Ciudad

Para la Auditoría, faltan inspectores

El derrumbe de Villa Urquiza y el desprendimiento del entrepiso del local Beara, que dejaron como resultado 5 víctimas fatales, pusieron al sistema de inspecciones y habilitaciones del Gobierno porteño bajo la lupa.

Desde Auditoría General porteña, organismo destinado a controlar las acciones del Gobierno de la Ciudad, su titular, Sandra Bergenfeld, denunció la falta de inspectores y falencias en el sistema de inspecciones.»Hay dos informes realizados por la Auditoría, uno elevado tanto a la Legislatura como al Ministerio. En los dos informes destacamos como todos los años, faltan inspectores. Pero además de que faltan, son inspectores que están mal contratados y tienen un superior que no sabe nada de esto», expresó la Auditora.En lo que respecta a inspecciones, Bergenfeld remarcó que «el organigrama en realidad está mal hecho». «Desde Cromañón que se viene destacando». «En Cromañón también se decía que estaba siempre cerrado. Si los jueves en Beara se hacían eventos privados para evadir la normativa, entonces tienen que ir a inspeccionar los jueves a la noche. Además de la falta de especificidad de los inspectores. Falta inversión en capacitación», subrayó.Ante esta situación, sostiene que tanto las tragedias como los informes «ameritan una fuerte reflexión de la Legislatura». «Hay que sentarse, revisar todo esto y ver qué hay que reglamentar», dijo.»Nosotros dimos el alerta. Al Jefe de Gobierno, a la Legislatura, pasando por 17 áreas diferentes, alguien debería leerlo a este informe. Ha pasado con arbolado público, con la infraestructura escolar, nosotros todos los años hacemos un muestreo de las escuelas y vemos en qué estado están. Las escuelas están como en el 2006 y 2007, nosotros seguimos viendo falta de gas», sostuvo.Y finalmente, recordó otra situación trágica que pudo evitarse: el fallecimiento de la nieta de Raúl Alfonsín. «Nosotros pedimos que se cambien los vidrios laminados, y aún hoy hay incumplimiento, habiendo una ley y habiendo presupuesto», concluyó.