El jefe del Complejo Penitenciario Nº 4 de Villa Floresta, Bahía Blanca, prefecto Miguel Ángel Soberón, fue desplazado de su cargo por orden del director del Servicio Penitenciario Bonaerense al sumarse una serie de irregularidades a lo largo de su gestión en 2013.
Aunque no hubo información oficial sobre el tema, fuentes consultadas por Página 95 coinciden en señalar los últimos acontecimientos de violencia y fuga que se vivieron dentro del penal más las pésimas condiciones en las que se encuentran los detenidos como las principales causas de esta decisión.
Cabe recordar que el 10 de noviembre un preso, identificado como Carlos Daniel Coronado, falleció en el interior de la cárcel, en medio de una pelea.
Días después el penal volvió a ser noticia nacional porque Noelia Gallardo, una detenida de 32 años, fue trasladada de urgencia al hospital con una herida de arma blanca, en el marco de otro lamentable episodio violento.
Estos hechos motivaron a la Defensoría Federal a realizar una inspección en la cárcel y descubrieron que algunos internos desconocían por qué estaban en los pabellones de aislamiento, había sanitarios en estado lamentable, además los presos referían ser golpeados por los agentes del servicio.
Así, el ex fiscal Abel Córdoba elaboró un durísimo informe que informaba sobre las condiciones en la que viven los condenados y los procesados dentro de la UP 4.
Finalmente, la fuga de un interno -el pasado miércoles- habría sido la gota que colmó el vaso. Se trata de Marcos Ruiz Reyes, quien cumplía tareas de limpieza y se escapó sin que burlando la guardia del penal.
Tras ello, este viernes –mediante un comunicado oficial- el SPB ordenó relevar de su cargo al prefecto Miguel Ángel Soberón, cuyo reemplazo aún no fue definido. El ya ex titular de la unidad bahiense había estado tan solo un año cumpliendo funciones en dicho lugar, mientras que anteriormente se venía desempeñando como titular del Penal Nº 13 de Junín.
Una situación que se repite
En diciembre de 2012, el prefecto mayor Miguel Soberón llegó a la cárcel bahiense en reemplazo del prefecto mayor Ricardo Díaz.
Si bien en su momento el Servicio Penitenciario Bonaerense informó que el cambio se debía a “razones funcionales”, de acuerdo a diversas fuentes estuvo motivado en presuntas irregularidades.
Entre estas, se encontraban manejos fraudulentos en la calidad de los alimentos que se brindan a la población del penal, la evasión de peligrosos delincuentes y heridas de gravedad a dos presos en el marco de hechos de violencia al interior del penal.
