Brasil, el equipo organizador que vivió días de furia en torno a la Copa Confederaciones, se consagró campeón ayer tras vencer por 3 a 0 a España, con dos goles de Fred y uno de Neymar.

El partido fue favorable para los brasileños desde el primer minuto, cuando cayó un centro al área de Casillas y Fred, desde el piso, pudo empujar una pelota sin dueño entre dos defensores y el arquero para abrir el marcador y hacer explotar a un Maracaná repleto.

El gol fue un cachetazo al planteo de España, que no tuvo en sus buenos jugadores un desempeño acorde y se diluyó en toques sin peligro para el arco de Julio César. 

Sin embargo, las situaciones de peligro llegaron en ambos arcos y España podría haber igualado con un remate de Pedro que David Luiz sacó sobre la línea prodigiosamente, cuando la pelota ingresaba para el empate. 

Sobre el cierre de la primera parte, Neymar clavó un zurdazo potente al ángulo de Casillas y pareció liquidar el partido, golpeando al comienzo y al final de la etapa.

El complemento mostró a España buscando descontar pero Brasil volvió a golpear en el comienzo a través de Fred, casi liquidando el encuentro. Igualmente, España tuvo un penal que podría haber cambiado el transcurso del partido pero Sergio Ramos lo pateó desviado y con esa ejecución se fueron las esperanzas ibéricas.

La expulsión de Piqué a los 22 fue el ejemplo de un equipo impotente, que nunca le encontró la vuelta al partido y terminó desdibujado en la cancha, para el regocijo de las más de 70 mil personas que llenaron el nuevo Maracaná.