Ambientalistas que acampan frente al predio donde se construye la planta de Monsanto en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas, denunciaron agresiones por parte de afiliados a la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) y aseguraron que el ataque derivó en un total de 20 personas heridas. 

Esther Quispe, de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida, que se opone a la radicación de la multinacional, marcó que se trataba de «unos 60 tipos que llegaron en varios camiones, atacaron a pedradas y palos a jóvenes, mujeres y hombres, y provocaron incendios y unos 20 heridos». 

«Hemos sufrido una agresión por parte de agentes que dicen ser delegados de la UOCRA, intentamos sacarles fotos pero se niegan. La gente de Malvinas no hace esas cosas», indicó Quispe. 

La dirigente cuestionó también la actitud de la Policía que, dijo, «mira sin hacer nada». «Nos están sacando las carpas y no nos dejan pasar, hay gente sangrando», advirtió. 

«Convocamos a todos los vecinos de Córdoba, les pedimos que se acerquen porque es muy grave que esto vuelva a suceder, la sociedad también es víctima del sistema en el que vivimos», dijeron los manifestantes. 

Cabe recordar que hace dos semanas Sofia Gatica, sufrió una amenaza cuando un tipo se subió al colectivo que ella toma desde su casa y a punta de pistola le dijo que sus sesos iban a quedar desparramados en las puertas de Monsanto. El viernes pasado, cuando Sofia salía de su trabajo fue patoteada por dos personas que se bajaron de la moto y la golpearon a patadas en el piso y no le robaron nada.

El sábado pasado, mientras gente del acampe realizaba una feria y actividad de difusión en la plaza del pueblo, un grupo de patoteros se acercó y volanteaba contra el acampe, cuando un chico de la asamblea lo increpó, este fue golpeado. En el volante repartido por los que defienden a Monsanto se esgrimían argumentos al estilo de «quienes están en el acampe no son de Malvinas», «son personas que no quieren el progreso» y el argumento más ridículo era que el acampe estaba financiado por «otras empresas que no quieren a Monsanto».

En paralelo el viernes pasado el intendente de río Cuarto, anunció que no permitiría la instalación de la planta en la localidad del sur de Córdoba y entre sus principales argumentos estaba que, él priorizaba la paz social.

En estos momentos se está llamando a fortalecer el corte, a llenarlo de gente y resistir. La situación es delicada. Se está convocando para las 18 a una marcha en el centro de Córdoba.

En el caso tomó intervención el fiscal Víctor Chiapero, quien dijo que «hay que resolver el corte de la ruta (que pasa frente al predio), la liberación de la vía de comunicación». 

Asimismo aclaró que aunque «hubo algunos lesionados», que aparentemente serían de carácter leve, para iniciar una acción penal antes se debe contar con la correspondiente denuncia.

Por su parte Ariel Gutiérrez, delegado de la UOCRA en Monsanto, negó los hechos denunciados y dijo: «Somos trabajadores y queremos que nos garanticen la fuente laboral». 

Afirmó también que los disturbios comenzaron cuando dos cuadrillas «intentaban ingresar al predio para desarrollar sus tareas». 

La UOCRA había criticado la presencia de los ambientalistas, que al bloquear el ingreso «impiden la continuidad de las obras» y «ponen en riesgo la fuente de trabajo».