunció el gobernador José Manuel de la Sota en la inauguración de las sesiones legislativas ordinarias.

El proyecto establecerá “la obligatoriedad de las consultas y/o audiencias públicas en todas las actividades y acciones susceptibles de provocar un impacto negativo o significativo” en la provincia, “como instancia previa a la aprobación de un estudio de impacto ambiental”.

Los motivos del rechazo

El informe, presentado por la empresa en agosto del año pasado y que ha tenido innumerables correcciones solicitadas por la Secretaría de Ambiente, fue rechazado tras identificar que la firma en el desarrollo del proceso productivo de la Planta de Acondicionamiento de Semillas de Maíz no cumple “con los requisitos básicos de gestión integral de residuos”, tanto tóxicos como sólidos. 

“Al no identificarse los impactos relevantes y sus consecuentes medidas de mitigación en el estudio presentado por la Firma, no puede considerarse el mismo como instrumento técnico válido que permita su correspondiente aprobación”, reprochó la Comisión la Comisión Técnica Interdisciplinaria del mencionado organismo. 

Por otra parte, se objeta el impacto vial que provocaría el funcionamiento de esta planta, pensada como la segunda en envergadura de América Latina, sobre la ruta A88, donde se ubicaría.

“La Comisión evaluó que la documentación respaldatoria (para la radicación) es insuficiente, reiterativa y sin profundidad técnica necesaria para responder adecuadamente a los condicionamientos cursados”, indicó el comunicado oficial.