Cuba y Estados Unidos mantuvieron su primera reunión luego del restablecimiento del diálogo bilateral en un encuentro realizado en La Habana.
Allí el país caribeño expresó su preocupación por la política migratoria, puntualmente por la permanencia de la llamada Ley de Ajuste y la norma «pies secos-pies mojados».
Así lo explicó Gustavo Machín, subdirector de la dirección general de Estados Unidos de la Cancillería cubana, como un avance de lo que ya se está debatiendo en la primera reunión que iniciaron ambos países en el Palacio de Convenciones de La Habana.
«Nosotros expresamos esa preocupación porque atenta contra el espíritu y la letra de los acuerdos migratorios que en esta sesión de trabajo estamos revisando», indicó hoy el funcionario.
Machín, que es miembro de la delegación de Cuba en la mesa de negociaciones con Washington que se lleva a cabo en La Habana, comunicó a la prensa que entre otros temas se analiza «el comportamiento de los flujos migratorios» entre los dos países «en una forma respetuosa y constructiva».
«Hemos hablado con mucha fluidez, a pesar de que tenemos algunas diferencias en nuestros enfoques», agregó Machín en sus declaraciones a la prensa en un adelanto del curso de las conversaciones que ambas delegaciones realizan a puertas cerradas.
La representación cubana está encabezada por la directora para EEUU del Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla, Josefina Vidal Ferreiro, y al frente de los funcionarios estadounidenses está el secretario asistente adjunto para Latinoamérica del Departamento de Estado, Edward Alex Lee.