El Gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, realizó tajantes declaraciones a favor de la construcción de un establecimiento de detención federal en Bariloche, luego de que en la última semana diferentes sectores locales se hayan manifestado en contra.
El domingo, de paso por la ciudad cordillerana donde participó de un locro organizado por el Frente Grande, el mandatario provincial insistió en la construcción de un centro de detención en la ciudad, es la obra de la Cárcel Federal prevista en un acuerdo que la provincia celebró con Nación en 2013.
Los barilochenses deberán “definir” si quieren “delincuentes en las calles o presos”, dijo ante el auditorio, en respuesta al amplio abanico de rechazos esgrimieron vecinos, dirigentes políticos -la senador nacional Silvina García Larraburu, legisladores del ARI y la UCR, entre otros-, entidades como la Cámara de Comercio y el propio Ejecutivo municipal, que planteó que “sin consenso social” no se acompañaría el proyecto.
En este sentido, argumentó que la Provincia no cuenta con los recursos para la edificación de una nueva Unidad Penal III, tal como planteaba el proyecto original que cuenta, incluso, con la Ley de expropiación de las tierras necesarias. Así las cosas, “la única alternativa” sería la inversión nacional para una cárcel que albergue presos por delitos federales, de distintos puntos del país.
En mención aparte, recordó que esa cárcel incluiría un pabellón para presos locales, juzgados por la Justicia Provincial, lo que permitiría también dar salida a una problemática de los rionegrinos.
Según señaló, la propuesta de la edificación de la Cárcel Federal se origina en respuesta a dos grandes problemas locales: la actual situación de la Unidad Penal III que ha permitido numerosas fugas de presos y la orden de la Justicia para tomar medidas para evitar el hacinamiento en la alcaidía.
“Las demandas por mayor seguridad y lucha contra el narcotráfico deben ser coherentes con la necesidad de construir un sitio de detención”, dijo el gobernador en referencia a quienes rechazan el proyecto, a lo que alegó que “lo mejor que le puede pasar a una ciudad turística es bajar los índices delictivos”.
Sin reforma
Por otra parte, el Gobernador explicó que no hay un proyecto concreto de reforma del Código Contravencional, cuyo punto de reducción de la edad de punibilidad generó polémica y críticas en toda la Provincia. Así, el mandatario desautorizó públicamente a su ministro de Seguridad, Oscar Albrieu, y transparentó que no hizo propia la iniciativa que éste comunicó oportunamente.