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«Fue un bochorno internacional, vestigio del colonialismo decadente»

La Presidenta expresó su "solidaridad" con Evo Morales y demandó a países europeos que violaron su derecho, que "pidan perdón" y advirtió que los países que le revocaron el permiso para aterrizar cometieron un grado de inseguridad jurídica muy grave.

La Primera Mandataria, quien cerró con su discurso el acto de solidaridad realizado en el estadio Coliseo  Coronilla en la ciudad de Cochabamba, que los países europeos que impidieron que el avión de Morales aterrizara en sus territorios «se hagan cargo de los errores cometidos» y «pidan perdón».

A su llegada al aeropuerto de Cochabamba, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner saludó a los soldados que esperaron a los jefes de Estado en el aeroparque de Cochabamba, y pronunció palabras de solidaridad con Evo Morales y el pueblo de Bolivia en nombre de los 40 millones de argentinos por el atropello sufrido el presidente de ese país en su viaje de regreso desde Rusia a La Paz. 

«Venimos a solidarizarnos con el presidente Evo Morales y con el pueblo boliviano por esta clara restricción que lo convirtió en virtual rehén», dijo y agregó que el hecho «rompió todas las nromas internacionales». Lo que ocurrió con Morales en Europa es un precedente «muy peligroso» y es un «acto ilícito contra un jefe de Estado», sostuvo.

El avión que trasladaba a Morales desde Rusia a La Paz se vio forzado a aterrizar el martes en Viena después de sufrir restricciones de vuelo y aterrizaje en Francia, España, Italia y Portugal.

Las restricciones se aplicaron por supuestas versiones de que en la aeronave estaría como pasajero el ex contratista de la agencia de seguridad estadounidense Edward Snowden, buscado por Washington por revelar detalles sobre programas secretos de vigilancia del Gobierno de Estados Unidos.

La Presidenta destacó que «es sumamente peligroso que esos países presumen de tener un altísimo grado de civilización cometan actos ilícitos contra jefes de Estado» y se preguntó que si esos países hicieron ese acto «a la luz de los ojos del mundo» se preguntó «¿qué es lo que no se hará contra cualquier ciudadano cuando no hay una cámara, un diario, un periodista?»

Luego se dirigió a participar del de la UNASUR, en la que estuvieron presentes, además de Evo Morales, los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; de Ecuador, Rafael Correa, y de Uruguay, José Mujica, y de Surinam, Desi Bouterse, así como representantes de los gobiernos de Brasil y otros de la región.

Cristina Kirchner pidió en forma «muy serena pero muy seriamente a quienes han violado el derecho que subsanen esto y se hagan cargo de los errores cometidos; es lo menos que podemos pedir, que pidan perdón alguna vez en su vida, que pidan perdón por lo que han hecho».

«He venido desde el sur de mi patria -comenzó- para expresar mi solidaridad y la del pueblo argentino frente al atropello que sufrió el presidente de este país y el atropello a su pueblo y el atropello que consideramos como propio, atropello a nuestros pueblos, a nuestros derechos y a nuestras sociedades».

Advirtió que «resulta curioso cuanto menos. que quienes muchas veces reclaman seguridad jurídica, que quienes nos hablan del respeto al derehcho internacional con el cual todos estamos de acuerdo,  que quienes nos hablan de respeto a los derechos humanos, con los cuales también estamos absolutamente de acuerdo, hayan cometido esta inédita violación a las más elementales normas vigentes del derecho internacional a Usted,  presidente de Bolivia,  lo han tenido de rehén durante 13 horas y ahora quieren esxplicar que todo se debe a fallas técnicas o de combustible».

Añadió que «por lo menos aquí en América del Sur, cuando cometemos algún error o equivocación nos han enseñado a reconocerlo y por lo menos a pedir disculpas a quien hemos ofendido».

«Por eso -continuó- los jefes y jefas de estado de la Unasur hemos querido estar aquí para acompañar al pueblo boliviano, porque cada uno de nosotros, más allá del honor que significa presidir a nuestros países, representamos por sobre todas las cosas a la soberanía popular, porque somos todos presidentes elegidos por el voto democrático en libertad y sin proscripciones de nuestros países».

Tras mencionar las luchas sudamericanas por la emancipación, afirmó que «muchso de nosotros somos descendientes de los que expoliaron o colonizaron estas tierras, pero hemos elegido colocarnos a l lado de los intereses de nuestras sociedades, nuestros pueblos, y la vigencia de las libertades, de los derechos humanos, de los derechos sociales y la inclusión».

Por eso, concluyó, «no me queda más que expresar toda nuestra solidaridad, todo nuestro acompañamiento y solicitarle muy serena pero muy seriamente a quienes han violado el derecho, que subsanen esto y se hagan cargo de los errores cometidos; es lo menos que podemos pedir, que pidan perdón alguna vez en su vida, que pidan perdón por lo que han hecho».