En la jornada del jueves, en sede de los tribunales penales de Comodoro Rivadavia, se desarrolló la audiencia de control y apertura formal de la investigación al imputado Miguel Ángel Pallalaf por el crimen de la niña de 11 años, Yasmín Chacoma, ocurrido a mediados de septiembre de 2013.

Por solicitud de la fiscal Liliana Ferrari, se resolvió formalizar la apertura de investigación contra Pallalaf en base al delito de “homicidio criminis causae” y subsidiariamente por el delito de “abuso sexual agravado, seguido de muerte”.

Según reseña la crónica de Diario Jornada, en un primer momento, luego de la presentación de las partes, la fiscal general hizo un relato sucinto del hecho: el pasado 14 de septiembre la víctima no regresó a su hogar luego de haber ido a comprar a un supermercado. 

Una cámara de seguridad la captó caminando detrás de un hombre rumbo al terreno de Radio Nacional. Dos días después, su cuerpo fue encontrado en dicho predio y la autopsia arrojó que había sido violada y estrangulada.

Los trabajos de los profesionales del Laboratorio Regional de Investigación Forense (LIF) de la fiscalía hallaron muestras de ADN en una bolsa, el cordón con el cual la estrangularon y en el semen hallado en el cuerpo de la nena que fueron enviadas al Cenpat. Al comparar los perfiles con el registro genético de abusadores sexuales de la provincia, las pruebas establecieron una coincidencia del 99,9 por ciento con Pallalaf. 

Tras realizar esta síntesis de lo actuado hasta el momento, la fiscal solicitó la prisión preventiva del imputado por cuatro meses en base a la gravedad del hecho y al peligro de fuga, teniendo en cuenta que el imputado tiene antecedentes penales por homicidio y dos abusos sexuales por los que estaba cumpliendo condena en la ciudad de Trelew. 

Finalmente, la fiscal solicitó una extracción de sangre a Pallalaf, a la cual no se opuso el imputado.

Defensa y resolución final

Tras la presentación de Ferrari, la parte defensora del imputado, que fue ejercida por una abogada de la Defensa Pública, no formuló objeción al relato del hecho, pero se opuso a la prisión preventiva de su pupilo ya que a su entender hace falta una nueva prueba de ADN. “No hay elementos para acreditar su autoría”, sostuvo.

Sin embargo, el juez penal José Rago resolvió formalizar la apertura de investigación preparatoria del hecho en contra de Pallalaf y anotició al imputado del hecho, la calificación legal que se le imputa y dio por asegurada su defensa técnica. Finalmente, resolvió la prisión preventiva del mismo por el término de cuatro meses y otorgó a la fiscalía el mismo plazo para concluir con la investigación.