El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, señaló que la decisión se adoptó durante una reunión que mantuvo con los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Agricultura y Ganadería, Carlos Casamiquela, y representantes empresarios del sector.

Asimismo Capitanich, destacó que el Gobierno siempre ha buscado “garantizar el mercado externo y disponer del excedente en tanto y en cuanto las necesidades internas estén debidamente cubiertas”. 

El funcionario calificó la medida de «trascendente para el sector y también por la posibilidad de ingresos de divisas para el país».

El Jefe de Gabinete habló en un acto realizado en la Casa de Gobierno, en el cual se firmaron cinco convenios de corresponsabilidad gremial con los sectores maderero, hortícola, lanero, y ganadero, entre otros.

Durante el acto, el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, también anunció el envío al Congreso de tres proyectos de ley para fortalecer la promoción de la producción agropecuaria y la preparación de otro proyecto para determinar el destino de envases vacíos que contuvieron agroquímicos.

Por su parte Casamiquela detalló que el primer proyecto de ley que se envía es el que le da “funcionalidad y soporte al SENASA”, organismo encargado de controlar la sanidad de los alimentos y garante de la apertura de procesos comerciales a todo el mundo” y que, apuntó, “curiosamente no está creado por ley” hasta ahora.

De tal manera que el proyecto apunta a darle, explicó, “soporte jurídico” al SENASA, que se ocupa de mantener la seguridad alimentaria para todos los argentinos.

Asimismo, en el mismo proyecto, se declara de Interés Nacional a las cuestiones relacionadas con la fitosanidad y a la sanidad animal.

El segundo proyecto de ley apunta a cambiar la denominación del Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina por el de Promoción de la Carne Argentina, para que abarque, además de la carne bovina, la porcina, aviar e ictícola.

El propósito, explicó el ministro de Agricultura, es “ampliar su trabajo respecto del accionar de todas las cadenas de producción de carne, orientado tanto a la exportación como al consumo interno.

El tercer proyecto es el de ley de Acuicultura, con el propósito de ordenar la producción de peces en agua dulce y en agua salada, teniendo en cuenta la enorme superficie acuífera con que cuenta el país.

“Vale la pena el ordenamiento del sector –destacó- porque tiene una gran proyección en el consumo interno y en la exportación”, e informó que, por ejemplo, en el país “ya se están emprendiendo excelentes procesos de producción de otras en la provincias de Buenos Aires y Chubut”.